Elecciones en Cuba, participación y polarización

La cifra del 68.58% de votantes en las recientemente celebradas elecciones de delegados a las asambleas municipales del Poder Popular ha llamado la atención dentro y fuera de Cuba. Si se tienen en cuenta otras elecciones de no obligada asistencia en la región —como las legislativas en Estados Unidos, con un índice de participación del 62,3%, o la segunda vuelta de presidenciales en Colombia, con un 58,17 %—, los números en la Isla no deberían alarmar. Sin embargo, al comparar la asistencia con procesos electorales similares celebrados con anterioridad en el país, se aprecia que entre los años 1981 y 2010 los no votantes nunca excedieron el 4% del padrón electoral. A partir de 2012 esos números empezaron a aumentar gradualmente y en la última elección ascendió a un 31%, casi tres veces la de dicha experiencia en 2017.

Observatorio sobre el Extremismo Político

La cifra del 68.58% de votantes en las recientemente celebradas elecciones de delegados a las asambleas municipales del Poder Popular ha llamado la atención dentro y fuera de Cuba. Si se tienen en cuenta otras elecciones de no obligada asistencia en la región —como las legislativas en Estados Unidos, con un índice de participación del 62,3%, o la segunda vuelta de presidenciales en Colombia, con un 58,17 %—, los números en la Isla no deberían alarmar.

Sin embargo, al comparar la asistencia con procesos electorales similares celebrados con anterioridad en el país, se aprecia que entre los años 1981 y 2010 los no votantes nunca excedieron el 4% del padrón electoral. A partir de 2012 esos números empezaron a aumentar gradualmente y en la última elección ascendió a un 31%, casi tres veces la de dicha experiencia en 2017.

(Nota: Los porcentajes fueron redondeados de forma estándar para simplificar su graficación)Aún no queda claro cómo se conformó el padrón electoral, y si se tuvo en cuenta a personas que, pese a estar inscritas como residentes en Cuba, se supiera que no estarían presentes en el momento de la votación. La información más precisa al respecto la ofreció la presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN), Alina Balseiro Gutiérrez, quien dijo al periódico Granma que «fue necesario realizar este proceso en atención a los cambios demográficos y urbanísticos, para lo cual se constituyeron comisiones de especialistas a todas las instancias».Sin embargo, más allá de la distorsión estadística que pudiera provocar lo antes mencionado, con 2623091 personas que no fueron a votar está claro que las actuales elecciones han registrado menor participación que las demás.

Comparan las boletas válidas en relación a quienes ejercieron su derecho al voto en los tres procesos de elección de delegados municipales anteriores, se aprecia un leve aumento de las papeletas blancas y anuladas. Lo mismo ocurre si realiza la comparación con los datos del referendo para la aprobación de la Constitución de 2019 y del Código de las Familias.

Aunque los datos disponibles hasta el momento no permiten determinar exactamente cuál es el porciento de personas que emitieron un voto válido en relación al padrón electoral (pues no se ha publicado la cifra neta de boletas válidas); a partir del porcentaje de boletas válidas, anuladas y en blanco, y el total del padrón electoral se puede aproximar que el 61,12% de los ciudadanos inscritos emitieron un voto válido.

Por tanto, un 38,88% de personas no concurrió a las urnas para ejercer su derecho al voto, anularon la boleta, o la dejaron en blanco. Esta cantidad también es considerablemente mayor que la de experiencias preliminares.

Si se comparan las boletas válidas en relación a quienes ejercieron su derecho al voto en los tres procesos de elección de delegados municipales anteriores, se aprecia un leve aumento de las papeletas blancas y anuladas. Lo mismo ocurre si realiza la comparación con los datos del referendo para la aprobación de la Constitución de 2019 y del Código de las Familias.

Aunque los datos disponibles hasta el momento no permiten determinar exactamente cuál es el porciento de personas que emitieron un voto válido en relación al padrón electoral (pues no se ha publicado la cifra neta de boletas válidas); a partir del porcentaje de boletas válidas, anuladas y en blanco, y el total del padrón electoral se puede aproximar que el 61,12% de los ciudadanos inscritos emitieron un voto válido.

Por tanto, un 38,88% de personas no concurrió a las urnas para ejercer su derecho al voto, anularon la boleta, o la dejaron en blanco. Esta cantidad también es considerablemente mayor que la de experiencias preliminares.

Nota: El porcentaje se calcula a partir de la cantidad de boletas válidas en relación al padrón electoral. La cantidad de boletas válidas se determina en 2022 mediante una aproximación con base en el porcentaje publicado por el Consejo Electoral Nacional (89,11%) y el padrón electoral (8 351 311).

Por otro lado, en cuanto a las características demográficas de los elegidos, si bien los hombres siguen siendo mayoría, se percibe un aumento del 8,8% en la cantidad de mujeres respecto a la pasada elección. Igualmente, ocurrió una leve reducción del 2,43% de los jóvenes menores de 35 años.

Medios de prensa, redes sociales y polarización

El proceso electoral cubano se desarrolla en medio de una crisis sistémica, con afectaciones considerables en lo económico, político y social, que han aumentado el descontento en la población de la Isla. Como ha ocurrido con experiencias anteriores, los medios estatales cubanos han convocado a votar como un deber ciudadano y revolucionario —aunque también aclararon que nadie podía ser sancionado por no hacerlo.

Mientras, la oposición ha llamado a no asistir a las urnas, anular las boletas o dejarlas en blanco como muestra del rechazo al sistema electoral y político. En redes sociales ambas campañas fueron identificadas con las etiquetas #YoVotoEl27 y #NoviembreDiceNo, respectivamente.

Muestra de la campaña a favor.

Según una publicación de Cubadebate, el presidente cubano Miguel Diaz-Canel Bermúdez declaró que «el proceso electoral ratifica queCuba mantiene su estabilidad política y social, independientemente de la asfixia económica». El propio medio se hizo eco asimismo de las palabras de la presidenta del CEN, Balseiro Gutiérrez, quien expresó que «los resultados demuestran el respaldo popular a sus representantes y la confianza en la Revolución».

La Agencia Cubana de Noticias calificó el ejercicio de «democrático y popular», así como una «responsabilidad ciudadana, porque se eligen a los representantes en los órganos de gobierno del municipio, principal estructura de gobierno en el país». En adición, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba citó las palabras de una ciudadana, que valoró el proceso como una muestra de «las fortalezas de la democracia socialista a través del voto directo y secreto en cada barrio».

Por su parte, medios de oposición como CiberCubaDiario de Cuba o ADN Cuba resaltaron la baja participación. Además, señalaron la falta de transparencia de las autoridades de la Isla, que no permiten la inclusión de observadores independientes; el acoso a activistas opositores para que no documentaran el proceso, la apatía de la población y la falta de condiciones óptimas en los colegios electorales para ejercer el derecho al voto con privacidad.

En cuanto a la prensa internacional, el periódico español El País subrayó «el factor de una abstención que es inédita ha irrumpido en el escenario político con una fuerza y una proyección difícil de predecir». Igualmente, la agencia EFE destacó la falta de conocimiento entre los electores de la importancia del proceso en la renovación del poder en la Isla y las funciones de los futuros elegidos.

Además de lo antes mencionado, EuroNews indicó la inexistencia de candidatos de oposición —a excepción de uno— y de encuestas de opinión públicas que expliquen la baja participación registrada. En contraste, las cadenas Telesur y RT en Español destacaron  la ausencia de incidencias en el proceso electoral, que sería el primero realizado bajo la Constitución de 2019.

Más allá de los diversos enfoques, está claro que las actuales elecciones son una evidencia más de la nueva relación del Estado y el Gobierno con la ciudadanía, que vaticina la necesidad de una gobernanza que apueste al consenso en lugar de a la unanimidad y el acriticismo.

El aumento del número de no votantes puede deberse a diversas razones. A falta de datos concluyentes de la prensa nacional y las autoridades, solo se puede especular y/o exigir aclaraciones. Del mismo modo, son imprescindibles la creación de mecanismos que favorezcan la transparencia, así como la evaluación del proceso con métodos no analógicos, la observación internacional y la investigación científica.

En tanto el gobierno se enfoque en validar a ultranza el actual sistema electoral, pese a sus evidentes limitaciones, y la oposición en negarlo rotundamente por no cumplir con los parámetros de la democracia occidental representativa; se aleja la posibilidad de buscar vías consensuadas para transformarlo en aras del desarrollo democrático.

***

*Nota: las cifras de los gráficos se obtienen del sitio oficial del Consejo Electoral Nacional y varios reportes de prensa estatal cubana.

Share this post:

Related Posts