OSINT. Pearl Hallbor: El Informe Martin y Bellinger pudo evitar “El Día de la Infamia”.

Por Juan Ortiz   –     Cortesía de El Cajón de GRISOM

Codigoabierto360.com. Con independencia de la intercepción de los mensajes de radio japoneses codificados, especialmente los del código c/p  "Purple", enviados a través  la maquina codificadora japonesa "Magic" descifrados  por los Servicios de Inteligencia de los EE.UU. desde principios de 1939 el general Frederick Martin (USAF) y el vicealmirante Patrick N. L. Bellinger, previeron y anticiparon por escrito a sus superiores, en agosto de 1941, el ataque a Pearl Harbor

Codigoabierto360.com. Con independencia de la intercepción de los mensajes de radio japoneses codificados, especialmente los de código c/p “Purple”, enviados a través la maquina codificadora japonesa “Magic” descifrados por los Servicios de Inteligencia de los EE.UU. desde principios de 1939, el general Frederick Martin (USAF) y el vicealmirante Patrick N. L. Bellinger, previeron y anticiparon y elevaron con antelación y por escrito a sus superiores, en agosto de 1941, el ataque a Pearl Harbor

El general Frederick Martin, comandante de la aviación del ejército en las islas Hawai, y el vicealmirante Patrick N. L. Bellinger, jefe de la defensa aérea de la base naval de Pearl Harbor, respectivamente, presentaron el mes de agosto de 1941 un informe donde exponían un posible ataque japonés a la base de Pearl Harbor y las medidas necesarias para defender la base. Pero tristemente fue ignorado por el mando supremo del Ejército y la Marina en Washington.

Martin y Bellinger estimaban que la fuerza de ataque principal formada por seis portaaviones y sus navíos de escolta vendrían del Mar del Japón por el Pacífico Septentrional para evitar ser detectados y atacar las islas Hawai por el norte. Tambien indicaban que el ataque conseguiría mayor sorpresa si se realizaba al amanecer, de tal modo que despegarían de los portaaviones en la oscuridad, lo que les haría invisibles hasta que ya estuvieran sobre las islas. El punto ideal de despegue lo estimaron a unas de 350 millas de Hawai.

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Bien. Como ya es conocido, casi de igual modo los japoneses llevaron a cabo el ataque a la base naval y los aeródromos de la isla de Oahu. Efectivamente emplearon seis portaaviones, se desplazaron por la ruta del Pacífico Septentrional y al amanecer del día 7 de diciembre, a una distancia de unas 200 millas de la base (350 millas según el informe), la primera oleada de aviones de combate despegó de sus portaaviones y se dirigió a sus objetivos. Para la defensa de Pearl Harbor, Martin y Bellinger estimaban que se necesitarían, como mínimo 180 bombarderos B-17 y 36 aviones torpederos de gran alcance que realizaran vuelos de observación para interceptar a la flota japonesa antes de que se aproximase a las islas.

Estas son las bases fundamentales del plan de defensa presentado en el informe:

La clave de este plan se basa en:

1º Una completa y concienzuda exploración de la zona hawaiana durante el día.
2ª Una fuerza aérea ofensiva capaz de atacar al objetivo localizado por la vigilancia aérea.
3º Si el objetivo es un portaaviones, atacarlo el día antes del calculado desde donde podría lanzar sus aviones al ataque…
Nuestros principales estrategas y tácticos en esta guarnición, están de acuerdo en que este plan resolverá la defensa de las islas Hawai, y estamos convencidos de que es el único y mejor procedimiento para ubicar portaaviones enemigos y para atacarlos antes de que puedan llegar a distancia de lanzamiento de Oahu.

Debemos sorprender y atacar al enemigo antes de que nos destruya. Debemos estar preparados permanentemente para el día …
Se estima que una fuerza de 180 aviones cuatrimotores, con 36 torpederos de gran radio de acción (PBY-5 Catalina), es una fuerza pequeña si se la compara con la importancia de esta posesión. Esta fuerza puede proporcionarse a un costo para el gobierno inferior al de un acorazado.

Además del informe presentado por Martin y Bellinger, siete meses antes el embajador del Perú en Tokio, Ricardo Rivera Schreiber, obtuvo importante información de un destacado miembro del Ministerio de Marina japonés a través de su asistente, Felipe Akakawa. Japón iría a la guerra y destruiría la escuadra americana, en el centro del Pacífico. Posteriormente el embajador pudo contrastar la información a través de Furukido Yoshuda, intérprete para el Ministerio de Guerra.

Ricardo Rivera Schreiber lo transmitió a Joseph Grew, el embajador estadounidense, que a su vez remitió el siguiente cable a Roosevelt:

Ricardo Rivera Schreiber lo transmitió a Joseph Grew, el embajador estadounidense, que a su vez remitió el siguiente cable a Roosevelt:

Un funcionario de la embajada fue informado por mi colega peruano que de diversas fuentes, incluida una japonesa, había escuchado que fuerzas militares japonesas planeaban un ataque masivo de sorpresa contra Pearl Harbor en caso de ‘dificultades’ entre el Japón y los Estados Unidos; que el ataque envolvería el uso de todas las facilidades militares japonesas. Mi colega dijo que se veía en la obligación de transmitir esta información porque le había llegado de diversas fuentes, no obstante el plan parecía fantástico.

Es posible que al recibir un gran número de informaciones diariamente, los norteamericanos no prestaran la debida atención al cable enviado por Schreiber. O bien les interesaba hacer como que no lo habían recibido. Indudablemente, si se hubiese prestado atención a la información obtenida por el embajador peruano, el plan Martin-Bellinger seguramente se habría adoptado rápidamente y la historia del ataque a Pearl Harbor hubiera sido otra historia muy diferente.

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Los Códigos Japoneses: “Magic”

Cortesía de Blitzkrieg2.blogpot.com

“Magic” era el nombre en clave que los estadounidenses dieron a la información obtenida de los mensajes de radio japoneses interceptados y decodificados por los servicios de inteligencia del ejército norteamericano, especialmente los del código conocido como Purple, usado en comunicaciones diplomáticas. Venía a ser algo similar a “Ultra”, el nombre que se dio a las decodificaciones de las comunicaciones cifradas alemanas emitidas por las máquinas Enigma. No cabe duda que tales logros de los servicios de inteligencia aliados fueron vitales en la victoria final, pues gracias a ellos se consiguió obtener información vital sobre los movimientos y decisiones del enemigo que, a buen seguro, cambiaron el curso de la contienda.

Este código fue introducido por los nipones a principios de 1939, en sustitución del denominado Red que los estadounidenses ya habían conseguido descifrar. La máquina de cifrado criptográfico97-shiki ōbun inji-ki (“System 97 Printing Machine for European Characters”) o Angōki Taipu-B (“Type B Cipher Machine”) que generaba el código Purple – que podéis ver en la imagen superior, y una de sus partes en la imagen inferior – consistía en dos teclados conectados por una maraña de circuitos y conexiones, basados en la misma tecnología que las centralitas telefónicas.

La máquina de cifrado criptográfico - 97-shiki ōbun inji-ki ("System 97 Printing Machine for European Characters") o Angōki Taipu-B ("Type B Cipher Machine") que generaba el código Purple - que podéis ver en la imagen superior, y una de sus partes en la imagen inferior - consistía en dos teclados conectados por una maraña de circuitos y conexiones, basados en la misma tecnología que las centralitas telefónicas.

La máquina de cifrado criptográfico – 97-shiki ōbun inji-ki (“System 97 Printing Machine for European Characters”) o Angōki Taipu-B (“Type B Cipher Machine”) que generaba el código Purple – que podéis ver en la imagen superior, y una de sus partes en la imagen inferior – consistía en dos teclados conectados por una maraña de circuitos y conexiones, basados en la misma tecnología que las centralitas telefónicas. Fue introducida por Japón a principios de  1939.

Como no todas las embajadas japonesas tenían estas nuevas máquinas, muchas de ellas continuaban usando el antiguo código Red, y el mismo mensaje se enviaba bajo los dos códigos. Esto fue decisivo para el equipo de criptoanálisis del ejército estadounidense, el Signals Intelligence Service (SIS), cuyo equipo de analistas, encabezado por el reputado criptoanalista William F. Friedman (en la foto) – quien ya se había distinguido por sus trabajos y proezas en el análisis de códigos enemigos inviolables durante la I Guerra Mundial – trabajó durante 18 meses hasta lograr descifrar el código de cifrado usado por los nipones. Harry L. Clark, analista naval de códigos, averiguó que los japoneses no usaban rotores como los alemanes en su máquina Enigma, sino equipos telefónicos estándar.

el reputado criptoanalista William F. Friedman (en la foto) - quien ya se había distinguido por sus trabajos y proezas en el análisis de códigos enemigos inviolables durante la I Guerra Mundial - trabajó durante 18 meses hasta lograr descifrar el código de cifrado usado por los nipones.

El reputado criptoanalista William F. Friedman (en la foto) – quien ya se había distinguido por sus trabajos y proezas en el análisis de códigos enemigos inviolables durante la I Guerra Mundial – trabajó durante 18 meses hasta lograr descifrar el código de cifrado usado por los nipones.

El éxito llegó el 25 de septiembre de 1940, cuando se descifró el primer mensaje completo, por lo que el equipo se puso a trabajar inmediatamente en la construcción de máquinas Purple similares a las japonesas (como la que se observa en la imagen de aquí abajo). Tras el fracaso en prever el ataque a Pearl Harbor – lo que siempre ha generado controversia, pues es evidente que en diciembre de 1941 los norteamericanos tenían los medios para descifrar los mensajes japoneses y en consecuencia, habrían podido conocer las intenciones nipones y frustrar el ataque -, se destinaron grandes recursos a descubrir otros códigos japoneses, como los conocidos como Coral o Jade, o los códigos navales nipones (JN-25 o JN-40, entre otros).

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El código naval JN-25 nunca fue descifrado por completo, pero se entendiía lo suficiente como para permitir avisar a la US Navy del ataque japonés a Midway en junio de 1942, siendo fundamental esa información para la decisiva victoria naval estadounidense. Otro de los éxitos obtenidos con la decodificación de los mensajes japoneses cifrados con ese código fue la llamada Operación Venganza, contra el Almirante Isoroku Yamamoto (el cerebro detrás del ataque a Pearl Harbor) y que terminó con la muerte de éste.

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El 13 de abril de 1943, el ejército estadounidense interceptó un telegrama japonés que indicaba un itinerario de visitas de un alto jefe enemigo a 3 bases en las Islas Salomón. El mensaje fue decodificado y la inteligencia norteamericana tuvo conocimiento ese alto oficial era el mismísimo Almirante Yamamoto, por lo que se planificó un ataque con 16 cazas P-38 Lighting para acabar con el almirante nipón. A las 8:35 horas del 18 de abril de 1943, el avión del almirante, un transporte Mitsubishi G4M “Betty”, escoltado por 6 cazas Mitsubishi A6M “Zero” y junto a otro transporte Betty con el resto del Estado Mayor de Yamamoto, fueron interceptados y derribados por los P-38 sobre la isla Bouganville (Papúa Nueva Guinea).

Publicado por charlie furilo en 0:09

 

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