“El hombre” de Trump en Miami

“You too” le ha contestado Trump cuando Otaola ha suspirado en el lenguaje camagueyano de Shakespeare: “You are the man”. ¡Así le dijo al presidente norteamericano! ¡Choteo que se perdió Jorge Mañach! Trump y Otaola -o al revés según la jerarquía- son tal para cual, alfa y omega, principio y final. Otaola el magnífico -“chisme, chisme, la gente quiere chisme”- dice Trump que es un tío de reputación. Votar por Trump es votar por Otaola. Imagen: Donald J Trumpo en compañía de Alex Otaola, el  Influencer’s de YouTube en Miami.

Por Arturo López-Levy —— Fuente: La Joven Cuba

Después de proclamarlo un “hombre de gran reputación” y recibir el halago “Tú eres el hombre” (así se decía de Batista el día del golpe de estado)- el presidente Donald Trump, depositó su bendición y manto sobre el nuevo líder que quiere para el exilio cubano de derecha: “Tú también eres el hombre”, “pásale la lista a Mario”- dijo el presidente Trump a Alex Otaola. Por el tono de jolgorio montado en el programa en que se transmitió la entrevista, la lista parece ser la obra magna de un grupo de vigilantes, con los nombres de artistas, intelectuales, reguetoneros, y cantantes, a los que habría que bloquear el ingreso a los Estados Unidos, por no querer sumarse a la cruzada macartista que se ha montado el alegado ex dirigente sindical de Radio Progreso.

“El hombre de los americanos” -así llamaban a Manuel Artime en el Miami anterior a la invasión de Bahía de Cochinos. Quizás aquel intelectual católico, que trabajó con Humberto Sorí Marin en la reforma agraria, fue el primero que disputó ese título después de 1959. La idea de Robert Kennedy, Frank Bender o Donald Trump es escoger a su cubano favorito, el talismán alrededor del cual todo el anticastrismo se debe agrupar. Si lo escogió la Casa Blanca, es el elegido. Tío Sam sabe más. ¿Cómo si no explicar lo lejos que ha llegado Estados Unidos y todas las dificultades que tiene Cuba? Si hiciese falta una nueva prueba de la pobreza y falta de perspectiva de ese razonamiento, basta ver la pendiente larga y declinante que va desde el doctor Artime al cantamañanas seleccionado por Trump el viernes pasado como su nuevo hombre en Miami.

El presidente Donald Trump, con amor de Mufasa, ha levantado al locutor en YouTube. Otaola es la esperanza redentora de la era Trump para Cuba y para Miami. Toda la historia de una manera de pensar destilada en la voz escogida por Washington para que hable por todos (cualquiera diría que ese todo es la raíz del totalitarismo). El nuevo Artime, José Elías de la Torriente, Jorge Mas-Canosa, el Moisés que Bill Clinton y los demócratas impidieron al devolver al castrismo a Elian, todos ellos fundidos en esta nueva alma camagueyana.  “Habemus Otaolus”, ayatollah con turbante, guía para el retorno a casa, hacia la Cuba prometida, a la maravilla de país que había antes de 1959. Esa Cuba que la revolución -ese “accidente” como lo llama Marco Rubio, del que solo Fidel y Raúl Castro tienen responsabilidad- nos interrumpió.

Mezcla explosiva de tres tradiciones: Savonarola, Roy Cohn y Chucha, la cederista. Foto: Alex Otaola/Facebook

El nuevo Savonarola que nos ha salido -y mira que los cubanos hemos producido Savonarolas a diestra y siniestra, con ático y balcón a la calle- ha ofrecido hacer una “lista roja” para «asesorar» al presidente. No quiere nada para él, solo pide que le quiten a los demás todo lo que se les pueda quitar. Como su antecesor florentino, aquel cura bañado de masas creyéndose Dios, que agitaba multitudes contra los Medicis y derribaba las estatuas patrocinadas por estos de Boticelli, Leonardo y el joven Miguel Angel, Otaola quiere un arte comprometido con su causa. Todo lo demás al fuego. Él es continuidad y va por más. Ha dicho varias veces que no se puede ser neutral, “hay que joderse” y joderle la vida a los demás.

“You too” le ha contestado Trump cuando Otaola ha suspirado en el lenguaje camagueyano de Shakespeare: “You are the man”. ¡Así le dijo al presidente norteamericano! ¡Choteo que se perdió Jorge Mañach! Trump y Otaola -o al revés según la jerarquía- son tal para cual, alfa y omega, principio y final. Otaola el magnífico -“chisme, chisme, la gente quiere chisme”- dice Trump que es un tío de reputación. Hay rumores que desde el viernes, Mike Pence no se pierde una directa suya.

Son los revolucionarios descontentos con la revolución que trasmiten las alegrías de cada caravana y festival anticomunista, las nuevas tribunas abiertas. “No entiendo nada” -canta Interactivo- “¿esto es Miami o esto es la Habana?”. No cubano decente, no te escapaste de la doble moral, la intransigencia y el choteo. Estás aún en el lugar de siempre, casi en la misma ciudad y con la misma gente. Lo único que ha cambiado es el signo ideológico de su soberbia.

¡Pasen señores! Pasen al show de Roy Cohn en versión camagüeyana. Al fin puede descansar el abogado de Trump, ayudante del senador McCarthy, perseguidor de homosexuales, siendo homosexual el mismo. Roy Cohn y McCarthy dejaron un legado de cacería de brujas e inspiraron el debate en el Congreso, con testimonio del embajador Earl Smith, sobre quién «perdió» Cuba.

Si Cuba se perdió es porque era de Estados Unidos, por lo menos del embajador Smith.  Esa isla donde “el embajador norteamericano era la segunda persona más importante detrás del presidente, y muchas veces la primera” fundó este Miami anticastrista radical. Cuba, traicionada por los liberales norteamericanos, que están conspirando en el gobierno profundo, en el “cuarto piso” del Departamento de Estado, en el New York Times con Herbert Matthews, en Hollywood con Robert de Niro, Meryl Streep (actriz “sobrevalorada de segundo rango” según el presidente Trump) y Danny Glover, en la academia que está “cundida de izquierdosos”, creyentes del cambio climático, el sistema de salud de cobertura universal, la ideología de genero y el lenguaje “políticamente correcto” donde a los afro-descendientes (así le dicen a los negros) hay que tratarlos como si vinieran de un lugar equivalente  a Europa. Dice Juan Manuel Cao, que ese Estados Unidos lleva un siglo traicionando el anticastrismo, “desde antes de Kennedy”, incluso antes de Castro,  “desde Franklin Delano Roosevelt”, que ante el auge comunista y los soviets contra Machado no usó la enmienda Platt.

A esas tradiciones, digan lo que digan los libros de historia de Estados Unidos sobre el daño del macartismo al prestigio y la democracia estadounidense, se suma  ahora el “comparte, comparte, comparte”, la agitación y propaganda aprendida en Radio Progreso. Hay camisetas que activan a la juventud cansada de que le pongan patrones de buena conducta, de las que hacía gala el exilio histórico con sus graduados de Belen y Lourdes. Sirven para movilizar a los recién llegados que aprendieron bien la doble moral de soldados de la revolución, “de frente y luchando”. Se trata de cambiarles el software ideológico en dirección contraria, pero sin tocar el hardware del choteo, la irresponsabilidad y la doble moral totalitaria.

Allí están los slogans #tocameelpito y #hayquejoderse, con el parón para pisotear libertades que son estrictamente individuales y decretar “lo que todos debemos hacer”. Esa mala manía de pensar y hablar en plural sin contar con uno: no remesas, no viajes, no ayudas, ni a la familia ni a nadie. Es la fuma de la caldosa cederista de la “compulsión social” de la que hablaba el comandante para los inadaptados: Así se tuerce el brazo a los de “conducta impropia”. Pregúntenle a Gente de Zona cómo ha tenido que entrar por la horca caudina. “Abajo la dictadura” para poner el sellito “Esta es tu casa Otaola”. De allí, a la plaza para gritar con Mike Pence: “Vuiva Quiuba Libre”. Así entra el hombre nuevo a la sociedad del Miami macartista: “atildados, comedidos y obedientes”. Aplaudiendo siempre.

“Braaavooo”- dice el anfitrión de la catedral del chisme, #chismezone que llega a la bajeza infame de acusar de ladrón por 250 000 dólares a un prisionero enfermo, que no se puede defender, detenido en Cuba, en juicio que el gobierno no ha explicado públicamente en ninguna parte. Nadie escapa de la lista roja.

¿Qué más respaldo podría querer Otaola? Tiene a Trump para su tejemaneje, traducido por Díaz-Balart, que lo ha proclamado el más grande luchador por la libertad del hemisferio. Es la guinda del cake de un programa para el odio entre cubanos, por el que desfilan una entrevista a Luis Almagro (vaya embarcada que le dieron a la OEA) mezclada en la misma pantalla con bretes y mensajes robados de un adversario masturbándose, “mami que rica tú estas”. Luego llega el director para Cuba de USAID y su perorata sobre cuanto avanza el “freedom de Cuba” se mezcla con groserías por cuanto brete hay en la farándula cubana.

Y siempre mucha persecución, acoso y odio. A artistas, al profesor Carlos Lazo que no le responde, a gente simple y hasta a sus propios admiradores. Se levanta como los sicofantes de la antigua Grecia y después del cafecito en La Carreta o El Versalles, se pregunta a lo Iroel Sánchez: ¿a quién voy a denunciar hoy? Vive de eso.

Votar por Trump es votar por Otaola. Foto: SBS News

Se cuenta que en la guerra civil posterior a la revolución de 1959, Fidel Castro orientó alzar falsas bandas bajo liderazgos de agentes propios para atraer a las mismas a aquellos que quisieran sumarse a la oposición armada al gobierno. Con esta mezcla de Savonarola, Roy Cohn y Chucha la del CDR, como “el hombre” de Trump para Cuba, no le hubiese hecho falta. Con enemigos como este, no se necesita amigos.

Trump ya tiene su “hombre” en Miami. Votar por Trump -en términos cubano-americanos-es hoy votar por Otaola. Si a ud le gusta el brete, la lista roja, el bloqueo, el parón para que Cuba explote de hambre y desesperación, vote por Trump. Si cree que el anfitrión de la catedral del chisme es la mejor representación de la comunidad cubano-americana, levántese temprano antes del 3 de noviembre, y vote por Trump. Él es su candidato. Share

*Arturo López-Levy. Profesor asistente de Relaciones Internacionales y Política en la Universidad Holy Names en California. Es un experto en América Latina, política estadounidense y cubana

2 Comentarios

1.- MIguel Saludes 21 octubre 2020 At 8:15 AM

Este individuo es un ser delesnable y oportunista. Por cierto tuve un encontronazo con el en cierto lugar de Miami pero ajeno a este asunto. Por más que he indagado nadie me pede dar un perfil excao de su trayectoria «politica y disidente».

Lo etiquetan con una larga estela de titulos¨(locutor, escritor artista periodista) pero salvo esta que aparece en este articulo no encuentro las de su titulado y nadie me sabe dar las coordenadas. Por lo demás Trump representa a un sector bastante amplio en este lugar donde la homofobia ocupa un sitio preponderante. A eso hay que añadir el menosprecio por lo que sea hispano, más allá de los ineterses en la obtencion de votos.

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2.- Jagger Zayas Querol 21 octubre 2020 At 9:14 AM

Este Otaola es tan despreciable que concentra en su persona la mayor cantidad y tipos de defectos humanos, aunque hay que tener presente que el guión de cada show generalmente no es de él. Su cerebro atrofiado no es capaz de hilvanar 3 palabras con sentido.

El solo es el payaso del choteo más asqueroso por cuya pestilente boca salen los más soeces y procaces epítetos y comentarios. Es una suerte de mercenario y prostituta…

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