55 años de Playa Girón: Combate de la Curva de Horquita-San Blas-Playa Girón.

Por José R. Alfonso  –     Testimonio. 

Fidel Castro, como figura política puede gustarnos o no, e incluso estar de acuerdo o en desacuerdo con la ideología que representó, pero lo que no podemos ignorar es que contra lo que han expresado algunos de sus enemigos y detractores, siempre se ha caracterizado, como líder, en nunca rehuir del peligro. Aquí fue fotografiado sobre un tanque ruso T-34 detrás  del jefe de tanque, en el teatro de operaciones. A su izuierda José “Mandrake” Abrantes Fernández, Capitán y por entonces Jefe de uno de los  Grupo de su Escolta, a un costado de la torreta, el izuierdo,  Alfredo “El Flaco” Gamonal, Capitán y Jefe de su Escolta Personal. A la derecha de la torreta  “Manolito” otro de los integrantes de su escolta. Todos ello cubriendose la cabeza con boinas verdes.

Fidel Castro, como figura política puede gustarnos o no, e incluso estar de acuerdo o en desacuerdo con la ideología que representó, pero lo que no podemos ignorar es que contra lo que han expresado algunos de sus enemigos y detractores, siempre se ha caracterizado, como líder, por nunca rehuir del peligro. Aquí fue fotografiado sobre un tanque ruso T-34 detrás del jefe de tanque, en el teatro de operaciones de Playa Girón. A su izquierda José “Mandrake” Abrantes Fernández, Capitán y por entonces Jefe de uno de los Grupo de su Escolta, Personal seguido de Alfredo “El Flaco” Gamonal, Capitán y Jefe de su Escolta Personal. A la derecha de la torreta “Manolito” otro de los integrantes de su escolta. Todos ello cubriendose la cabeza con boinas verdes.

ANTECEDENTES

En enero 14 de 1960, Dixie  Eisenhower, presidente de los EE.UU. durante un Meeting del Consejo Nacional de Seguridad ordenó  al Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) un Proyecto para poner fin al régimen de Fidel Castro por uno afín a los intereses estadounidenses (1).

Conciente de la ilegalidad y violación de las propias leyes norteamericanas y del derecho internacional contenidos en este Programa de Operaciones Encubiertas (Black Ops.) el Presidente llamó a  observar que ante cualquier situación, como consecuencia de las tácticas y estrategias globales desarrolladas contra un país extranjero había que mantener el concepto de “la negación plausible” —de que él nunca había escuchado nada al respecto— subrayando la conveniencia de “eliminar la posibilidad de que el gobierno de EE.UU. se viera implicado durante la ejecución del plan” y afirmando que “nuestras manos no debían aparecer en nada de lo que se hiciera”. 

Ante el reclamo del presidente, la CIA organizó un aparato de dirección el 18 de enero de 1960, encargado de llevar a cabo las diferentes operaciones encubiertas denominada Sección 4 de la División del Hemisferio Occidental conocido por (c/p) el acrónimo de WH/4.

El 16 de marzo de 1960, Allan Dulles, director de la CIA, presentó al presidente para su aprobación  “El Programa de Acción Encubierta contra el Régimen de Castro” denominado Proyecto “Clean Up”  y más tarde por el de “Trinidad” ya que la Brigada de Asalto 2506  originalmente debía ocupar Trinidad donde formando parte de esa “Black Ops” estaba el “reforzamiento a los grupos de alzados en el Escambray mediante el abastecimiento aéreo de armamentos y equipos —sin embargo casi la totalidad del material bélico lanzado por los aviones de la CIA desde finales de 1960 y marzo de 1961 en el Escambray caerían en manos de los fuerzas revolucionarias— para que estas fuerzas paramilitares pudieran tomar las carreteras de acceso a Trinidad en el momento de la invasión”, acciones paramilitares codificadas  bajo el acrónimo de “Operación Silencio” lo que serviría como escalón de apoyo para que la  brigada de desembarco anfibio tomara dicha ciudad con la misión de retenerla al menos por 72 horas para viabilizar una intervención armada de los Estados Unidos.

Playa Girón, para los de allá, Bahía de Cochinos, para los de acá, Operacion “Pluto”,” Clean UP”, ‘Trinidad” o “Zapata”  para los Servicios Especiales estadounidenses, fue una Operación Negra (Blacks Ops.) paramilitar planeada táctica-estratégicamente,  y ejecutada, por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) la que formaba parte de un ambicioso Programa de la Administración Eisenhower (Programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro o “Clean Up” Proyect Cuba, hoy desclasificado ) encaminada a desarrollar una escalada de guerra político–mediática-económica y de “neutralización –asesinato- de la máxima figura política de la revolución” —siempre bajo el concepto de la “Negación Plausible”  y que fuera más tarde heredada por la Administración de John F. Kennedy. Se trató de una burda imagen en espejo de una Blacks Ops. similar a la que derrotara a Jacobo Arbenz, presidente de Guatemala en 1954 e incluso utilizando a los mismos Operativos de Campo de la CIA que habían desarrollado con éxito dicha Black Ops.

Pero los Servicios Especiales del gobierno revolucionario  a través de sus activos de penetración habían obtenido inteligencia sobre el Programa de Operaciones Encubiertas (Black Ops.) lo que contribuyo, entre otras  Medidas Activas, a frustrar el “Proyecto Trinidad” diseñando mediante una operación militar la neutralizar del apoyo  que fuerzas paramilitares alzadas en las montañas del Escambray pudieran brindarle a la fuerza invasota, mediante la integración de 80 batallones de milicias provenientes de Oriente, Camagüey y Pinar del Río. Llegaron diez por cada una de estas provincias, cinco de Matanzas, 20 de La Habana y 25 de Las Villas, hasta alcanzar unos 60 mil efectivos, a la que Fidel Castro bautizó bajo el acrónimo de “Operación Jaula”, la que arropó toda la zona del Escambray en una especie de jaula desde Hoyo de Padilla a la Peña del Obispo y Moro Catalán, dividiendo en cuatro ese territorio, valiéndose como elemento central la carretera que va de Trinidad a Topes de Collantes y el terraplén que bajaba de este último a Manicaragua, pasando por el río Ay, y una línea que corta de este al oeste el mencionado territorio. Esto permitió en un tiempo muy breve terminar con los principales focos de alzados en la región  frustrando así los planes de la CIA y obligandolos a rediseñar sus planes, permitiendo que gran parte de esas fuerzas revolucionarias fueran concentradas en ciudades próximas a Playa Girón en espera de la invasión.

Desde un punto histórico-militar e inteligencia, por las razones o justificaciones que se argumenten,  constituyó un fracaso total y completo que no sólo aumentó la imagen y el capital político de la revolución cubana sino que avaló la radicalización del proceso de arquitectura sociopolítico – económico encabezado por Fidel Castro —el que en aquel entonces contaba con más de un ochenta por ciento de aprobación entre la poblacion de la isla.

Es  justo reconocer que ambos bandos, en el teatro de operaciones bélicas, dieron muestra de valentía y arrojo en defensa de sus principios, revolucionarios los más y contrarrevolucionarios los menos, pero cualesquiera que estos fueren, los defensores de la revolución hicieron gala de una entrega total y desinteresada a su causa, en tanto los invasores durante las acciones combativas llevadas a cabo durante el primer día lucharían titánicamente frente a fuerzas muy superiores y dispuestas a inmolarse. En tanto quien mejor resumiera públicamente los esfuerzos de la Brigada 2506 durante el desarrollo de las acciones combativas llevadas a cabo esos días sería una reconocida e incuestionablemente figura  admirada y respetada  por el exilio histórico —un piloto de bombardero B-26 que fuera derribado en la zona de operaciones y más tarde, con graves lesiones, extraído de la misma— perteneciente a aquella fuerza invasora: “El primer día peleamos, el segundo día, ya sin municiones, corrimos y al tercer día nos entregamos”.

 

Los objetivos de este testimonio no es hacer una exposición  detallada de estas Operaciones Negras desarrolladas por la Agencia Central de Inteligencia relacionadas contempladas en “El Programa de Acción Encubierta contra el Régimen de Castro”  sino referirnos a la creación dentro de este de una tropa de asalto paramilitar compuesta por 2,000 hombres (incluyendo a los integrantes de los equipos de Inf ( infiltración) (II). El resto ya es parte de la historia interpretada de la lectura de los documentos desclasificados de las Bibliotecas  John F Kennedy  y Eisenhower .

Los objetivos de este testimonio no es hacer una exposición detallada de estas Operaciones Negras desarrolladas por la Agencia Central de Inteligencia y contempladas en “El Programa de Acción Encubierta contra el Régimen de Castro” sino referirnos a la creación dentro de ésta de una tropa de asalto paramilitar compuesta por 2,000 hombres (incluyendo a los integrantes de los equipos de Inf ( infiltración) (II). El resto ya es parte de la historia interpretada de la lectura de los documentos desclasificados de las Bibliotecas John F Kennedy y Eisenhower .

Los objetivos de este testimonio no es hacer una exposición  detallada de estas Operaciones Negras (Black Ops.) desarrolladas por la Agencia Central de Inteligencia contempladas en “El Programa de Acción Encubierta contra el Régimen de Castro”  sino referirnos a la creación dentro de ésta de una tropa de asalto paramilitar compuesta por 2,000 hombres (incluyendo a los integrantes de los equipos de Inf (infiltración) (II). El resto ya es parte de la historia interpretada de la lectura de los documentos desclasificados de las Bibliotecas  John F Kennedy  y Eisenhower .

El dia  17 de abril de 1961 fue escogido como el “Día D” para que esa fuerza paramilitar -integrada por cubanos exiliados- desembarcara en las arenas de Playa Girón, Bahía de Cochinos -Costa Sur de Matanzas – mientras otros paramilitares eran lanzados en paracaídas por el entronque Horquita-San Blas.

Hoy, pasadas decenas de años, en Miami, algunos “historiadores de la diáspora”, que incluso no tuvieron participación de ningún tipo en  aquellos hechos de la “Operación Zapata” o “Playa Girón” tratan de reconstruir,  adulterar, acomodar, difundir mediáticamente y falsear la memoria histórica de esa epopeya.

A continuación algunos detalles testimoniales en directo.

El Dr. José R. Alfonso y Víctor E. Dreke Cruz, Coronel (r) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de la Republica de Cuba, ex Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de ese país ante el gobierno de la Republica de Guinea Ecuatorial. A la derechael Dr. Alfonso junto al Reverendo Raúl Suárez , ex Presidente del Concilio Ecuménico de Iglesias Evangélicas de Cuba. Foto: Cortesía de CODIGOABIERTO360.

El Dr. José R. Alfonso y Víctor E. Dreke Cruz, Coronel (r) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de la República de Cuba, ex Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de ese país ante el gobierno de la República de Guinea Ecuatorial. A la derecha el Dr. Alfonso junto al Reverendo Raúl Suárez , ex Presidente del Concilio Ecuménico de Iglesias Evangélicas de Cuba. Foto: Cortesía de CODIGOABIERTO360.

El Capitán del E.R. Víctor Dreke Cruz, el Pastor Evangélico Raúl Suárez y yo, nos habíamos desvinculados después de aquellas acciones combativas del 17 de abril de 1961 al resultar los tres heridos y evacuados hacia diferentes centros asistenciales a partir de lo cual cada uno, con el transcurrir de los años, seguimos el rumbo de nuestras propias vidas. A pesar del paso de los años de aquella fecha y sin importar donde cada cual esté en la actualidad, esa epopeya histórica que formó parte de nuestras vidas no se olvida.

Transcurrido mas de medio siglo, en uno de los  viajes a La Habana como corresponsal de Prensa Extranjera acreditado ante el Centro de Prensa Internacional  (CPI) del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba,  me encontré con el Pastor Raúl Suárez, quien fuera Presidente del Concilio Ecuménico de Iglesias Evangélicas de Cuba y Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba. Conversamos de inmediato  sobre su papel humanitario como pastor espiritual, en la transportación y ayuda prestada a través del jeep bajo su responsabilidad —propiedad de los Bautistas Occidentales de Cuba  para expandir la evangelización en la Ciénaga de Zapata— de los combatientes y fuerzas foráneas (Brigada 2506)  que resultaron heridos durante los enfrentamientos bélicos que se desarrollaron de forma inmediata entre los miembros del Bon. 117 de las Milicias Nacionales Revolucionarias y las fuerzas expedicionarias que habían descendido en paracaídas y ocupado el perímetro de la zona de San Blas (un entronque comunicacional que enlaza directamente con Playa Girón) el 17 de abril de 1961.

Días más tarde tuve la oportunidad de hablar con Víctor Dreke Cruz, hoy Coronel (r) —a quien tampoco había vuelto a ver desde aquel 17 de abril de 1961— quien jugara un importante papel en nuestra vida personal, al igual que su escolta-chofer de apellido Miranda, los que a riesgos de sus propias vidas — por encontrarnos combatiendo y herido en una zona de avanzada (arropados dentro de una emboscada) de “muy alto riesgo”— efectuaron nuestro rescate y evacuación conjuntamente con otros dos milicianos del Bon 117 bajo un “infernal fuego concentrado de disparos y metralla” controlado por las fuerzas de paracaidistas enemigos.

Los Hechos

Yaguaramas-San Blas-Playa Girón

En las primeras horas de la mañana del 17 de abril de 1,961 varios campesinos provenientes del pueblecito de Horquitas se aparecieron en el Cuartel del Ejercito Rebelde en Yaguaramas para informar que desde horas tempranas en dirección a la curva del entronque Horquitas-San Blás aviones no identificados estaban “tirando armas en paracaídas”.Foto/ Mapa Geográfico del Teatro de Operaciones

En las primeras horas de la mañana del 17 de abril de 1961 varios campesinos provenientes del pueblecito de Horquitas se aparecieron en el Cuartel del Ejercito Rebelde en Yaguaramas para informar que desde horas tempranas en dirección a la curva del entronque Horquitas-San Blás aviones no identificados estaban “tirando armas en paracaídas”.Foto/ Mapa Geográfico del Teatro de Operaciones

Han pasado 55 años de aquel domingo 16 de abril de 1961 cuando me encontraba descansando en el Cuartel del Ejército Rebelde en el pueblecito de Yaguaramas, provincia de Matanzas -pertenecía a las Brigadas Piloto “Conrado Benítez”, dirigidas por Mario Díaz, Coordinador de la Campaña Nacional de Alfabetización —de quien más tarde me convertiría en un gran amigo personal y de su familia— cuando en horas de la madrugada del día 17 despertamos bajo un enorme tronar al parecer de fuego de armas pesadas proveniente del interior de la Ciénaga de Zapata específicamente proveniente del área de Playa Girón.

Una hora después, continuaban aún estos estruendos, cuando se apareció en el Cuartel un jeep tripulado por “Ñeco” Curbelo, hermano del Comandante Raúl Cúrbelo Morales —“Ñeco” había sido un participante activo de la Operación c/p “Limpia del Escambray” contra los alzados en armas dentro del marco de la guerra civil que se desarrollaba dentro de la isla contra Fidel— quien acudía a informarse de lo que estaba sucediendo en la costa en dirección a Playa Girón. Al no recibir respuesta del Jefe de Puesto, llamó por teléfono de manigueta al Puesto de Mando (PM) del Ejército Rebelde de Cienfuegos a los que puso al corriente sobre el inmenso “tronar” que se estaba produciendo en dirección a la costa.

EL PM de Cienfuegos le orientó que tratara de aproximarse al lugar y que posteriormente les informara lo que hubiera observado. “Ñeco” solicitó un voluntario que lo acompañara para esta exploración brindándome personalmente dado el entrenamiento militar adquirido con anterioridad como “Boina Verde” antes de incorporarme a la Campaña de Alfabetización. El Jefe de Puesto me entregó entonces un fusil.

Partimos  de Yaguaramas alrededor de las 04:30 horas aproximadamente rumbo a Playa Girón a través del terraplén que une Yaguaramas-Horquita-San Blas-Playa Girón. Al llegar a este último punto, Playa Girón, observamos directamente que las causas del estruendo que se sentía desde hacía algunas horas era proveniente de un desembarco de fuerzas foráneas hostiles que se estaba produciendo a través de dicha Playa y se enfrentaban a algunos miembros de la Milicia Nacional Revolucionaria y del Punto del Ejercito Rebelde acantonadas en el lugar .

Al ser nuestro vehículo detectado por dicha fuerza expedicionaria algunos de sus integrantes abrieron fuego sobre el jeep, “Ñeco” solamente portaba una pistola Colt 1911 Cal.45. con poco parque por lo que giramos de inmediato en U y desde la parte posterior del vehículo abriendo fuego de dispersión específicamente hacia los puntos incandescentes desde donde provenían los disparos próximos a la playa.

De regreso a Yaguaramas, Curbelo informó directamente al Puesto de Mando (PM) de Cienfuegos lo observado y orientaron esperar ya que se había dado Alarma de Combate y una fuerza integrada por miembros de las MNR y soldados de Ejército Rebelde estaba en camino hacia la zona de desembarco.

Poblado de Horquita-San Blas.

Alrededor de las 08:30 campesinos del pueblecito de Horquita se aparecieron en el Cuartel de Yaguaramas para informar que desde horas tempranas en dirección al entronque Horquitas- San Blas aviones no identificados habían sobrevolado la zona  “tirando armas en paracaídas”, información que fue trasladada inmediatamente de forma directa al PM de Cienfuegos desde donde orientaron avanzáramos hasta el Puesto del E.R de Horquita y comprobara sobre el terreno lo que estaba aconteciendo en el área y esperáramos en el lugar ya que hacia el mismo se encaminaba el Capitán Víctor Dreke Cruz, al frente de una fuerza de combate perteneciente al Bon. 117 de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR).

Cumplimentando lo ordenado al llegar al poblado de Horquita observamos al llegar a cientos de campesinos armados de machete, escopetas de cartucho y escasos revólveres frente al Puesto del ER exigiendo que se les autorizara ir en la búsqueda y captura  de los paracaidistas desembarcados en la zona ya que conocían que los lanzamientos  no fue de armas sino de miembros de la fuerza invasora (vestidos de camuflaje) que se habían lanzado en paracaídas según testimonio director de campesinos que los habían visto descender. Por la misma vía 500 –a través de un teléfono manual-informamos a Cienfuegos de lo que estaba ocurriendo y ratificaron nuevamente esperar la llegada del Capitán Dreke. En ese intervalo llega un jeep, procedente de Yaguaramas, conducido por el Pastor Bautista Raúl Suárez quien al enterarse de los hechos que se estaban produciendo había acudido hasta Horquita en disposición de brindar servicios religiosos así como de primeros auxilios.

Pasado el mediodía llega el Capitán Dreke con una Compañía de Milicianos pertenecientes al Bon. 117 y fuerzas de apoyo integradas por bazuqueros de Ejército Rebelde. Le informo lo referente a las fuerzas paracaidistas que se habían posesionado en un área de la carretera entre Horquita y el entronque de San Blas así como de la presencia y disposición del Pastor Raúl Suárez con un jeep para servir de ambulancia para trasladar los heridos que se produjeran durante los combates ya que sus fuerzas de lo único que disponían eran de camiones militares. El Capitán Dreke ordena que el jeep conducido por el Pastor Suarez y yo nos incorporáramos a la caravana de camiones donde iban los miembros de Bon. 117.

Emprendimos la marcha hacia el entronque de San Blas-Playa Girón –el otro terraplén que allí entroncaba une la vía Real Campiña-Central Covadonga con Playa Giron.

Antes de llegar a la curva de Horquita-San Blas la exploración del Bon. 117 cae en una emboscada preparada por los paracaidistas de la fuerza foránea estableciéndose un fiero combate y se reportan varios heridos,  ante esta situación el Capitán Dreke ordena montar en el jeep del Pastor Suárez una ametralladora 7.92 de fabricación checa y a varios fusileros con fusiles FAL en apoyo a la exploración y partir de inmediato hacia la zona de combate en la busqueda de los heridos en tanto él con el resto de los hombres se encaminaba a pie hasta el lugar.

Al llegar al mismo inicio de la curva fuimos recibidos por un barraje de fuego de fusilería, ametralladoras y morteros de 60mm, impresionante, muchos de los proyectiles impactaron directamente en el jeep produciéndose algunas bajas entre ellas, la del propio Pastor Raúl Suárez, quien recibió fragmentos de cristales del parabrisas del jeep en el rostro y en el interior de ambos ojos.

De inmediato abandonamos el jeep hacia el borde de la cuneta, retirando a los heridos que se encontraban en su interior, y una vez realizada esta operación de evacuación abrimos fuego de volumen-contención, sin mucha precisión, contra los lugares desde donde procedían los disparos —excepto el Pastor quien apretaba fuertemente entre sus brazos su Biblia. Más tarde en ese mismo combate resulté herido por un fragmento de metralla mientras disparaba hacia las fuerzas hostiles.

Como es conocido, la Brigada 2506 fue derrotada en menos de 72 horas, completamente aplastada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba. 104 invasores murieron y 1.200 fueron capturaron ocupándose una importante cantidad de material bélico. Aunque no por derrotados en Bahía de Cochinos las fuerzas anticastristas internas dejaron de enfrentarse al régimen de Castro produciendo alzamientos en zonas rurales, planificando y ejecutando numerosos sabotajes y atentados personales.

Al llegar el Capitán Dreke al escenario de combate, de inmediato y de pie, junto a su escolta-chofer Miranda, dando ambos muestras de un valor espartano pues el lugar se encontraba bajo un inmenso volumen de fuego con el cual los paracaidistas hostiles contenían y retenían a los miembros de las MNR, aquel primeramente identificó y organizó la línea de fuego de su tropa y más tarde ordenó a  Miranda, a pesar de la intensidad del combate, que volviera el jeep en U en dirección a Horquita para trasladar a los heridos hacia Yaguaramas encargándose personalmente de ayudarlos a montar, primero al Pastor Suárez, y ordenándome, por ser el que en mejor estado me encontraba, que con mi fusil automático FAL cubriera la retirada, y me señaló el área hacia la cual debía concentrar el fuego y que al montar al último herido también evacuara en el jeep. De esa forma nos convertimos en los primeros heridos en llegar al Puesto Médico de Campaña instalado en Yaguaramas donde se encontraba el Comandante René de los Santos, entre otros altos oficiales.

El Pastor Suárez quedó ingresado en dicho Hospital y remitido al de Cienfuegos, el que suscribe una vez atendido fui remitido en ambulancia hacia Aguada de Pasajeros desde donde continuamos rumbo a Varadero y recibido personalmente por Mario Díaz, Coordinador Nacional de la Campaña de Alfabetización y su hija Vivian, por Rolando Valdés Rondón, Delegado de la CTC-R ante la Comisión Nacional de Alfabetización y encargado de reunir y evacuar a todos los Brigadistas Pilotos “Conrado Benítez” que estaban en la Ciénaga de Zapata para llevarlos a Varadero y por el Dr. Baudilio Castellanos, Director del INIT, y el poeta Navarro Luna.

Un año después, el 17 de abril de 1962, el periódico “HOY”, bajo la firma de la periodista Ana Núñez Machín publicó un artículo titulado Los Brigadistas “Conrado Benítez” estuvieron presentes en Playa Girón” donde recoge a grandes rasgos parte de nuestra epopeya, acompañada de una foto, asi como la de otros Brigadistas Pilotos “Conrado Benítez” participantes.

Como la historia recoge la Brigada 2506 fue derrotada en menos de 72 horas, por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y las Milicias Nacionales Revolucionarias de  Cuba. 104 invasores murieron y 1.200 fueron capturaron ocupándose una  importante cantidad de  material bélico. Fue “la paliza de nuestras vidas”, diría un  abatido Kennedy mientras se preguntaba en voz alta por qué nadie le había disuadido de ello.

Como la historia recoge, la Brigada 2506 fue derrotada en menos de 72 horas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y las Milicias Nacionales Revolucionarias de Cuba. 104 invasores murieron y 1.200 fueron capturaron ocupándose una importante cantidad de material bélico. Fue “la paliza de nuestras vidas”, diría un abatido Kennedy mientras se preguntaba en voz alta por qué nadie le había disuadido de ello.

Como la historia recoge la Brigada 2506 fue derrotada en menos de 72 horas  por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y las Milicias Nacionales Revolucionarias de  Cuba. 104 invasores murieron y 1.200 fueron capturados ocupándose una  importante cantidad de  material bélico. Fue “la paliza de nuestras vidas”, diría un  abatido Kennedy mientras se preguntaba en voz alta por qué nadie le había disuadido de ello.

Aunque no por derrotados en Bahía de Cochinos las fuerzas anticastristas internas y externas, con su razón o sin ellas,  abandonaron su enfrentamiento contra el régimen de Fidel Castro, pero continuaron e incrementaron  la guerra civil dentro y fuera de la isla a través de infiltraciones maritimas y aéreas, tentativas,  planificaciónes y ejecuciónes de  actos de acción, sabotaje, planes de atentados personales hasta alzamientos en zonas rurales, todas ellas bajo la direccion y control  de la Agencia Central de Inteligencia(CIA) dentro del marco de la “Operacion Mangosta”; del Grupo de Misiones Especiales; del Programa de Múltiple Vía efectuadas bajo diferentes Administraciones estadounidenses.

Existe un viejo axioma entre profesionales de la guerra que dice así: “Leones en el combate. Caballeros en la Victoria” por ello ante todo un reconocimiento a los caídos de ambas partes, participantes de esa lucha fratricida, durante las acciones        combativas desarrolladas en el teatro de operaciones de Bahía de Cochinos, donde revolucionarios y contrarrevolucionarios dieron muestra de valentía y arrojo en defensa de sus respectivos principios, ideas e intereses, por igual.

Existe un viejo axioma entre profesionales de la guerra que dice así: “Leones en el combate. Caballeros en la Victoria” , por ello, ante todo, un reconocimiento a los caídos de ambas partes, participantes de esa lucha fratricida durante las acciones combativas desarrolladas en el teatro de operaciones de Bahía de Cochinos, donde revolucionarios y contrarrevolucionarios dieron muestra de valentía y arrojo en defensa de sus respectivos principios, ideas e intereses, por igual.

Notas:

  1.  Memorándum of the Meeting of National Security Council, Washington, Junuary 14 , 1960. Foreing Relations of the United States, 1958-1960 Vol. VI Cuba. US Goverment Printing Office, Washington, 1991, pp 742-743.
  2. Mensaje Clasificado , 31 de Octubre de 1960, del Director de WH 9, DCI, D/DCI, DDP del Fondo de Seguridad Nacional (NFS), Caja 61A, Anexo 4, 31 de Octubre de 1960

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