En ríos revueltos

BBC Mundo, @ravsberg

Cuba acaba de clasificar entre los 5 países menos corruptos de América Latina, solo por detrás de Uruguay, Chile, Puerto Rico y Costa Rica, según se desprende del Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de la ONG alemana Transparencia Internacional.

Cuba acaba de clasificar entre los 5 países menos corruptos de América Latina, solo por detrás de Uruguay, Chile, Puerto Rico y Costa Rica, según se desprende del Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de la ONG alemana Transparencia Internacional.

Cuba acaba de clasificar entre los 5 países menos corruptos de América Latina, solo por detrás de Uruguay, Chile, Puerto Rico y Costa Rica, según se desprende del Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de la ONG alemana Transparencia Internacional.

Sin embargo, a pesar de esa percepción el tema parece a preocupar a los cubanos. La prensa nacional sigue con la política editorial del avestruz, pero las imágenes de los corruptos pasan, casi clandestinamente, de mano en mano en memorias flash.

La Contraloría General de la República audita incansablemente

El centro comercial de Carlos III en La Habana era el eje de una trama de corrupción gigantesca.

El centro comercial de Carlos III en La Habana era el eje de una trama de corrupción gigantesca.

cada empresa del país en busca de rastros que muestren la actividad de dirigentes corruptos o de jefes incapaces, los que normalmente se retroalimentan en su tarea de vaciar las arcas de la nación.

Ahora los ciudadanos quieren hacer su aporte en esa batalla. Dos blogueros, pertenecientes a muy diferentes generaciones de cubanos, le recomiendan a las autoridades que no busquen solo en las empresas y revisen el patrimonio de los cuadros de dirección.

Roberto Peralo, de La Joven Cuba se pregunta si “¿será tan difícil de identificar a los funcionarios corruptos?” y recomienda al gobierno “que en vez de auditar los estados financieros de las empresas auditen el nivel de vida de nuestros funcionarios”.

Dice que “el procedimiento es fácil”, y propone que se haga un balance de su patrimonio con los gastos para compararlo con su salario. Además insta a que “también hagan un análisis de dónde se encuentran trabajando sus familiares más cercanos”.

Lo interesante es que Noel Manzanares, un destacado intelectual que pertenece a otra generación y se caracteriza por sus posiciones de apoyo a la revolución, concuerda con la propuesta de que se audite el nivel de vida de los funcionarios y de sus familiares.

QPM.ORG: Jocosamente y en tono picaresco un amigo mió, exitoso hijo de Orúnmila Babá (Orula en la religión Yoruba) e Irunmolé Órisà (Babalwo) de profesión, radicado aquí en Miami, quien fuera antes de arribar a los EE.UU. un “triunfador” como director Comercial Regional en La Habana, frecuentemente nos comentaba que "Igba Nlo,Igba Nbo,Ile Aye O re bi Kan: "Tiempos van, Tiempos vienen, pero la tierra no va a ningún lugar". Recordando y describiendo los lujos con que vivía en Cuba y de los que aquí incluso carece, aduciendo que la “letra” fue la que le obligo a marcharse del país. Expresaba que a pesar de los controles sobre los estados financieros, arqueos de caja y auditorias realizados por el Estado jamás sus funcionarios encargados de esas funciones pudieron detectar ninguna anomalía a pesar de que sus ganancias eran regularmente de cientos de miles de CUP y en menor cantidad de CUC, y todo ello sin que intervinieran los Orisha. La formula aplicada era bien sencilla y muy bien aprendida por todos en Cuba, “mientras no te metas con “Patilla” (refiriéndose a Fidel Castro) puedes con inteligencia hacer de todo”. ¿Que describía por inteligencia nuestro Orúnmila Babá? El Lograr que los estados financieros, arqueos de caja y auditorias siempre estuvieran perfectamente cuadrados e incluso con algunos CUP y CUC de más y para ello había que lograr la "armonía de las partes" es decir que sus productos, cualesquiera que estos fueran, fuera dividida en tres partes en las que una tercera parte fuera destinada al consumo o compra por la red minorista y fuera vendida a la población a través de pizzerías, cafeterías, restaurantes, erreterias, tiendas de ropa, etc. mientras que las otras dos partes restantes fueran destinadas a la Bolas Negra, Paladares -en caso de productos alimenticios- y a cubrir demandas privadas. Esa es la ecuación matemática final para poder cubrir económicamente las exigencias del Estado y en tanto el dinero restantes pasa a las “arcas privadas”. Esta por demás decir que los frutos de esa dos partes vendidas ilícitamente, que reportaba la gran mayoría de la ganancia, había que distribuirla entre la red de conspiradores que participaban en la misma según el papel que les tocaba desempeñar alegando finalmente que mientras hubiera “dulces para todos” regularmente todos descansaban tranquilos y no se presentaba problemas con las autoridades, y que de esa forma incluso resultaban Vanguardias, ganaban Emulaciones y Premios, como casas en la playa entre otros, "producto de los resultados económicos y satisfactorios de sus Empresas". En lo que daban gracias a los Orishas, e incluso les ofrecían ofrendas, era por que las auditorias no realizaran sobre el nivel de la vida personal que sostenía, ni porque el Estado, por el momento, privatizara de forma colectiva sus empresas. Hacia muchos, pero muchos años de aquella famosa frase que acuñara el Ché (Comandante Ernesto Guevara en los primeros años de la revolución: "Aquí se puede meter la pata, pero no la mano"...

QPM.ORG: Jocosamente y en tono picaresco un amigo mió, exitoso hijo de Orúnmila Babá (Orula en la religión Yoruba) e Irunmolé Órisà (Babalwo) de profesión, radicado aquí en Miami, quien fuera antes de arribar a los EE.UU. un “triunfador” como director Comercial Regional en La Habana, frecuentemente nos comentaba que “Igba Nlo,Igba Nbo,Ile Aye O re bi Kan: “Tiempos van, Tiempos vienen, pero la tierra no va a ningún lugar”. Recordando y describiendo los lujos con que vivía en Cuba y de los que aquí incluso carece, aduciendo que la “letra” fue la que le obligo a marcharse del país. Expresaba que a pesar de los controles sobre los estados financieros, arqueos de caja y auditorias realizados por el Estado jamás los funcionarios encargados de realizarlas pudieron detectar ninguna anomalía a pesar de que sus ganancias, fuera de esos controles, eran regularmente de cientos de miles de CUP y en menor cantidad de CUC, y todo ello sin que intervinieran los Orisha.
La formula aplicada era bien sencilla, muy bien aprendida y practicada por muchos dirigentes administrativos en Cuba y consistía en que  “mientras no te metieras con “Patilla” (refiriéndose a Fidel Castro y a su revolución) podías lograrlo todo”.
¿Que describía por inteligencia nuestro Orúnmila Babá? El Lograr que los estados financieros, arqueos de caja y auditorias siempre estuvieran perfectamente cuadrados e incluso con algunos CUP y CUC de más y ello se lograba con la “armonía de las partes” es decir que los productos, cualesquiera que estos fueran, fueran divididos en tres partes en las que una tercera de ella estaba  destinada al consumo y venta a la población dentro de la red minorista, sea a través de pizzerías, cafeterías, restaurantes, ferreterias, tiendas de ropa, etc. mientras que las otras dos partes restantes serian vendidas en Bolsa Negra, a Paladares -en caso de productos alimenticios- y a cubrir las multiples demandas privadas existentes. La ecuación matemática “magica” era cubrir primero economicamente el requerimiento exigido por el Estado para posteriormente con el dinero restantes, producto de las ventas de las otras dos terceras partes, distribuirlo entre la red de conspiradores que participaban en la misma según el papel que les tocara desempeñar. Su volumen monetario era tal que siempre había “dulces para todos” por lo que regularmente  descansaban tranquilos y no se presentaba problemas con las autoridades, incluso “trabajando” de esa forma regularmente resultaban electos Vanguardias, ganaban Emulaciones y diferentes Premios, como casas en la playa entre otros. En lo que si daban gracias a los Orishas, e incluso les ofrecían ofrendas, era por que no se realizaran investigaciones sobre el nivel de vida personal que sostenía, ni porque el Estado colectivizara, pusiera en manos de los propios trabajadores las empresas, por aquello de que entonces  nadie se robaría a si mismo.
Habían quedado atrás desde hacia muchos, pero muchos años, aquella famosa frase que acuñara el Ché -Comandante Ernesto Guevara- en los primeros años de la revolución: “Aquí se puede meter la pata, pero no la mano”…

Si el gobierno quería que la población participe en la lucha contra la corrupción ya ha logrado que aporten ideas. Ahora solo hace falta ponerlas en práctica porque la gente común no tiene poder para promulgar leyes que transparenten las finanzas de los dirigentes.

Realmente lo recomendado por Roberto y Noel podría ser el camino más directo hacia la detección de los corruptos porque a muchos de ellos les gusta ostentar su “éxito”, hacen grandes fiestas, comen en restaurantes caros, compran carros, cambian de casa y pasan vacaciones de 5 estrellas.

Uno de los dirigentes corruptos tenía alquilado de forma permanente un automóvil de turismo que cuesta alrededor de US$1.500 al mes. O sea que se gastaba públicamente $36.000 mensuales cuando tenía un salario de $600. Eso sí que es multiplicar panes y peces.

Lo alquilaba en una empresa estatal y se hospedaba en hoteles turísticos caros y del Estado cubano, registrándose con su nombre y apellido. Todos en su barrio sabían en qué trabajaba y cuál era su nivel de vida. ¿Cómo pudo pasar desapercibido durante tanto tiempo?

La respuesta es sencilla, la gente no sabe si son privilegios que le tocan por el cargo o por el robo. La única forma de disipar esas dudas es que todos los dirigentes cubanos hagan de conocimiento público sus finanzas, su nivel de vida, su patrimonio y el de sus familiares.

La corrupción afecta a todos los cubanos porque mientras los funcionarios de Servicios Comunales se embolsan decenas de miles de dólares no hay dinero para recoger la basura.

Además de la recomendación de Noel y Roberto, el Estado podría dar a conocer las prebendas que le otorga el cargo a un cuadro dirigente para que la sociedad sepa que es legal. Por ejemplo, que todos utilicen su nombre cuando se hospedan en hoteles turísticos.

Aunque la prensa no informe, es inútil pretender esconder ciertos beneficios porque el carpetero después de registrar la entrada en el hotel se lo comentará a la camarera y ésta lo hablará con el que limpia las habitaciones y todos ellos con sus familiares y vecinos.

Esconder las prebendas legales que tienen los altos cargos solo sirve para crear el ambiente propicio a los corruptos, porque al final en medio de la opacidad que provoca el secretismo nadie sabe a ciencia cierta a quien le corresponde y quien se lo está robando.

Aunque la prensa no informe, es inútil pretender esconder ciertos beneficios porque el carpetero después de registrar la entrada en el hotel se lo comentará a la camarera y ésta lo hablará con el que limpia las habitaciones y todos ellos con sus familiares y vecinos.

Esconder las prebendas legales que tienen los altos cargos solo sirve para crear el ambiente propicio a los corruptos, porque al final en medio de la opacidad que provoca el secretismo nadie sabe a ciencia cierta a quien le corresponde y quien se lo está robando.

La corrupción afecta a todos los cubanos porque mientras los funcionarios de Servicios Comunales se embolsan decenas de miles de dólares no hay dinero para recoger la basura.

La corrupción afecta a todos los cubanos porque mientras los funcionarios de Servicios Comunales se embolsan decenas de miles de dólares no hay dinero para recoger la basura.

El gobierno pidió el apoyo del pueblo, pero cómo podría ayudar un ciudadano en la lucha contra la corrupción en medio de una oscuridad en la que no se distingue quién es quién. Roberto y Noel proponen una solución un tanto molesta pero muy efectiva.

Me decía un político latinoamericano, especializado en el tema, que todos estamos de acuerdo con la transparencia si se trata de los demás pero cuando nos toca desnudarnos a nosotros nos empieza a parecer un estriptis demasiado incómodo.

Sin embargo, no hay otro camino. La transparencia visibiliza la corrupción, lo cual la convierte en un sólido cimiento para construir una sociedad más virtuosa. Mientras no se avance en ese sentido, el río revuelto seguirá dando ganancias a los bandidos de cuello blanco.

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