Elecciones Presidenciales 2008.

Por qué apoyamos a Obama en el 2008

Parte I

Por Alina Alfonso. Consultora Política. Especializada en Campañas Políticas Mediáticas

Nancy P. D. Pelosi (D-California) 60mo presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos 2007-2011, junto a Alina Alfonso, Analista Política. Especializada en Campañas Políticas Mediáticas durante la Campaña Presidencial 2008

Nancy P. D. Pelosi (D-California) 60mo presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos 2007-2011, junto a Alina Alfonso, Analista Política. Especializada en Campañas Políticas Mediáticas durante la Campaña Presidencial 2008

Durante la campaña presidencial de Barack H. Obama -por el CAMBIO- en el 2008 la firma Inteligencia Política Estratégica a través de sus famosos Bancos Telefónicos  de Disuasión y Persuasión (BTDP), bajo mí dirección, realizó probono y sin “negociar” nada a cambio,  más de cincuenta mil (50K) llamadas entre votantes hispanos, afroamericanos y anglos registrados en el Departamento de Elecciones del Condado Miami-Dade en apoyo al candidato democrata.  Anexo a ello ejecutamos cinco “esquinas” frente a populares restaurantes, bastiones tradicionales y centro de tertulias de partidarios del Partido Republicano de origen cubanoamericano en horas de mayor trafico vehicular.

Deseo señalar que estoy registrada electoralmente como NO PARTIDISTA y que considero que muchos de los líderes políticos de ambos Partidos, Republicano y Demócrata, no están cumpliendo con la confianza y expectativas por los cuales los elegimos defraudando así la fe pública en los gerentes políticos. Es más el Partido Demócrata, un partido que tradicionalmente respondía a los intereses de la clase media, del “hombre común” y de los estratos sociales menos favorecidos  hoy se arropan en posiciones conservadoras e incluso ultraconservadoras –lo que  claramente le ubican como un partido heterogéneo, que tiende adaptarse a las circunstancias del momento y capaz de plegarse a la corriente de opinión de turno por mantener dentro de los Juegos de Poder.

Confieso que originalmente apoye a  Hillary  Clinton, por la que siento una gran simpatía y a la que aún considero mejor oradora, más preparada, muy contundente en sus propuestas, sobre todo por su fuerte criterio en lo referente a un seguro de salud universal y por contar con una mayor experiencia ejecutiva –por sus años junto a su esposo el presidente Bill Clinton en la Casa Blanca. Por ello me mantuve a su lado hasta que las primarias demócratas otorgaron la nominación a un brillante abogado afroamericano con una poderosa  y convincente oratoria política, pero sobre todo con una enorme capacidad para recaudar fondos de campaña. Al observar a Obama, después de ser nominado, veía como este le imprimía un sello político personal a su campaña que hacían que sumara voluntades, que creciera exponencialmente y mostraba que contaba con el apoyo de una corriente social, muy fuerte, la que con justa razón desconfiaba de los políticos tradicionales. Finalmente lo que más  me convenció fue observar que en tiempo real estaba imbuido en realizar cambios profundos.

Por qué la dirección de Inteligencia Política Estratégica tomo la decisión de apoyar la formula Obama-Biden.

Primero. Porque Estados Unidos estaba atravesando  momentos cruciales en su historia producto de los dos periodos de George W. Bush; del lamentable papel jugado por el Partido Republicano al frente de la Unión  los que provocaron trascendentales cambios en Norteamérica y el mundo; el que más amenazara las libertades civiles y rompiera el equilibrio de poderes de la democracia representativa americana habiendo conducido a la Nación al hundimiento moral y económico de la Nación.

Segundo. Porque la Administración republicana nos había involucrado en dos guerras: Afganistán e Irak conduciendo a la nación norteamericana hacia una profunda crisis económica que tendría repercusiones futuras en la calidad de  vida de sus ciudadanos, en la perdida de vida y severas lesiones en nuestros soldados y de inocentes vidas civiles afganas e iraquíes.

Tercero. Porque uno de los pilares de la Administración Bush  fue aplicar la Teoría de la Crispación, puesta en práctica por Kart Rove,  su estratega de campaña. estimulando el fundamentalismo religioso, como factor de poder político nacional, utilizando las creencias religiosas para infundir el temor, para enfrentar los avances de la ciencia, para desacreditar o descalificar la opinión de sus adversarios; el miedo a la repetición de actos terroristas, como el ocurrido el 9/11; la aplicación de campañas mediáticas de satanización y desmitificación de sus adversarios; a la utilización de insultos calificativos personales como:   “patético”, “enfermo”, “traidor” o “corrupto”, “negro”, etc..

Cuarto. Porque la Administración Bush-Cheney, con la aplicación de la Teoría de la Criptación, había logrado compulsivamente que el Congreso aprobara sin mayor oposición la invasión de Iraq, la intervención telefónica a los ciudadanos, el derecho del gobierno a revisar qué leemos en las bibliotecas públicas, chequear nuestras cuentas bancarias, hurgar en nuestro correo postal y mucho más a cambio de la “seguridad” ofrecida por el gobierno. Olvidando las palabras de Benjamín Franklin, uno de nuestros padres fundadores, cuando dijo: “Cualquier sociedad que sacrifica un poco de libertad para obtener un poco de seguridad no será merecedora de ninguna y perderá ambas..”.

Quinto. Porque necesitábamos contar con un líder capaz de restituir los valores morales que deben regir la acción de la Nación, en la paz o en la guerra y que devolviera los principios constitucionales vulnerados. De reparar el daño político y social en el tejido social humano provocado por la administración Bush con la puesta en práctica de leyes y órdenes ejecutivas que afectaron  las libertades consagradas en la Constitución y el espíritu de los Padres Fundadores. Un líder que nos permitiera recuperar las  libertades civiles,  restituir la Constitución, que evitara la ruina y empobrecimiento en aumento entre los sectores más vulnerables de la población, que salvara la economía, y trajera a nuestros soldados sanos y salvos de regreso a casa sin dejar de enfrentarse de manera eficaz al terrorismo.

Y ese líder era Barack H. Obama.

Continuare con “El por que voy a votar por Obama en 2012. Parte Final

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