Por Lindom LaRouche
En un artículo largo que va a aparecer el 6 de noviembre en el New York Review of Books titulado, “Despierta, Europa”, el pionero en fondos de apuestas especulativas, George Soros, de hecho le pide a Europa que ponga a Ucrania en forma para que lance otra ofensiva suicida en contra de Rusia en el este de Ucrania, algo bastante parecido a lo que hizo el Presidente Petro Poroshenko en agosto con su Endsieg [Victoria final] que culminó abruptamente con cientos de vehículos blindados del Ejército ucraniano ardiendo en llamas cuando fueron detenidos por lo que Soros alega fueron tropas rusas.
Soros llega al grado de admitir que es la crisis financiera la que lo está llevando a hacer su propuesta: “Europa enfrenta un desafío de Rusia a su propia existencia”. Pero Europa ignora esto:”Yo le atribuyo esto principalmente al hecho de que la Unión Europea en general y la zona del euro en particular perdieron su rumbo después de la crisis financiera del 2008″.
Soros teme que una Ucrania en quiebra, sin los estupendos rescates financieros del FMI y la UE, pudiera forzar al presidente Poroshenko a aceptar negociar con Vladimir Putin de Rusia. Soros, quien colaboró con los administradores nazis a apoderarse de posesiones de judíos en Budapest en la época de la guerra, no titubea para amenazar a Poroshenko con otra revuelta por parte de las tropas de choque de los Banderistas de la Maidan: “Si lo hiciera, habría renegado de los defensores de la Maidan; las fuerzas de resistencia se reactivarían entonces”.
Soros promueve incluso a los terroristas del EIIS, y se opone a una posible colaboración entre Estados Unidos y Rusia para tratar de acabarlos, insistiendo en que “eso sería un error trágico, con consecuencias geopolíticas de largo alcance. Sin subestimar la amenaza del EIIS, yo argumentaría que la preservación de la independencia de Ucrania tiene precedencia; sin ésta, hasta la alianza en contra del EIIS fracasaría”.
¡No se permite una colaboración EU-Rusia! ¿Y en cuanto a Europa? Que se hunda en el abismo: “Ha llegado el momento en que los miembros de la Unión Europea despierten y se comporten como países indirectamente en guerra. Les conviene más ayudarle a Ucrania a defenderse que tener que salir a pelear ellos mismos”.