Por José Fitanakis — Cortesía de intelNews.org
Durante la Guerra Fría, las agencias de inteligencia occidentales confiaban en legiones de especialistas soviéticos para dar sentido a las maniobras políticas del Kremlin. La Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos en particular, se dedicaba casi exclusivamente a la recogida de información sobre la Unión Soviética.
Eran tiempos en que los recolectores de inteligencia estadounidenses estuvieron activos en distintos países de la Unión Soviética principalmente con el fin de monitorear la actividad soviética.
La implosión de la Unión Soviética provocó una relajación de estos esfuerzos de recolección por parte de las inteligencias occidentales contra objetivos rusos, un proceso que se vio agravado por los ataques terroristas del 9/11 que desviaron la atención de los coleccionistas de inteligencia occidentales en la militancia de inspiración islamista en Oriente Medio y otras regiones de mayoría musulmana.
Las legiones de sovietólogos occidentales y especialistas Rusia vieron que sus carreras se estancaban, pues la lucha antiterrorista se convirtió en la palabra de moda predominante en los círculos de inteligencia.
Pero la reciente invasión y anexión de Crimea por Rusia está impulsando un nuevo examen de las prioridades de recopilación de inteligencia entre las agencias de espionaje occidentales.
Un reciente análisis pieza por la agencia de noticias Reuters sugiere que algunos planificadores de inteligencia occidentales ven los eventos en Crimea como “la demostración de una necesidad dramática de centrarse nuevamente” en Rusia.
Hay preocupación entre los especialistas de inteligencia, dice Reuters, por no haber habido señales en las semanas previas a la invasión de Crimea que indicaran que Rusia se encaminaba a una toma de control de territorio ucraniano.
Esta supuesta debilidad se acopla por la preocupación de algunos planificadores de política exterior acerca de que Occidente está potencialmente entrando en “una nueva era de […] confrontación con Moscú”, afirma la agencia Reuters.
Si esto es cierto, entonces las agencias de inteligencia occidentales tendrán que reponer su nivel de experiencia en Rusia, que, según algunos expertos de la inteligencia “, ha disminuido drásticamente” en la última década.
El artículo cita a Fiona Hill, un ex oficial de inteligencia estadounidense, que sostiene que el Departamento de Defensa y la Casa Blanca EE.UU. han perdido muchas de sus de la Guerra Fría de la época de los expertos rusos. ¿Dónde han ido estos expertos? Muchos ahora están jubilados o trabajan en el sector empresarial que está activo en el mercado energético de Rusia.
También hay una nueva generación, post-soviética de Rusia occidental expertos con años de experiencia que viven y trabajan en Rusia y que nunca han trabajado para los gobiernos occidentales. Estos expertos serán probablemente abordado por las agencias de inteligencia occidentales, dicen los conocedores.