Nueva tasa de cambio: ¿Diez pesos por un CUC?

Por Javier Ortiz*  –   Cortesía de OnCuba.com

La primera nueva tasa de cambio entre el peso cubano y su hermano convertible no es ningún secreto, de hecho apareció publicada en una edición extraordinaria de Gaceta Oficial de la República, en enero de 2013: diez pesos cubanos por cada peso convertible. Pero se trata de una conversión en una sola dirección; de CUC a CUP, no al revés.

La primera nueva tasa de cambio entre el peso cubano y su hermano convertible no es ningún secreto, de hecho apareció publicada en una edición extraordinaria de Gaceta Oficial de la República, en enero de 2013: diez pesos cubanos por cada peso convertible. Pero se trata de una conversión en una sola dirección; de CUC a CUP, no al revés.

Una parte del experimento de la eliminación de la doble moneda empezó hace años. Como ahora tantos economistas dan a entender, la desaparición del peso convertible (CUC) pasa primero por la unificación de los dos tasas de cambio vigentes.

Ese proceso ocurrirá por la devaluación de la tasa oficial (1CUC por 1CUP), que deberá aumentar hasta encontrarse con la tasa de las Casas de Cambio, CADECAS (1CUC por 25CUP). La desaparición de la dualidad monetaria requeriría una “tasa unificadora.”

La primera nueva tasa de cambio entre el peso cubano y su hermano convertible no es ningún secreto, de hecho apareció publicada en una edición extraordinaria de Gaceta Oficial de la República, en enero de 2013: diez pesos cubanos por cada peso convertible. Pero se trata de una conversión en una sola dirección; de CUC a CUP, no al revés.

Durante meses, corrió casi en forma de rumor que en Cuba había empresas estatales trabajando con esa tasa especial, pero no se mencionaba cuáles ni desde cuándo. Desde Colombia, el economista Pavel Vidal, ex especialista del Banco Central de Cuba, comentó en una entrevista a la revista Espacio Laical que la Resolución 9 de 2013 del Ministerio de Finanzas establecía una nueva tasa de cambio especial para la venta de productos agrícolas al turismo.

Luego, el ex ministro de Economía José Luis Rodríguez escribió un artículo para el sitio web El Economista de Cuba, donde menciona una “tasa de cambio que han llegado a 10 CUP por CUC.”

En sí, la Resolución 9 de 2013 no menciona la terminología “tasa de cambio” por ninguna parte: se habla de una compensación que se adiciona a la tasa oficial de cambio (1×1). La compensación proviene del Presupuesto del Estado y se aplica en beneficio de los productores que comercializan productos agrícolas (flores incluidas) a los hoteles y entidades gastronómicas del turismo.

La Resolución da a entender que existe un fondo en pesos cubanos, establecido dentro del Presupuesto del Estado y asignado al Ministerio de Turismo, para realizar esta conversión, que compensa las desventajas de la tasa de cambio uno a uno. Una parte de las facturas son manejadas por la Casa Financera FINTUR S.A., que funciona como un intermediario que tramita los pagos.

La compensación existe desde noviembre de 2011, cuando se armó el andamiaje legal que permitió la venta mayorista de las cooperativas y campesinos al sector turístico. En enero de 2013, su cantidad aumentó de 7 pesos a 9, para incentivar a los productores, según explica la Resolución que introdujo el cambio.

El vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Economía, Marino Murillo, comentó en una ocasión que la venta de productos de los campesinos a los hoteles representaba un problema por el tema de las diferentes monedas con que operaban la agricultura y el turismo, aunque sin mencionar cuál era el problema real… que es bastante complejo.

Convertir diez pesos en un CUC no es operación simple. Lleva su dosis de matemática. De acuerdo con la Resolución 9, los establecimientos turístico “reciben las correspondientes facturas en pesos cubanos (CUP), dividen el importe de estas entre el resultado de la suma de la compensación fijada por cada peso convertible, más la tasa de cambio aprobada por el Banco Central de Cuba, consignan la cifra obtenida en sus registros contables y en la orden de pago que libren en pesos convertibles” (…).

En términos simples: si un hotel recibe una factura de 1000 pesos cubanos por sus compra, debe  dividir mil entre uno más nueve, y luego emitir una orden de pago en 100 pesos convertibles.

De no existir esta compensación, los hoteles y demás instalaciones turísticas deberían pagar un peso convertible por cada peso cubano que costaran los productos. En ese caso, por ejemplo, si el campesino vendiera un melón en 20 pesos cubanos, un hotel debería pagar 20 CUC. Con la compensación, el campesino recibe sus 20 pesos y el hotel solo gasta 2 CUC.

El 10×1 se ha convertido en una referencia habitual de escenario post doble moneda. La economista Vilma Hidalgo, una de las autoridades en el tema de la dualidad monetaria, utilizó la tasa de cambio de diez a uno como ejemplo hipotético de cómo funcionaría la economía si no existieran dos tasas de cambio.

Se trata solo de una tasa de cambio establecida para las relaciones de compra-venta entre la agricultura y el turismo; pero, hasta donde se sabe, no se ha expandido al resto de la economía, aunque el ex ministro de Economía, José Luis Rodríguez, comentó en noviembre de 2013 que “las entidades comprendidas en el experimento empresarial en curso están trabajando con tasas de 10 CUP por CUC.”

¿Es el diez por uno la tasa unificadora? ¿O es un experimento temporal, como el siete por uno, solo  vigente durante dos años a partir de 2011? Por ahora, queda pendiente la respuesta.

* Javier OrtizPeriodista, vecino del Vedado habanero y guitarrista por cuenta propia (y sin licencia). Escribe para sitios en Internet desde los 14 años y se hizo Licenciado en Periodismo diez años después. Se pasa el día tecleando sobre música, política y economía.

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