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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto una solución integral a los problemas que se han acumulado entre Moscú y Washington.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto una solución integral a los problemas que se han acumulado entre Moscú y Washington. Según sus palabras, Estados Unidos puede levantar las sanciones contra Rusia si se logra un acuerdo para reducir significativamente las armas nucleares.
Al hacer esta declaración, Trump ha reiterado su compromiso con el enfoque realista de las relaciones internacionales. No puede eliminar esas sanciones ideológicamente motivadas inmediatamente después de su toma de posesión porque si lo hiciera, estaría sujeto a una nueva ola de críticas por parte de las redes globalistas en el gobierno y los medios de comunicación. En cambio, ahora está formulando una posible oferta que será anunciada en una reunión con Vladimir Putin. Trump llama a este tipo de oferta un “acuerdo beneficioso para todos”.
La pregunta clave
Establecer relaciones con Moscú será una de las cuestiones de política exterior más importantes a las que enfrente la nueva administración de la Casa Blanca. Trump necesitará demostrar en la práctica que es mejor negociador que Obama. Por lo tanto, es posible que pudiera conluirse en un tiempo récord un acuerdo con Rusia que sugiera una especie de distensión. La sociedad americana sufre de una serie de fobias arraigadas en la Guerra Fría. Una de ellos es el temor a una guerra nuclear con Rusia. Este tipo de sentimiento ha sido alimentado en gran parte por las administraciones anteriores con el fin de manipular a la población.
La presencia de armas nucleares modernas es un punto clave de la soberanía de estados tan grandes como Rusia y los Estados Unidos. Por lo tanto, es difícil prever una reducción significativa de los sistemas nucleares contemporáneos. Sin embargo, es posible que se reduzcan los tipos de armas nucleares más antiguos que ya no presentan ningún valor táctico o estratégico. Según los expertos, una parte significativa del potencial nuclear de Estados Unidos está constituida por este tipo de sistemas. Por lo tanto, esto no sólo sería una oportunidad para deshacerse de armas obsoletas, sino también una ocasión formal para avivar las relaciones con Moscú.
