DE LA GUERRA DE ANGOLA: Combate de Damba-Emboscada de Quibocolo, febrero de 1976 en su 40 Aniversario.

Por José R Alfonso

“El papel de Cuba en el mundo, desde 1959, carece de precedentes.  ¿Qué otro país del Tercer Mundo ha proyectado alguna vez su poderío militar mas allá de su vecindario inmediato?”… Piero Gleijeses. Por las razones que hayan sido y sin importar donde hoy, en tiempo real, nos encontremos,  nos sentíamos en aquel  entonces identificados plenamente con el pueblo angoleño y sin pedir nada material  a cambio estuvimos dispuestos a sacrificar lo más valioso que tiene el ser humano: la  vida, por ayudarlos. Foto: Dr. José R. Alfonso en el teatro de operaciones en Angola, vestido de UNIFIRME militar.

“El papel de Cuba en el mundo, desde 1959, carece de precedentes. ¿Qué otro país del Tercer Mundo ha proyectado alguna vez su poderío militar mas allá de su vecindario inmediato?”… Piero Gleijeses. Por las razones que hayan sido y sin importar donde hoy, en tiempo real, nos encontremos, nos sentíamos en aquel entonces identificados plenamente con el pueblo angoleño y sin pedir nada material a cambio estuvimos dispuestos a sacrificar lo más valioso que tiene el ser humano: la vida, por ayudarlos. Foto: Dr. José R. Alfonso, nuestro Publisher, arribo a Angola  noviembre de 1975, aquí aparece en el teatro de operaciones vestido de uniforme militar.

 Numerosos amigos, entre los que se destacan Piero Gleijeses –profesor de la política exterior norteamericana en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Universidad Johns Hopkins  y ganador en el 2002 del Premio Robert Ferrell de la Sociedad de Historiadores de Relaciones Exteriores de América por su libro Misiones en Conflicto donde recoge desde 1959-1976 todo lo relativo a la participación de Cuba en la descolonización de África (en particular la intervención cubana en Angola ); Hedelberto López Blanch –un versado escritor, entre otros temas, sobre el África subsahariana- y otros muchos le han pedido a nuestro director, Dr. José R. Alfonso, participante directo en la Guerra de Liberación de Angola que escriba sobre ese tema. Aprovechando la ocasión de que CODIGOABIERTO360.COM entrega a sus ínternautas diferentes  análisis de inteligencia sobre la Republica Popular de Angola y aprovecha la ocasión para brindarles un testimonio sobre uno de los combates más importantes sucedidos durante esa guerra.

DESARROLLO

Luego de ocupar militarmente Bembe el  2do. Bon. de Infantería de las FAPLA, se dirige hacia la ciudad de Negage donde radicaba el Estado Mayor del Frente Norte— cuya jefatura descansaba en el Comandante Víctor Shueg Colás), situada geográficamente al noroeste de Angola.

Una vez en Negage su  jefe Gonzalo del Valle Céspedes, Mayor de las FAR de Cuba, recibe la misión directa del Jefe del Frente de avanzar en dirección nordeste por un camino en mal estado que conducía hasta dos pequeños poblados -el primero Cuilo y pasando por el segundo, Bumbo, continuar con  rumbo al poblado de Lucunga, para acceder desde el poblado de Bembe a la ruta del poblado de  Damba, ocupado por fuerzas del Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA), los que tendrían que ser desalojados  de esa posición, efectuar operaciones de exploración y limpieza y de ahí continuar la marcha hacia adelante, atravesando el caserío de Quibocolo, hasta finalmente llegar y ocupar la ciudad de Maquela de Zombo, limite de la frontera con la Republica de Zaire.

La ruta a Lucunga-Damba está caracterizada por una elevada cordillera de difícil acceso con un difícil camino, parecido a una montaña rusa, que transcurre entre grandes precipicios a uno de sus lados. Lucunga aún estaba en poder de las FNLA y tenía prioridad su ocupación como parte de la estrategia diseñada por el Estado Mayor de las FAPLA-MLPA para terminar la guerra en esa zona del Frente Norte.

 En los últimos días de enero, una vez ocupada Lucunga, la columna integrada por varios camiones con infantería, tres tanques T-34, una Batería de BM-21, una Baterías de Morteros 120mm y 82mm. y otras armas de apoyo el Batallón de Infantería No. 2 continúa rumbo a Damba a través de un camino que elevándose forzaba la marcha de los motores. Damba dado sus características topográficas, enclavada en un terreno llano y desprovista de obstáculos naturales que favorecieran establecer una línea defensiva a las fuerzas enemigas (FNLA) facilitaban las maniobras de acercamiento y despliegue de las fuerzas de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola (FAPLA).

 Tomado el poblado de Damba, luego de ligeros enfrentamientos con el enemigo, se aseguró el entronque Damba-Camatambo mientras que una compañía de combate se preparaba para continuar por el camino Damba-Quibocolo estableciéndose una defensa combativa, de primer escalón,  en el borde delantero de la población.     

Entre la población de Damba vivían numerosos sacerdotes y monjas católicos, de nacionalidad española, quienes a pesar de desarrollar sus funciones en condiciones extremadamente difíciles habían sabido ganarse el cariño y respeto de la población, a los cuales el Jefe del Bon. 2, Mayor Gonzalo del Valle Céspedes, brindo ayuda logística y sanitaria que requirieron estableciéndose una corriente de colaboración entre los clérigos y la tropa que facilitaron la solución de diferentes problemas sin tener que recurrirse a la violencia.

 En Damba nuestros zapadores encontraron colocadas diferentes tipos de minas, desde las clásicas “caza bobos” hasta otras más poderosas y sofisticadas, incluyendo minas de proyección, lo que vaticinaba que de este poblado en lo adelante tendríamos que enfrentarnos a una fuerza enemiga profesionalmente más calificada. Casi al finalizar enero recibimos un ataque exploratorio de profesionales de la guerra  y combatientes del Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA) quienes ubicaron nuestras posiciones de avanzada, así como nuestra capacidad combativa.

COMBATE DE DAMBA  

El 31 de enero de 1976 sobre las 15:30 horas el jefe de exploración comunica al Jefe de Batallón que observaba el desplazamiento de una columna enemiga a una distancia menor de los ocho kilómetros que avanzaba hacia Damba por el camino de Quibocolo. El Mayor Gonzalo del Valle Céspedes ordena la inmediata disposición combativa del Bon., coloca a los combatientes en posiciones previamente señaladas antes de establecer contacto con la fuerza enemiga, ordena minar el terreno por donde debían pasar los transportes y tanques enemigo, sitúa tácticamente los tres tanques T-34 en el borde delantero y organiza el teatro de operaciones.

 Antes de llegar al borde delantero, el enemigo, integrado por numerosos soldados de fortuna blamcos, entabla combate por lo que no pueden ser alcanzados por los disparos efectuados por los cañones antitanques de 75mm. ni por los procedentes de los tanques T-34 y dando un giro de 180 grados inician una retirada. Al atravesar una pronunciada curva carente de protección desde los flancos el Mayor Gonzalo del Valle Céspedes ordena al Teniente Abel Olivera Iraola, del pueblo del Central “Baragua”, Provincia de Ciego de Ávila, Jefe de la Batería de Cohetes BM-21, que hiciera  fuego directo sobre el orden combativo de la columna enemiga, calcinándose prácticamente tanto a los medios de combate y transporte así como el material humano que la componían con un resultado final de más de ochenta muertos, entre combatientes del FNLA y  profesionales de la guerra, de estos últimos hubieron pocos sobrevivientes, escapando heridos algunos de ellos.

Posteriormente inteligencia conoció que estos soldados de fortuna eran dirigidos por un tal Coronel “Callan”, de origen griego-chipriota, que al más tarde ser capturado relato que no menos de 24 de ellos habían perecido en dicho encuentro.       

 Por nuestra parte la única baja lo fue el conductor mecánico de un tanque T-34 nombrado Juan Gallardo González, natural de Santi Spiritu, quien enardecido ante el fragor del intenso combate desplazo su equipo hacia delante buscando establecer contacto directo con el enemigo, siendo impactado por una de nuestras propias minas y quien me entrego antes de fallecer una foto de su única hija y la dirección de su domicilio para que les escribiera acerca de su muerte en combate. Cabe señalar que el tanque fue impactado también en su torreta por un proyectil M72 LAW disparado por uno de los soldados de fortuna, siendo rodeado por estos, no pudiendo ser inutilizado totalmente ante la continua resistencia de su tripulación la que a pesar de lo comprometido de la situación se mantenía combatiendo.

EMBOSCADA DE QUIBOCOLO.

 Un día después del Combate de Damba-Quibocolo, el 1 de febrero de 1976,  soldados de fortuna sobrevivientes del combate del día anterior habían ocupado Quibocolo, —situado a varios kilómetros de Damba— dirigidas por el propio Costas Georgia, alias coronel Callan, desde donde realizarían una emboscada de aniquilamiento dirigida específicamente contra el Estado Mayor y el Puesto Medico de Batallón, emboscada que se inicio al penetrar estos al interior del poblado.

 Desde el punto de vista militar  la emboscada fue todo un éxito, pues dejaron pasar, sin ser detectados,  la exploración, dos compañías de infanteria de combate, parte de la técnica pesada del Batallón (dos tanques T-34) y algunas armas de apoyo y al observar que se aproximaba los equipos automotores del Estado Mayor y del Puesto Medico de inmediato abrieron fuego de fusilaría y  lanzamiento de varios cohetes M72 LAW impactando uno de ellos próximo al el jeep del Jefe de Batallón, resultando muerto su chofer, un joven de 18 años de edad  nombrado Camilo Hernández Carmona,  además heridos Valentín Tamayo Núñez, el Oficial de Contrainteligencia que le acompañaba y en otro jeep resulto herido el Mayor Denis Vázquez del Rio, Sustituto para el Trabajo Político del Batallón.

El único error cometido por el “Coronel Callan” en esta emboscada fue disparar otro proyectil de M72 LAW contra un camión que marchaba cerca de los objetivos móviles del Estado Mayor y Medico, camión  que era utilizado por los zapadores e iba cargado de minas y cuya explosión provoco la muerte de su chofer, además la muerte inmediata de  tres soldados de fortuna coomo resultado de la onda expansiva generada,  dañando severamente también a otro soldado de fortuna nombrado Andrew Mc Kenzie, de nacionalidad inglesa, quien fue conducido y atendido en el Puesto Medico del Batallón y remitido, junto a los cadáveres de los tres fallecidos, al Puesto Medico de Regimiento, situado en el poblado de Damba.

Costas Georgiu, alias coronel Callan, también resultaría lesionado por la onda expansiva siendo sacado del lugar en una parihuela por sus compañeros quienes le transportaron de esa forma durante cinco días hasta que fueron vistos por campesinos de la zona por donde se desplazaban los que lo comunicaron de inmediato a la jefatura del Batallón.

El jefe de Batallón  ordenó de inmediato que me desplazara con un equipo medico reforzado junto a los  exploradores para su búsqueda y captura, con órdenes precisas de proceder a su captura vivo, pues por  orden superior estos serían presentados ante un Tribunal en Luanda para mostrar al mundo la presencia de soldados  de fortuna blancos en  Angola.

El día 5 de febrero de 1976 en horas del mediodía nuestra exploración hace contacto con la seguridad combativa que conducía al Coronel Callan originándose de inmediato por parte de ellos fuego de contención y hostigamiento para luego pasar a fuego de combate, ante la intensidad del mismo, estos decidieron  abandonar al Coronel Callan  resultando éste posteriormente capturado y conducido al Puesto Medico de Batallón dnde fue atendido y remitido al Puesto Medico de Regimiento.

NOTA

El Batallón No. 2 de Infantería, en la que el Dr. José R Alfonso, nuestro Director, fungió como Jefe de Puesto Medico de Batallón estuvo bajo el mando de Gonzalo del Valle Céspedes, Mayor de las Fuerzas Armadas de la República de Cuba quien arribo a Angola en octubre de 1975 al frente de una Centro de Instrucción Revolucionaria (CIR) en el Sur. Cuando las fuerzas militares sudafricanas invadieron territorio angolano por el Sur acompañadas por la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA),  del Valle Césspedes rompiendo cercos y evadiendo guarniciones sudafricanas logro llegar a Luanda, la capital del país, donde le fue asignada la Jefatura del  2do Batallón de Infantería del Frente Norte permaneciendo en el cargo hasta junio de 1976. Del Valle Céspedes es además autor de los libros Angola_ Memorias de un Internacionalista Cubano y Al Encuentro con lo Desconocido. Bajo su mando se desarrollaron más de 17 acciones combativas de mediana y alta intensidad. Ambos, el Mayor y nuestro director, finalizaron la Campaña Militar en el pueblo de Maquela do Zombo, en la provincia de Uige, límitrofe con la frontera de la Republica de Zaire.

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