Por Joseph Fitsanakis
Comandante del LNA es el mariscal de campo Khalifa Haftar, un viejo adversario del coronel Gadafi, que vivió en los EE.UU. bajo la protección de Washington durante varias décadas antes de regresar a Libia en 2011.
La ayuda militar secreta de los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, —que viola las sanciones de las Naciones Unidas— está ayudando a los rebeldes orientales de Libia a prevalecer en la guerra civil allí, según un nuevo informe.
Libia se ha mantenido en un estado de anarquía desde 2011, cuando un alzamiento popular respaldado por Occidente y sus aliados condujo a la desaparición del dictador del país, Muammar Gaddafi.
Actualmente, la facción más fuerte en la Guerra Civil Libia posterior a 2011 es el gobierno orientado hacia el este de Tobruk, que está afiliado con el Ejército Nacional Libio (LNA). El comandante del LNA es el mariscal de campo Khalifa Haftar, un viejo adversario del coronel Gadafi, que vivió en los EE.UU. bajo la protección de Washington durante varias décadas antes de regresar a Libia en 2011.
El Gobierno liderado por Tobruk es apoyado ostensiblemente por los Estados Unidos, pero también ha recibido ayuda rusa . El estatus del grupo se complica aún más por el hecho de que, en los últimos años, su ala militar, encabezada por Haftar, opera de forma semi-autónoma. Algunos creen que Haftar ha dejado de recibir órdenes de Tobruk y tiene aspiraciones de liderar su propia facción armada en Libia.
En febrero de 2011, poco después del estallido del levantamiento popular en Libia, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 1970, la que —entre otras cosas— prohíbe la exportación de material de guerra a Libia. La resolución fue reforzada en 2014 y hoy sigue en vigor. Pero el embargo de la ONU no pareció detener la dominación militar del LNA de Haftar. En los últimos meses, el grupo armado ha logrado extender su control sobre docenas de centros urbanos, instalaciones petroleras y bases militares y puestos avanzados en todo el este y centro de Libia. Hoy, el LNA es visto como la autoridad militar dominante en el país devastado por la guerra.
Ahora, un nuevo informe publicado por la ONU sugiere que la razón principal de las proezas militares del LNA radica en el apoyo secreto que recibe de los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. El informe fue publicado el viernes por el “Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 1970”, un grupo de expertos nombrados por la ONU para supervisar la aplicación del embargo de armas.
En su informe anual , el panel afirma que las fuerzas de Haftar recibieron asistencia militar significativa de los Emiratos Árabes Unidos en apoyo terrestre y aéreo. En concreto, el LNA recibió casi 650 vehículos blindados y no blindados en abril de 2016, así como helicópteros y aviones no tripulados. Estos últimos están ahora estacionados la base aérea de Al-Khadim, que fue construida específicamente por el LNA para albergar a los aviones suministrados por los EAU. Se cree que los Emiratos Árabes Unidos operan la base aérea de Al-Khadim, que se encuentra a unos 60 kilómetros al este de Benghazi, el segundo centro urbano más poblado de Libia.
El informe de la ONU continúa afirmando que gran parte del material de guerra llega a Libia a través de barcos que navegan desde Arabia Saudita y que algunas compañías bielorrusas también están involucradas en el traslado ilícito de helicópteros, vehículos no blindados y otros artículos a Libia.
Concluye que la asistencia material proporcionada por los Emiratos Árabes Unidos ha “aumentado significativamente el apoyo aéreo disponible al LNA”, lo que a su vez explica el impresionante desempeño militar del grupo en el último año. Los autores del informe señalaron que se pusieron en contacto con el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos con respecto a las conclusiones del informe, pero no recibieron ninguna respuesta.
