Fuente: © REUTERS / Baz Ratner
El traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén se ha convertido en la excusa perfecta y ha cargado a Israel de más valentía, incluso, “que la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní”.
El diputado israelí Yoav Kish instó a EEUU a reconocer los Altos del Golán como territorio israelí. En una carta al embajador estadounidense en Israel, definió reconocer esa soberanía como la continuación natural de la actual política estadounidense. El politólogo Abdulaziz Alghashián explica a Sputnik que Tel Aviv se aprovecha de la situación.
“Israel siente que puede conseguir muchas más cosas de la Administración Trump precisamente ahora. Mucho más de cualquier otra de las anteriores administraciones. En Israel entienden que ahora se le está prestando más atención e intentan aprovecharse de esa situación al máximo”, explica Alghashián, especialista en Oriente Medio y en relaciones internacionales en la Universidad de Essex (Reino Unido).
Añade que el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén se ha convertido en la excusa perfecta y ha cargado a Israel de más valentía, incluso, “que la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní”.
Para entender hacia dónde desembocará esta situación, dice Alghashián que hay que tener en cuenta que la ocupación y la anexión israelíes de los Altos del Golán son ilegales. “En otras palabras”, prosigue, “se trataría de estar legalizando unos hechos consumados que son contrarios al derecho internacional”. Recuerda que la 497 Resolución de Naciones Unidos apunta inequívocamente a que esa ocupación carece de carácter legal.
“Que esta anexión ilegal se legitime, acarreará serías críticas por parte del mundo árabe, pero esas críticas no serán unánimes ni solidarias porque los países árabes no confían los unos en los otros. La guerra siria ha jugado un papel muy importante en eso”, señala.
Sin embargo, que se reconozca la soberanía Israelí de los Altos del Golán sí provocará una respuesta conjunta y que se exija la implementación de la iniciativa de paz de 2002, la Iniciativa de Paz Árabe, que exigía el retorno de los Altos del Golán a Siria para regular las relaciones con Israel, advierte.
¿Qué ocurrirá finalmente? ¿Se reconocerá el territorio como parte del Estado de Israel? Alghashián no tiene claro el cuándo ni el cómo.
“Creo que la Administración de EEUU y los consejeros de Trump le aconsejarán que diga lo siguiente: “Miren, ustedes ya dieron el paso de trasladar la embajada a Jerusalén. Esa acción está levantando una ola de polémica antisraelí y antiestadounidense. Será demasiado que se anexionen los Altos del Golán’ (…) La cuestión del reconocimiento de los Altos del Golán como territorio israelí va a llevar tiempo. No creo que eso pase a corto plazo”, opina.
En cuanto a la reacción de la comunidad internacional, e politólogo opina que su respuesta será de absoluta condena y que pondrá a Israel y a Estados Unidos “en una situación muy difícil”. Ya han perdido la reputación de mediadores imparciales y honestos, concluye.
Los Altos del Golán son una meseta situada entre las fronteras de Israel, el Líbano, Jordania y Siria. De sus 1.800 kilómetros cuadrados, cerca de 1.200 están ocupados por las Fuerzas de Israel a raíz de la guerra de los Seis Días de 1967 y la guerra de Yom Kipur. Naciones Unidas considera esa ocupación ilegal. El conflicto siempre ha estado rodeado de controversia y es crucial en las negociaciones de paz entre Israel y Siria.
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