Necrotendencia y despoblamiento en Cuba (2021-2022)

La Isla se va despoblando aceleradamente, no solo por el crecimiento de la necrotendencia, sino por la falta de expectativa de futuro en el país, lo cual conduce a la salida de muchos de sus hijos, en particular los jóvenes, para trabajar, vivir y procrear en otros lugares del mundo.

escrito por Mario Valdés Navia 

En agosto de 2021 dediqué un post al análisis de las variaciones de la Tasa Bruta de Mortalidad (TBM) —cantidad de fallecidos por cada mil habitantes en un año—, o necrotendencia. Allí demostré que, tras descender de 8,83 en 1960 hasta menos de 7 en 1990, esta «comenzó a subir y se estabilizó entre 7,0-7,3 en una larga fase de meseta que persistió casi dos décadas. Esto cambiaría en 2008 (7,7), cuando nuevamente empezó a ascender».  En 2015 la TBM, con 8,9, sobrepasaba ya la de 1960 y persistió en un crecimiento sostenido hasta llegar a 10 en el año 2020.  

Teniendo en cuenta que según la Organización Nacional de Estadística e Información (ONEI), el resultado del 2020 no fue debido a la pandemia, ya que la cifra de muertes por enfermedades de las vías respiratorias se había contraído  respecto al 2019, apunté entonces en el referido artículo: «es de presumir que este 2021 llegue a ser muy superior por la elevada cantidad de muertes asociadas a la covid-19 y la incidencia perjudicial de las afectaciones al sistema de Salud en el tratamiento de otras enfermedades».

Sin embargo, los resultados que arrojan las estadísticas de salud recién publicadas por la ONEI superan cualquier expectativa nefasta: fallecieron 55 204 cubanos y cubanas por encima de los del año anterior. Analicemos estas cifras en su relación con la problemática del despoblamiento insular y el contexto actual del país.

De acuerdo con los Indicadores demográficos de Cuba y sus territorios 2021, en ese año ocurrieron 167 645 muertes, que al compararse con las 112 441 acaecidas en 2020, significaron 15 fallecidos por cada mil habitantes, es decir, un salto del 50% en la TBM. Esta cifra es muy superior al 9,3 del año precedente y a la tendencia histórica, ascendente desde 2008. Falta poco para que sea duplicada la TBM del año 1960 (8,8), cuando se iniciaba la etapa socialista de la Revolución.

Aunque en este informe parcial no aparecen las causas de muerte, es evidente que el incremento de fallecidos supera en 6,7 veces la cifra de 8 177, declarada oficialmente como muertes totales por Covid-19 en 2021. Hallo que existen dos factores fundamentales que pueden incidir en esta incongruencia: no declarar como víctimas de la Covid-19 a muchos de los fallecidos por ella, y el incremento notable de otras causas de muerte; aunque a la vista del ciudadano común no parezca que esto haya ocurrido de manera notoria.

Si bien en Cuba no se habla de él, es importante tener en cuenta que a nivel internacional se presenta lo que la OMS ha denominado Exceso de mortalidad por la Covid-19. A partir de la diferencia en el número global de fallecidos entre enero de 2020 y diciembre de 2021, y el que se esperaba en ausencia de la pandemia, la OMS estimó unos 15 millones de muertes relacionadas con la covid-19 por razones directas e indirectas. Esto representa el triple de los informados oficialmente en los países encuestados; siendo India, Rusia, Indonesia y EE.UU. los de mayor mortandad.

Según el estimado de la OMS, seis de cada diez víctimas de la Covid a nivel mundial no fueron informadas como tales en los balances oficiales. La diferencia se imputa a las llamadas causas indirectas, aquellas afecciones que no pudieron ser tratadas debidamente ante la congestión de los sistemas de salud por la pandemia. Países como México utilizan una metodología similar a la OMS para acercar las estadísticas oficiales a la realidad.

¿Es esta la causa principal del crecimiento galopante de la necrotendencia en Cuba en el 2021? ¿Será tenida en cuenta la categoría Razones indirectas del exceso de mortalidad por la Covid-19 en las estadísticas cubanas? A falta de datos oficiales de la ONEI sobre las causas de muerte en 2021, no creo correcto especular ahora con posibles respuestas. La salida del Anuario Estadístico de Salud 2022 traerá las estadísticas oficiales; mientras, analicemos otros datos interesantes de los indicadores recién publicados, más allá de la necrotendencia.

(oto Reuters)

Llama la atención que la TBM es mayor en las provincias de alto nivel de desarrollo relativo en el país, pero donde la población está más envejecida: Villaclara (18,3), Cienfuegos (17), Ciego de Ávila (16,7) y La Habana (16). Mientras, en las provincias orientales y la Isla de la Juventud se mantienen entre diez y quince.

Esto se debe también a la combinación de dos factores adversos que reducen la variable población total. El primero es la disminución de la natalidad debido al crecimiento de la edad media y mediana a niveles muy altos: 41,2 y 42,3 y, peor aún, su elevación por encima de la media en las mujeres a 42,2 y 44 respectivamente, edades en que aumentan los factores de riesgo para un embarazo.

El otro factor es la decisión de muchas parejas jóvenes de no tener hijos, o no tenerlos en Cuba. En 2021, nacieron vivos 93 093 bebés; estos fueron 5 945 menos que el año anterior. Así, los que no nacen no aparecerán nunca en el cálculo de la mortalidad, pero deben ser tenidos en cuenta como aquellos que jamás llegaron a engrosar la cantidad de población que debimos tener en condiciones de paz, y que no tuvimos por un conjunto de razones socioeconómicas y políticas.

En el contexto actual, responder la pregunta de si nacerán más o menos cubanos en el año 2022 se torna agónico. Si no se superan, o al menos se atenúan, las causas principales que llevan a las parejas a evitar reproducirse (crisis económica, ingresos insuficientes, falta de vivienda propia, alto costo de la canastilla y manutención del bebé, falta de posibilidades para la realización personal a través del trabajo honesto, derechos civiles y políticos conculcados, desconfianza en el Gobierno/Partido/Estado) es muy difícil que logremos elevar la cantidad de nacimientos.

A las razones que explican el incremento de la TBM, se suma el incremento de la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) en 2021 a 7,6 por mil nacidos vivos, la más alta de los últimos veinte años y un 55% mayor que la de 2020. El MINSAP expresó que detrás de este aumento se encuentra el «complejo panorama epidemiológico» que vivió la Isla. Su ministro reconoció que, pese al esfuerzo del personal de salud durante la pandemia, los resultados estaban por debajo de los esperados.

(Foto: Alenxander Menighini / Reuters)

En medio de tantos factores adversos, los estadísticos calculan para Cuba una población de 11 113 215 habitantes al cierre de 2021. Esto representa 68 380 personas menos (−6.1%) respecto a la cifra del 31/12/2020, que era de 11 181 595. Es lógico valorar como muy optimista este cálculo si se tienen en cuenta que, según datos del US Customs and border Protection, solo entre mayo de 2021 y el mismo mes del 2022 arribaron a EE.UU. 102, 142 cubanos (42,142 el año anterior y 60 000 en lo que va de este).

¿Y los que se largaron al resto del mundo, en qué estadística cuentan? Es preciso que la ONEI incluya los datos de emigración externa como una variable indispensable en sus estadísticas y estudios; de lo contrario, investigadores y público en general estaremos haciendo análisis incompletos y sesgados.

¿Qué pasará con la población cubana en 2022? Si ya la pandemia no está en su clímax, pero ahora los EE.UU. abren las puertas a la emigración legal (20 000 del 2022 y 100 000 de los cinco años anteriores), de no introducirse reformas en el actual entorno desfavorable del país en lo económico, social y político, sería ilusorio considerar como una posibilidad real el compensar de manera natural la población que podría perderse en el resto del año por el flujo migratorio que se avecina.

Es preciso que el Gobierno tome medidas concretas y eficaces para incentivar a las parejas jóvenes a tener hijos, ayudándolas a paliar sus necesidades materiales perentorias; pero, además: ¿por qué no ir más allá de autorizar la repatriación de cubanos emigrados y sus inversiones en Cuba, y se les brindan a estos igualmente condiciones preferenciales, más amplias que las concedidas a los inversores extranjeros, similar a lo que hicieron China y Vietnam con gran éxito?

Por otra parte, ¿acaso Cuba ha renunciado definitivamente a estimular la inmigración de trabajadores extranjeros y sus familias, reconocida universalmente como vía expedita para aumentar la población en países envejecidos y en vías de despoblamiento?  Fuimos un ajiaco de pueblos de cuatro continentes, hoy somos un organismo humano envejecido y necesitado también de sangre fresca y gente emprendedora de otras latitudes. Sean o no de origen cubano.

La salida de la situación crítica que reflejan las estadísticas demográficas parciales del 2021 y las esperadas para 2022, pasa por el debate nacional, libre y abierto, del ¿Quo vadis Cuba? La Isla se va despoblando aceleradamente, no solo por el crecimiento de la necrotendencia, sino por la falta de expectativa de futuro en el país, lo cual conduce a la salida de muchos de sus hijos, en particular los jóvenes, para trabajar, vivir y procrear en otros lugares del mundo.

Estos temas pueden plantearse desde la demografía, sociología o economía, pero su solución es política. Mejor emprenderla cuando aún quedamos suficientes cubanos y cubanas dispuestos a levantar el país; pero cuidado con el tiempo: cada año somos menos y más envejecidos.  

AUTOR

*Mario Valdés Navia. Profesor Titular de Historia, Metodología de la Investigación y Pensamiento Cultural Latinoamericano. Investigador social, especializado en los estudios sobre la vida y obra del Apóstol cubano José Martí y la Historia de Sancti Spiritus, Cuba. Doctorado en Ciencias Pedagógicas y Diplomado en Administración Pública. Profesor y Jefe de Departamento en las Universidades cubanas de Sancti Spiritus y la de Ciencias Informáticas (UCI) en el Centro de Estudios Martianos de La Habana. Investigador Auxiliar. Profesor Invitado a Universidades de Brasil, Haití y El Salvador. Coautor de varios libros sobre temas de Didáctica de la Historia y Pensamiento de José Martí e Historia de Sancti Spiritus. Escritos ensayos sobre temas de Historia Cultural de Matanzas, Cuba y problemas actuales de la economía y la sociedad cubanas. Para contactar al autor: [email protected] 

Share this post:

Recent Posts