En Tiempos de Blogosfera

CA360: Gracias Profesora López, la seguimos y admiramos. También agradecemos a La Joven Cuba, y en especial a Harold Cárdenas Lemus, por atraerla hacia la vía digital, donde sus análisis antropológicos y sociológicos son verdaderas joyas de altos quilates tanto para las nuevas generaciones como para las viejas, entre las que me encuentro — a pesar de que mi corriente de pensamiento es a favor de un sistema social democrático con una economía de mercado— y de seguro también para aquellos servidores de los Servicios Especiales que desde la sombra monitorean La Joven Cuba y que ciertamente, sin cuestionamiento alguno y en silencio, por ser cubanos que viven en tiempo real las circunstancias de la isla, se sienten identificados con los escritos de La Joven Cuba. Sus artículos de opinión, le aseguro, son seguidos por decenas de decenas de miles de internautas dentro y fuera de la isla. Profesora, nunca me acostumbré a adular a nadie, pero estoy convencido que usted y algunos miembros de la Joven Cuba serian excelentes y muy útiles Asesores Políticos de los Gerentes Públicos de primer nivel de la administración de gobierno y le escribe alguien que conoce al respecto. Por su alto valor sociopolítico-económico, CodigoAbierto36o, un sitio Web de Inteligencia Mediática de Fuente Abierta (OSINT), su Blog y su página de Facebook, reproduce sus artículos en su totalidad difundiéndolos más allá de toda frontera y en varios idiomas. Gracias una vez más Profesora, su admirador Dr. Alfonso, Publisher.

por Alina Bárbara López Hernández* (Palabras de presentación a su libro En Tiempos de Blogosfera)

La Joven Cuba y yo

Conocí a los editores del blog La Joven Cuba —Osmany Sánchez, Roberto Peralo y Harold Cárdenas— mientras trabajaba en la Universidad de Matanzas. Desde el principio valoré su empeño y lo mucho que han debido perseverar para mantenerse a costa de prohibiciones y desconfianza, ataques y etiquetas. A Harold en particular me une una entrañable amistad, de las que resisten al tiempo, la distancia y todo tipo de pruebas.

Me mantuve, sin embargo, como una lectora no muy sistemática del blog y rechacé con amabilidad sus solicitudes iniciales de colaboración. Reconozco sinceramente que me parecía un poco presuntuoso el convencimiento de aquellos muchachos en que el mundo de los medios digitales era la vía para proponer una transformación de la sociedad y la política cubanas que la prensa nacional no personificaba. Discrepé con Harold muchas veces y le advertía, casi sermoneando, que los medios que la gente consume masivamente son los que debían encabezar las transformaciones, que todos no pueden navegar por internet y que el tradicional periódico o los noticiarios televisivos tendrían que asumir una postura más crítica y activa, exigida incluso por la dirección del gobierno.

Casi una década ha transcurrido. El blog LJC cumplirá sus primeros diez años en el 2020. Yo también cumplí cada uno de ellos y he dejado atrás mi actitud de antaño. En la actualidad estoy convencida de que por diversas vías se incrementa el número de cubanos que accede a internet: en sus lugares de trabajo, pagando las elevadas tarifas de conexión tanto en las zonas wifi como en los datos móviles, mediante los paquetes semanales, viajando a otros países, o con la solidaria costumbre de reenviar a través de cuentas y redes de amigos los artículos y noticias que consideran significativos.

www.codigoabierto360.com

Igualmente he renunciado a la esperanza de un cambio inmediato en nuestros medios de prensa, que parecen vivir en un aislamiento casi absoluto respecto a la realidad. Constaté también que saludables costumbres como la polémica, la contrastación de ideas y el debate de opiniones, desconocidos en la sociedad y en la mayoría de los medios nacionales, son normales en la blogosfera.

No necesitaba más para decir: sí, acepto; la próxima ocasión en que mi joven amigo me pidió un trabajo para su blog. Ahora me identifico con orgullo como una colaboradora habitual de LJC, que ya sobrepasa los cinco millones de visitantes. Cada semana hago un ejercicio de catarsis cívica y, sin pretender imponer mis criterios a nadie —eso no funciona así en la red de redes, con sus foros abiertos—, pago a mi conciencia una cuota de responsabilidad.

Antonio Gramsci, un marxista italiano que durante años fue invisibilizado en Cuba por la manualística soviética, recomendaba: «es mejor elaborar la propia concepción del mundo de manera consciente y crítica y, por lo mismo, en vinculación con semejante trabajo intelectual, escoger la propia esfera de actividad, participar activamente en la elaboración de la historia del mundo, ser el guía de sí mismo y no aceptar del exterior, pasiva y supinamente, la huella que se imprime sobre la propia personalidad». Eso he tratado de hacer desde que descubrí que es el único modo de destruir la cárcel en que podemos llegar a encerrar al pensamiento. Mis escritos para LJC son parte del proceso.

Este libro reúne una muestra de los trabajos que he publicado durante casi dos años. Son una especie de híbridos entre el ensayo breve y el artículo de opinión. No soy periodista sino historiadora. No he podido —ni querido—, evitar entonces que la historia sea, más o menos de forma explícita, una protagonista de mis reflexiones. Lo que escribo nace del conocimiento del pasado y de las aspiraciones y necesidades que tengo en el presente, quizás muchas de ellas compartidas con los lectores.

ALH Matanzas, julio del 2019

Aquí puede descargar el libro En Tiempos de Blogosfera

Alina B. López Hernández  is a Professor and Tutor of Sociocultural Anthropology and an excellent Social and Political Scientist (sociologist and political scientist) from the University of Matanzas. Corresponding National Academic Member of the Academy of History of Cuba. In addition to sociopolitical analyst laureate of  La Joven Cuba . To contact the author:  [email protected]

2 Comentarios

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  1. 1Carlos el 19 agosto 2020 a las 3:24 PM ResponderPuedo decir que la Alina con el tiempo se pone «mas buena»! Y lo digo con todo el sentido y respeto de la palabra, pues ella entiende la realidad de Cuba, y del cubano. Es capaz de dialogar, debatir e incluso estar en desacuerdo con alguien pero de una manera respetuosa. Con el tiempo pudo cambiar su visión de los medios digitales, y gracias a eso, hoy es parte de la familia de autores que escriben en LJC.Gracias Alina.
  2. 2Castellanos el 19 agosto 2020 a las 3:26 PM ResponderEl panorama: La gran mayoría de los intelectuales cubanos que viven en la isla saben de los problemas que pueden buscarse con el sistema si se expresan libremente tal y como piensan. La maquinaria es tan fuerte que muchos han sido «tronados». No hay en Cuba libertad de expresión.Alina: Algunos en este foro la llaman «valiente». Yo prefiero llamarla «libre». Si bien es cierto que se necesita valentía para criticar algunos de los constantes errores del sistema viviendo allá, al final la valentía es un ejercicio de libertad.La Joven Cuba: Parece ser la plataforma natural de la profesora matancera. Fue aquí donde muchos la conocimos por primera vez y donde la hemos seguido leyendo.
    Al ser este un blog donde una parte importante de la audiencia cree que el socialismo es mejorable si se aplica bien, pues aquí la profe se siente como pez en el agua.
    No niego que a veces no coincido con sus escritos, pero escribe tan bien que me da pena contradecirla. 
    😀Yo: Los que han leído mis comentarios alguna vez saben que todo lo que huela a socialismo y comunismo no tiene nada que ver conmigo. Soy un ferviente apoyador de la democracia representativa y la economía de mercado. Sin embargo, disfruto sobremanera leer a Alina y hasta coincido en líneas generales con su pensamiento.
    Debe ser que estoy envejeciendo o que ella posee una fuerza irresistible en su pluma que me obliga a reflexionar. 
    🤨
    En cualquier caso gracias, profe, por ser una colaboradora de este sitio que se prestigia con su presencia.

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