El vicepresidente Elías Jaua informa de que la intervención fue satisfactoria y que en las próximas horas se sabrán los análisis de la lesión
Por Maye Primera
Hugo Chávez ya ha sido operado y se encuentra “en buena condición física”. Es la frase que resume el comunicado que hoy ha leído el vicepresidente venezolano Elías Jaua, para anunciar que el presidente salió bien librado de una cirugía a la que fue sometido en La Habana, para curar una lesión cancerosa alojada en el abdomen, en el mismo sitio donde hace ocho meses le fue extirpado un tumor maligno. Jaua no ha aclarado cuándo se realizó esta intervención, la tercera que enfrenta Chávez desde le fue diagnosticado un cáncer, en junio de 2011.
Sin un gesto en el rostro, sin periodistas que hicieran preguntas, Jaua ha leido una cuartilla de texto sobre el estado de salud de Chávez durante la presentación de la memoria y cuenta del Gabinete ante el Parlamento. El vicepresidente ha comenzado diciendo que la cirugía “se llevó a cabo según lo previsto, obteniéndose un resultado satisfactorio tras lo cual se ha programado un plan de recuperación a cumplir en los próximos días”. Lo previsto era que ésta se llevara a cabo entre el lunes y el martes de esta semana, según lo anunció el mismo Chávez antes de partir, el viernes, hacia La Habana. “El presidente Chávez se encuentra en buena condición física, en compañía de sus familiares y en contacto directo y permanente con el vicepresidente Ejecutivo y el Gobierno Bolivariano”, ha añadido Jaua, y la mayoría oficialista en Parlamento celebró la noticia al grito de “Pa’lante, comandante” y “Uh, ah Chávez no se va”.
Chávez admitió públicamente su enfermedad el 30 de junio del año pasado y desde entonces se ha negado a revelar qué órganos de su cuerpo han sido afectados por el cáncer ni en qué estadio de gravedad se encuentra. Hoy, el vicepresidente Jaua tampoco dio detalles al respecto. Sólo dijo que “se realizó la extracción total de la lesión pélvica diagnosticada, extirpándose además, el tejido circundante a la lesión” y que “no hubo complicaciones relacionadas con los órganos locales”. También informó que los signos vitales del presidente Chávez se han mantenido estables durante el postoperatorio y que “en las próximas horas se dispondrá de los estudios histológicos, que determinarán el tratamiento óptimo de la lesión”.
El presidente Chávez ha preferido llamar así, “lesión”, al segundo tumor de dos centímetros que ha reaparecido en algún lugar de su abdomen, que él no ha querido precisar. En ese mismo lugar tuvo, hace ocho meses, otra “lesión”, de un tamaño equivalente al de una “bola de béisbol”, según él mismo la describió, que le fue operada el 10 de junio pasado. A partir de entonces, entre julio y septiembre, se sometió a un ciclo de cuatro sesiones de quimioterapia, tres en La Habana y una Caracas. Al terminar el tratamiento, Chávez se declaró que estaba “libre de cáncer” y retomó su agenda pública de actividades. Su mayor aspiración, ha dicho a lo largo de este último año, es “vivir y vencer” en las elecciones presidenciales pautadas para el 7 de octubre próximo, en la que competirá por la reelección para un tercer mandato consecutivo de seis años.
El misterio que rodea la enfermedad del presidente venezolano ha dado pie a todo tipo de especulaciones acerca de la verdadera condición de salud de Chávez. Algunas informaciones extraoficiales, publicadas en medios internacionales de Brasil, España y Estados Unidos, indican que el pronóstico de salud es peor de lo que el Gobierno