Una imagen ilustrativa del rey Abdullah II de Jordania, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, y el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei.(crédito de la foto: MAHMOUD HASSANO/REUTERS/AMR ALFIKY/BANDAR ALGALOUD/WANA)
Las Fuerzas de Defensa de Israel y la comunidad de inteligencia se están preparando para una variedad de escenarios a lo largo de la frontera siria y más allá.
por AMIR BOHBOT
La caída del régimen del ex presidente Bashar al-Assad el domingo parece marcar el fin de una era en la que había una autoridad única y clara sobre la mayor parte de Siria. Ahora, Israel tendrá que identificar nuevas áreas de cooperación con nuevos líderes.
Los rebeldes sirios están formados por un conjunto de grupos y organizaciones que no necesariamente comparten la misma visión, salvo su unidad contra el régimen de Assad, su enemigo común. Por lo tanto, la comunidad de inteligencia de Israel tendrá que monitorear los acontecimientos y, junto con los esfuerzos diplomáticos, intentar asegurar el área cercana a la frontera, interactuando con quienes tienen el control para lograr acuerdos básicos sobre estabilidad. Los militares y la comunidad de inteligencia se han estado preparando para una variedad de escenarios a lo largo de la frontera siria y más allá, que van desde la actividad rebelde cerca de la valla hasta los intentos rebeldes de apoderarse de los arsenales de armas no convencionales en poder del ejército sirio .
Se suponía que se estaban haciendo preparativos para contrarrestar los intentos de Irán y Hezbolá de obtener armas estratégicas, como Oniks P-800, misiles balísticos, helicópteros, aviones y enormes arsenales de armas.
Los grupos armados contrarios al régimen que avanzan en la estratégicamente importante provincia de Homs, puerta de entrada a la capital Damasco, llegan al interior del centro de la ciudad de Homs, Siria, el 6 de diciembre de 2024. (crédito: Izettin Kasim/Anadolu vía Getty Images)
En esta etapa, el gobierno preferiría detener el proyecto nuclear de Irán, que avanza de manera preocupante.
Hezbolá
Hezbolá , tambaleándose por los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel, está recalculando su camino, tratando de recuperar los arsenales de armas en el sur del Líbano. Su columna vertebral logística, Siria, se derrumbó ante sus ojos, dejándolo incapaz de ofrecer un apoyo significativo. La pregunta que sigue es: ¿Se convertirá Hezbolá en el patrocinador de Assad en el Líbano, posicionándose necesariamente como un objetivo para los rebeldes? La capacidad de Hezbolá para luchar contra las FDI disminuiría significativamente; el grupo se concentraría principalmente en comprender los acontecimientos que se desarrollan en Siria y sus efectos.
Jordán
A lo largo de la frontera oriental, el rey jordano, Abdullah II, lee constantemente informes en los medios extranjeros, recibe información de sus agentes y entiende que, en cualquier momento, los rebeldes podrían avanzar hacia Jordania.El colapso del régimen de Assad impulsará a Abdullah a vigilar de cerca su propio país, plagado de varias fuerzas internas que podrían explotar la tensa situación regional para alterar la realidad política de Jordania. Esto también es motivo de preocupación para Israel, dado que comparte con el reino su frontera más extensa y relativamente más estable. Un cambio significativo en la seguridad a lo largo de la frontera jordana podría afectar la distribución de las fuerzas de las FDI en diferentes sectores.
Arabia Saudita
El colapso del régimen sirio podría ser un punto de inflexión para el eje sunita moderado liderado por Arabia Saudita. En este momento, Arabia Saudita no está realmente en condiciones de adoptar una postura o influir en el desmantelamiento del eje.Los rebeldes podrían ganar impulso y extender sus ambiciones más allá de Siria, afectando potencialmente a todo el Medio Oriente.
Estados Unidos
El ejército estadounidense mantiene una importante concentración de tropas en Al-Tanf, la zona fronteriza entre Jordania, Siria e Irak.Lo último que quieren los estadounidenses es ver a sus soldados luchando contra los rebeldes. Incluso antes de la caída del régimen de Assad, altos funcionarios estadounidenses propusieron retirarse debido a los riesgos.Sin embargo, una retirada de ese tipo sería percibida como una señal de debilidad y expondría a Jordania a más ataques. En este momento, la política estadounidense hacia Siria y la región sigue siendo incierta, al igual que la vacilación de la Casa Blanca.
Fte: THE JERUSALEM POST
