EL DIABÓLICO NEGOCIO DE LAS FIRMAS MUNDIALES DE RELACIONES PÚBLICAS

Por Peter Phillips *            –                 Fuente: Project Censored.

La expansión de las empresas de Relaciones Públicas y Propaganda (PRP) dentro de los sistemas de noticias en el mundo actual, ha dado lugar a una forma deliberada de gestión y manejo de las noticias. El mantenimiento continuo de los noticieros diarios, requiere un suministro constante y siempre entretenido de eventos estimulantes y noticias de última hora. Los medios corporativos dependen cada vez más de varias agencias gubernamentales y firmas de PRP como fuentes de dichas noticias.

La industria del PRP ha experimentado un fenomenal crecimiento desde 2001.

En 2015, tres grandes empresas de relaciones públicas, Omnicom, WPP e Interpublic Group, empleaban a 214.000 personas en 170 países, recaudando 35.000 millones de dólares en ingresos combinados.

Estas empresas no sólo controlan grandes volúmenes de riqueza, sino que también poseen una red de conexiones en poderosas instituciones internacionales con vínculos directos con los gobiernos nacionales, corporaciones multinacionales, órganos de formulación de políticas mundiales y medios corporativos.

En su libro “La Práctica de las Relaciones Públicas”, Fraser P. Seitel definió las relaciones públicas como “ayudar a una organización y a su público a adaptarse mutuamente”.

La propaganda puede definirse como la diseminación de ideas e información con el propósito de inducir o intensificar comportamientos o actitudes específicas.

Tanto las empresas de Relaciones Públicas como la propaganda buscan cambiar las conductas y las ideas de las masas, para que apoyen las agendas de las instituciones públicas y privadas. Como Douglas Kellner y otros investigadores han documentado, desde el 11 de septiembre las empresas de relaciones públicas han contribuido a aumentar los niveles de propaganda de los medios de comunicación.

Consideremos el caso del Grupo Rendon, una de las principales firmas de relaciones públicas que apoyó los esfuerzos de propaganda estadounidense durante las recientes guerras.

En la década de 1980, produjo propaganda de relaciones públicas para el derrocamiento del presidente de Panamá, Manuel Noriega. El Grupo Rendon también moldeó el apoyo internacional para la primera Guerra del Golfo, y en la década de 1990 creó el Congreso Nacional Iraquí.

El Grupo Rendon proporcionó las imágenes que movilizaron el apoyo público para una guerra permanente contra el terror, incluyendo las noticias falsas sobre el derrumbamiento de la estatua de Saddam Hussein en Bagdad, el heroico rescate de la soldado Jessica Lynch y los dramáticos cuentos de las armas de destrucción masiva iraquíes. Como James Bamford informó en un artículo publicado en 2005 en Rolling Stone, los documentos del Pentágono muestran treinta y cinco contratos con Rendon entre 2000 y 2004, por un valor total de entre 50 y 100 millones de dólares.

Las firmas de PRP han surgido como orquestadoras de información y noticias mundiales.

El mundo de hoy se enfrenta a un imperio militar-industrial-mediático, apoyado por las firmas de PRP, que es tan poderoso y complejo, que la verdad está mayormente ausente de las noticias o en todo caso, se reporta sólo en segmentos desconectados con poco contexto histórico.

A fines de 1999, Ben Bagdikian, autor de Media Monopoly y ex editor del Washington Post, estimaba que dos tercios de todas las noticias tenían su origen en firmas de relaciones públicas; En 2003, un artículo del Guardian estimó de manera conservadora que entre el 50 y el 80% de las noticias y las historias de negocios eran creadas por empresas de relaciones públicas.

El resultado de ello son noticias gestionadas por los gobiernos, las corporaciones y las firmas de PRP, a menudo entrelazados todos ellos entre sí, incluyendo tanto la publicación de historias específicas destinadas a generar apoyo público hacia cualquiero cosa, como la deliberada no cobertura de noticias que puedan socavar las metas e intereses de las élites capitalistas.

Las firmas de PRP ofrecen una variedad de servicios a las principales corporaciones e instituciones de todo el mundo. La mejora de la marca y las ventas son, sin duda, sus servicios clave.

Sin embargo, estas firmas ofrecen mucho más, incluyendo investigación y gestión de crisis para corporaciones y gobiernos, campañas de información pública, diseño web y promociones, y colocación de medios corporativos.

Hill & Knowton de WPP se enorgullece de presumir en su sitio web, de que prestan servicios al 50% de las empresas incluídas en el Fortune Global 500, a través de sus oficinas ubicadas en cuarenta países.

Junto con Fleishman y Hillard de Omnicom, Hill & Knowlton han sido las principales firmas de PRP que han trabajado con Monsanto para proteger su marca Roundup, que contiene el herbicida glifosato.

Roundup es el herbicida más utilizado en el mundo, vendido en más de 130 países, pero la Organización Mundial de la Salud declaró recientemente que el glifosato es un carcinógeno humano. A medida que los países comienzan a restringir su uso, las empresas PRP se preparan para proteger los beneficios de Monsanto.

Hill & Knowton de WPP también es bien conocida por su participación temprana en el Consejo para la Investigación del Tabaco (CTR), originalmente establecido en 1954 para contrarrestar el informe del Reader’s Digest de 1952, que vinculaba el cáncer con el tabaquismo. En 1993, el Wall Street Journal describió el CTR como “la campaña de desinformación más larga en la historia de los negocios de Estados Unidos” (AM Freedman y LP Cohen, “Smoke and Mirrors: How Cigarette Makers Journal, 11 de febrero de 1993.)

Fueron Burson-Marsteller de WPP quienes crearon la coalición Global Climate Coalition (GCC), coalición global del Clima, dedicados básicamente a negar los efectos del calentamiento global y las políticas contra la emisión de gases invernadero. De 1989 a 2001, el CCG ayudó a las industrias del petróleo y del automóvil a minimizar los peligros del calentamiento global. Los primeros miembros de la coalición fueron Amoco, American Petroleum Institute, Chevron, Chrysler, Exxon, Ford, GM, Shell y Texaco.

De 2007 a 2015 el gobierno federal de los Estados Unidos gastó más de 4 mil millones de dólares en servicios de PRP.

Estados Unidos emplea a 3.092 funcionarios de relaciones públicas en 139 agencias. Unos 2200 millones de dólares adicionales derivan a firmas externas para realizar Relaciones Públicas y Propaganda, encuestas, investigación y consultoría de mercado.

Las mejores firmas de PRP del mundo cosecharon millones de dólares en 2014 incluyendo Laughlin, Marinaccio & Owens ($ 87.98 M -millones de dólares-), WPP-Young & Rubicam Inc. ($ 57.5M), WPP-Ogilvy Relaciones Públicas ($ 47.93M), Omnicon-FleishmanHillard ($ 42.4 M), y Gallup ($ 42.0M). Burson-Marsteller de WPP ganó un contrato de 4.6 millones de dólares con el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos en 2005, para desarrollar una conciencia pública y educar a la población para un gran desastre, o un gran ataque terrorista en Washington DC.

Antes de la primera guerra del Golfo, Hill & Knowlton de WPP, nos ofrecieron un espectáculo falso de propaganda en las noticias.

Fueron contratados por “Ciudadanos por un Kuwait Libre” y finalmente recibieron casi 10.8 millones de dólares para llevar a cabo una de las campañas de relaciones públicas más efectivas de la historia. Hill & Knowlton ayudó a crear una indignación nacional contra Irak al dar a conocer los horribles acontecimientos supuestamente causados ​​por soldados iraquíes durante la invasión de Kuwait por parte del Iraq de Sadda Hussein.

En testimonio ante el Caucus de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, una joven llamada Nayirah declaró que vio a “soldados iraquíes entrando en el hospital de Kuwait con armas de fuego, y entrar en la habitación donde había 15 bebés en incubadoras. Declaró que sacaron a los bebés de las incubadoras, se llevaron las incubadoras y dejaron a los bebés en el suelo frío para que murieran”.

Lo que no se le dijo al público era que Nayirah era la hija del embajador de Kuwait en Estados Unidos y que su actuación estaba coordinada por la Casa Blanca y coreografiada por la empresa de relaciones públicas Hill & Knowlton en nombre del gobierno kuwaití.

Como reportó Johan Carlisle, el ex funcionario de la CIA, Robert T. Crowley, quien servía de enlace entre la agencia y las firmas de relaciones públicas, reconoció que “las oficinas de Hill & Knowlton en el extranjero…eran tapaderas perfectas para la CIA.

A diferencia de otros trabajos de cobertura, ser un especialista en relaciones públicas no requiere capacitación técnica por parte de oficiales de la CIA.

“Además, Crowley admitió que la CIA utilizó sus conexiones de Hill & Knowlton para publicar comunicados de prensa y hacer contactos con los medios…los empleados de Hill & Knowlton, a través de su pequeña oficina de Washington y desde otros lugares, distribuyeron este material a través de los activos de la CIA trabajando en los medios de comunicación de Estados Unidos”.

Una guerra global contra el terrorismo requiere de una justificación ideológica continua, dirigida a la masa de personas que instintivamente están en favor de la paz.

Las firmas de Relaciones Públicas y Propaganda, proporcionan una racionalización continua para justificar la guerra, sirviendo a las actividades de la propaganda del gobierno, a los contratistas militares, generando películas pro-bélicas de Hollywood, ayudando a la comercialización de juguetes bélicos, dibujos animados y productos relacionados.

Las técnicas para vender una marca comercial cualquiera, son esencialmente las mismas que se usan para hacer márketing para venderle una guerra al público.

Las empresas PRP producen anuncios creativos, visualmente estimulantes y emotivos que ponen de relieve a familias con hijos amorosos en peligro por culpa de los malos, protegidos por las autoridades oficiales, incluyendo las agencias de seguridad nacional, la policía o el personal militar: “Para llegar a ti, tendrían que pasar por encima de nosotros” , promocionó al narrador de “America’s Navy-the Shield”, producido por la firma de publicidad Campbell Ewald, que se emitió por primera vez en CBS durante el partido de Fútbol Americano de la marina del año 2014.

En mayo de 2015, el Navy Times informó de que la Marina había adjudicado su contrato de reclutamiento, “inicialmente valorado en 84,4 millones de dólares por año” a la firma neoyorquina Young & Rubicam.

Las tres grandes firmas globales de PRP son contribuyentes clave a la hegemonía global del capitalismo.

Las firmas de PRP y sus socios corporativos de los medios de comunicación ayudan a corporaciones, gobiernos y organizaciones no gubernamentales en un ataque ideológico incesante y en una “pacificación de las mentes” de las masas alrededor del mundo.

El mensaje general es la adquisición continua de productos materiales y el consumo, el deseo de una vida de lujo, el miedo a los demás, incluidos los terroristas, los criminales y los pueblos amenazadores, el apoyo a los estados policiales, la aceptación de una guerra permanente contra el terrorismo y la equiparación entre las empresas privadas y la gobernabilidad democrática. Esto es lo que Noam Chomsky llamó “ingeniería de la opinión y desfile de enemigos” (Media Control, Seven Stories Press, 2002).

La industria del PRP está altamente concentrada y es totalmente global.

Con 35.000 millones de dólares en ingresos anuales, las tres grandes firmas de PRP son componentes clave de la clase capitalista transnacional.

El principal objetivo de la industria PRP es la promoción del crecimiento del capital a través del control psicológico hegomónico de los deseos, emociones, creencias y valores humanos.
Las empresas PRP hacen esto manipulando los pensamientos y sentimientos de los seres humanos en todo el mundo.

De muchas maneras, las empresas de PRP son el motor ideológico del capitalismo, tanto por su influencia masiva en los medios corporativos mundiales como por su creciente papel en la propaganda de los gobiernos nacionales, incluidas las operaciones psicológicas en apoyo de una guerra permanente contra el terrorismo.

Quizá los movimientos democráticos puedan ofrecer alguna esperanza para el futuro.

Tomar conciencia de que existe el lado oscuro de la industria de la Relaciones Públicas y la Propaganda y su irrestricto poder de deformar las mentes es un primer paso importante.

Entre algunas medidas positivas adoptadas recientemente por parte de activistas para limitar el poder del PRP, cabe destacar que Quebec se ha convertido en una de las primeras regiones en prohibir la publicidad comercial dirigida a niños menores de 13 años. De hecho, tres generaciones de personas en Cuba han crecido sin Publicidad en sus vidas. Un grupo de estudiantes de posgrado de la Universidad de La Habana simplemente se rió cuando les pregunté hace cinco años si alguna vez habían deseado comerse un “Happy Meal” (menú infantil de McDonald’s). A ellos les parecía absurdo incluso considerar la idea.

También nosotros necesitamos entender la absurdidad de la industria del PRP, y movernos para eliminar su influencia de nuestras vidas, nuestras culturas y nuestro mundo.

* Peter Phillips es Profesor de Sociología Política en la Universidad Estatal de Somona.

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