La dignidad no puede ser negociada.

Aprendan que cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad y la dignidad no puede ser negociada. Cortesia de Eduardo Machado En el primer día de clase, el profesor de “Introducción al Derecho” entró al aula y lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:¿Cuál es su nombre? Mi nombre es Nelson, Señor. ¡Fuera...