Por Jaime de Andrade: 

Las imágenes hablan por sí solas, ante una sociedad cobarde, adormecida, carente de valores y de moralidad combativa, el Califato está ganando la guerra más importante: la del lenguaje y las ideas. Mientras los hombres europeos son cada vez más débiles y huyen ante cualquier confrontación, los miembros del DAESH están reclutando con éxito a miles de jóvenes en Europa para luchar por lo que ellos creen. Ahí reside el principal problema, ellos creen, nosotros, NO.

Es preferible no pensar en el regocijo que deben estar sintiendo los dirigentes y propagandistas de DAESH al ver estas imágenes de claudicación de los últimos atentados en Londres y en la Catedral de Notre Dame en París.

Teniendo en cuenta su propaganda y comportamiento, Internet se volvió en contra nuestra cuando el DAESH comenzó a usarla como un arma de guerra.

La música ha sido el lenguaje elegido por ciudades como París, Niza, Mánchester… para responder al terror. Claro síntoma de nuestra debilidad.

Para el DAESH, los conciertos son un signo de la degeneración de Occidente, porque, según ellos, exaltan lo puramente humano: sexo, canción y diversión. Todo esto, es una prueba más para los ideólogos del DAESH de que en Occidente hemos reducido la humanidad al entretenimiento y medimos nuestros derechos y valores sólo a ese nivel.

Sólo se puede tener valor frente a un ideal y no a canciones pop. Se muere por la Religión, por la Patria o por la Familia, conceptos que actualmente están muy alejados de la sociedad occidental.

Por no hablar del lenguaje utilizado en occidente, que los políticos de esta decadente sociedad, han contagiado al resto.

Después de cada ataque siempre escuchamos las mismas palabras cargadas de laxitud: “barbarie”, “intolerable”, “incomprensible”.
Intolerable significa que no se puede tolerar, pero toleramos a los predicadores salafistas y pretendemos que cualquier crítica del islam es islamofobia. Incomprensible es que se ha llegado incluso al extremo de prohibir a las autoridades de determinados paises, la divulgación de denuncias de violaciones, incluso de menores, cometidas por musulmanes, para que no sean estigmatizados.

En el partido de futbol disputado dias despues del atentado de Londres, en el que se enfrentaron las selecciones de Australia y Arabia Saudi, los jugadores australianos así como el público, guardaron un minuto de silencio por las victimas, entre las que había dos ciudadanas australianas; cosa que no hicieron los jugadores saudies, que siguieron hablando y su banquillo con el entrenador a la cabeza, que además es holandés, permanecieron sentados. Una falta de respeto y de consideración total. Ni un sólo reproche por parte de la FIFA.

“No podrán con nuestra democracia”, repiten los políticos una y otra vez. Pues parece que sí que pueden. Cada vez se nota más la inluencia en las elecciones de tal o cual atentado. Debidamente utilizado por los políticos para recriminarse unos a otros con el único fin del interés electoral.

Sólo conciertos, canciones de Jonh Lenon, velas y manos en alto….En cambio, en sus filas, la propaganda utilizada por el DAESH es letal. Sus videos están cargados de simbolismo religioso, de combate para alentar a los suyos. Ninguna propaganda de Estado utiliza la teología y la filosofía, además de referencias bíblicas, con tal destreza para reivindicar sus objetivos. Europa tiene que despertar y regresar a las raices de la cultura occidental. Tenemos demasiados ejemplos en la Historia, y todos aquellos pueblos que han seguido este camino, su final es desastroso.

El DAESH utiliza además una serie de técnicas de Marketing modernas, y lo adapta a su oratoria, debidamente mezclado con himnos, canciones religiosas, videos violentos . Son efectivos hasta tal punto, que son capaces de influir en sus seguidores hasta llegar a estos extremos. Utilizando técnicas para su expansión, que nos recuerdan al viejo comunismo cuando tenía alcance global.

Aunque la guerra sobre el terreno puede perderla el DAESH, en la batalla de las ideas no se detendrá: el DAESH es la primera ideología que usa Internet y sus recursos como arma de guerra a gran escala. Han comprendido muy bien, el alcance que puede tener una herramienta como Internet. No hace falta comprar un canal de televisión, para hacerse visible, ahora basta con un blog. Han comprendido muy bien la guerra moderna, y las tecnicas futuras de publicidad.

Creamos Internet para compartir información, expandir las relaciones sociales, escribir y poder ser leido en todo el mundo. La herramienta se volvió contra nosotros como un arma que recluta, expande una ideología y provee recursos para la guerra, además de inspirar ideas y formas para atentar. Mientras tanto nosotros no entendemos aun el gran trabajo que están desarrollando, y los tachamos de locos e inadaptados. Sin embargo esto no es así. El terrorista que atacó en la Catedral estudiaba un postgrado universitario, y según sus profesores era una persona inteligente y educada.

Se han bombardeado los territorios del DAESH, con unos costes económicos brutales, sólo hay que saber lo que cuesta cada misil, cada avión, cada helicóptero… , y los resultados han sido nulos. Si se sienten presionados en un sitio, reaparecen en Indonesia o Filipinas, o directamente infiltrados en las sociedades europeas. Otro problema radica en la visión que tenemos de las guerras. Occidente no tiene un concepto de la guerra que no sea a distancia, sin arriesgar sufrir bajas. Abundan las manifestaciones pacifistas en suelo europeo. Por el contrario, el DAESH ha resucitado la virilidad de la guerra, el combate cuerpo a cuerpo, la infantería tomando la posición. El DAESH, al contrario de lo que se piensa, es un gran conocedor de nuestra mentalidad, conoce mejor lo que implica la guerra y critica que nuestras poblaciones vayan a conciertos mientras los soldados están muriendo.

Políticamente hablando el DAESH es un movimiento populista e idealista, y con un cada vez mayor carisma social . Lo que atrae a miles de jóvenes que encuentran en esta ideología la contraposición a todo lo que representa un occidente totalmente debilitado por su ateísmo y su carencia de moralidad combativa, inoculada a la población, durante años, por políticos mundialistas, ateos y anti patriotas.

En Europa no hay hombres. La mayoría de las naciones están gobernadas por débiles o por mujeres. En España el Ministerio de Defensa está dirigido por una mujer. En Inglaterra el Ministerio de Interior lo mismo, y así sucesivamente. Mientras Angela Merkel asiste a una cumbre de Presidentes, su marido se va de excursión con las mujeres de estos.

El DAESH es capaz de despertar lo que nuestra cultura rechaza: que se puedan desarrollar ideales tan altos como para matar o morir por ellos. La prueba más palpable es que muchos de los que han nutrido sus filas, ni siquiera practicaban el Islam hace unos meses.
Son por tanto convertidos. Desarrollan un sentido de camaradería y de pertenencia al grupo extraordinario. Hasta tal punto de entregar su propia vida por su causa.

La Historia lo ha demostrado muchas veces, un grupo pequeño, pero bien disciplinado e ideologizado, puede ganarle la batalla a un grupo mayor y mejor armado, si este último carece de la moral necesaria. Sólo se requiere, que ese grupo, por pequeño que sea, encuentre un ideal, un motivo para pelear, y para entregar su vida. Y por lo que se ve, ya lo tienen, nosotros no.

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