Demandan a excongresista David Rivera por trabajo para Maduro.

Interamerican Consulting, propiedad del exlegislador de Miami David Rivera, fue contratada por el régimen de Maduro para mejorar la “reputación” de PDVSA.

Fuente: AP, CA360, Resuen de Noticias

Interamerican Consulting, propiedad del exlegislador de Miami David Rivera, fue contratada por el régimen de Maduro para mejorar la “reputación” de PDVSA.

Una empresa de consultoría propiedad de un exlegislador de Miami fue demandada el miércoles, por el supuesto incumplimiento de un contrato por 50 millones de dólares con el régimen socialista del dictador venezolano Nicolás Maduro.

Según la demanda, PDVSA contrató a Interamerican a principios de 2017 para una labor de consultoría de tres meses con la intención de mejorar la “reputación a largo plazo” de PDVSA y su “posición” entre “grupos específicos” en Estados Unidos.

Pero la demanda afirma que el exlegislador cubano-estadounidense no pudo describir las labores que realizó, presentando únicamente dos de los siete reportes quincenales de progreso que había prometido mientras cobraba los primeros 15 de los 50 millones de dólares que se habían pactado.

En esos momentos, Maduro intentaba quedar bien con el gobierno del presidente Donald Trump, evitando críticas directas hacia el nuevo mandatario mientras canalizaba 500.000 dólares a su comisión de investidura a través de Citgo, la subsidiaria de PDVSA con sede en Houston.

Con Marco fuera del juego, David Rivera está en busca de santuario ...
Codiogoabierto360.com. Business is business. Recuerden que el GERENTE POLITICO (ELEGIDO)  no es más que un Administrador de los Fondos Públicos (IMPUESTOS) en tanto los CABILDEROS O LOBBISTAS  son intermediarios entre estos GERENTES y los GRANDES INTEREES quienes persiguen los CONTRATOS DE GOBIERNO. Similar ocurre con los AGENTES REGISTRADOS en favor de gobiernos extranjeros. Por lo tanto la política es en gran parte un inmenso negocio. Por ello muy poco puede hacer el ex congresista estatal David Rivera, sin contar con el apoyo y respaldo  su tradicional socio político de siempre —esta vez situado en una posición de poder político decisorio legislativa entre otras  política exterior estadounidense, y sus relaciones internacionales, — ambos formaron, o tal vez aun conforman, un excelente binomio cabildero-gerente político nacido desde su paso por el Congreso Estatal de la Florida, situado en Tallahassee. Binomio que han sabido manejar muy bien el papel del  Lobista “Bueno, Negociador quien cuenta con una amplia cartera de influyentes políticos estadounidense de origen cubanoamericano entre las altas esferas de la Gerencia Política ” (Rivera) que abarcan desde el Condado Miami[TP1] -Dade al Sur de la Florida hasta Washington presto a ponerse  en servicio de quien pueda pagar por ello en  tanto el Político Bueno, Trumpista y Anticomunista (hoy situado en el Senado  ¿?)  quien, por tanto tiene facultades para ajustar  las tuercas en contra de países quienes posteriormente buscan servicios de Corporaciones de Consultantes o Relaciones Publicas para tratar de suavizar las mismas. Ambos fueron conocidos en su época como “el Binomio de Oro” por su desempeño en la Cámara Baja de la Florida donde lograron a alcanzar un  enorme poder político y de influencia.

El plan fue un fracaso rotundo. Alentado por el senador Marco Rubio, quien organizó un encuentro en la Casa Blanca entre Trump y la esposa del activista opositor Leopoldo López, Estados Unidos incrementó gradualmente la presión sobre Maduro y en agosto de 2017 impuso la primera de una serie de sanciones cada vez más duras contra PDVSA.

Los 50 millones de dólares que PDVSA acordó pagarle a Interamerican, cuya dirección comercial es la residencia de Rivera en Miami, opacan los 12,5 millones que Maduro accedió pagar este año al despacho jurídico Foley Lardner, de Florida, a cambio de cinco meses de trabajo en relaciones públicas y labor de cabildeo. Foley Lardner eventualmente se retiró del acuerdo ante la indignación de críticos conservadores que acusaron a la compañía de colaborar con un dictador socialista.

La demanda afirma que Rivera “no llevó a cabo servicios significativos pactados en el acuerdo, y ciertamente no realizó el nivel de servicios que se pudieran esperar de manera razonable a cambio de una cuota de unos 17 millones de dólares mensuales”.

Desde entonces, el gobierno de Trump le ha entregado la propiedad de los activos de PDVSA en Estados Unidos, incluyendo Citgo, a representantes del líder opositor Juan Guaidó, a quien reconocen como el presidente legítimo de Venezuela.

Cuestionado sobre el contrato, Rivera respondió en un mensaje de texto que “pregunten a los 6 de Citgo” en referencia a los cinco estadounidenses y a un residente legal que están detenidos en una cárcel venezolana desde noviembre de 2017, seis meses después de que se firmara el contrato.

“Ellos manejaban toda la operación, incluyendo todo el dinero, en coordinación con la oposición venezolana”. En su respuesta Rivera mencionó al líder opositor Leopoldo López.

A lo que López, a través de un portavoz, negó cualquier participación en el contrato, el cual fue firmado mientras él aún estaba aislado en una prisión militar de Caracas.

Rivera no respondió a más preguntas y rehusándose a dar más explicaciones. La AP no pudo verificar su versión de manera independiente.

Rivera, de 54 años, ha estado involucrado en varias polémicas de índole electoral desde entonces, incluyendo orquestar el financiamiento encubierto de un candidato demócrata, cuya identidad sigue siendo desconocida, para enfrentar a su principal rival en una contienda parlamentaria del sur de Florida, así como una investigación estatal sobre si ocultó un contrato por un millón de dólares con una compañía de apuestas. Dicha pesquisa también involucra una posible malversación de fondos de campaña para pagar actividades de la cámara baja estatal que ya habían sido reembolsadas por el estado. Rivera nunca ha sido acusado de un delito.

Rivera cumplió un periodo en el Congreso entre 2011 y 2013, y en ese tiempo rindió homenaje a exiliados venezolanos que huyeron del régimen socialista, y fue copatrocinador de un proyecto que pretendía retener fondos a la Organización de Estados Americanos hasta que el organismo plantara cara al entonces mandatario Hugo Chávez por supuestas violaciones a la Constitución de Venezuela.

“Sólo sé lo que se reportó hoy en el New York Times. Pero si los hechos son los que se reportaron, serían noticias sumamente decepcionantes”, dijo el senador Marco Rubio en declaraciones a la prensa desde el Capitolio.

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