Arabia Saudita suministró armas químicas a los rebeldes sirios.

Cortesía de Actualidad RT.

Arabia Saudita suministró armas químicas a los rebeldes sirios para que perpetraran el ataque del 21 de agosto en los suburbios de Damasco. Foto AFP / Ministro de Exteriores de Arabia Saudita en un encuentro con ministros de seis países del Golfo sobre la cuestión Siria

Arabia Saudita suministró armas químicas a los rebeldes sirios para que perpetraran el ataque del 21 de agosto en los suburbios de Damasco. Foto AFP / Ministro de Exteriores de Arabia Saudita en un encuentro con ministros de seis países del Golfo sobre la cuestión Siria

Arabia Saudita suministró armas químicas a los rebeldes sirios para que perpetraran el ataque del 21 de agosto en los suburbios de Damasco, según ha declarado el representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari.

Las declaraciones de Jaafari, citadas por el portal Press TV, no son las primeras que implican a Arabia Saudita en el ataque químico. Varios medios de comunicación vienen incidiendo en los últimos meses en el hecho de que el ataque químico podría haber sido planeado por Arabia Saudita para forzar una intervención en Siria.

El ataque químico en el suburbio oriental de Damasco, Guta, del pasado 21 de agosto desató una ola de indignación en varios países miembros de la OTAN que atribuyeron la autoría del ataque a las Fuerzas del Gobierno sirio.

Gracias a la propuesta rusa a Siria para que entregue su arsenal químico bajo control internacional, se abrió de nuevo la posibilidad de una salida diplomática del conflicto. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 27 de septiembre por unanimidad la resolución, acordada por Rusia y EE.UU. para eliminar las armas químicas en Siria. Al principio de este octubre el grupo de los expertos de la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas químicas) comenzó el proceso de destrucción de las armas químicas de Siria.

Los intereses de Arabia Saudita en el conflicto sirio están sincronizados con los de EE.UU. y Catar en la región, y para estos países la eliminación de Bashar al Assad es una cuestión indiscutible. El cambio de líder en Siria va a significar la caída del último gobierno secular que quedó en Oriente Medio después de la primavera árabe, y la automática expansión de la influencia saudita a este país, como ya había pasado con Omán. Según la lógica del principe saudí Bandar bin Sultán, Riad espera controlar completamente al próximo gobierno de Damasco, “ya que con dinero se compra todo”.

Arabia Saudita suministró armas químicas a los rebeldes sirios para que perpetraran el ataque del 21 de agosto en los suburbios de Damasco, según ha declarado el representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari.

Las declaraciones de Jaafari, citadas por el portal Press TV, no son las primeras que implican a Arabia Saudita en el ataque químico. Varios medios de comunicación vienen incidiendo en los últimos meses en el hecho de que el ataque químico podría haber sido planeado por Arabia Saudita para forzar una intervención en Siria.

El ataque químico en el suburbio oriental de Damasco, Guta, del pasado 21 de agosto desató una ola de indignación en varios países miembros de la OTAN que atribuyeron la autoría del ataque a las Fuerzas del Gobierno sirio.

Gracias a la propuesta rusa a Siria para que entregue su arsenal químico bajo control internacional, se abrió de nuevo la posibilidad de una salida diplomática del conflicto. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 27 de septiembre por unanimidad la resolución, acordada por Rusia y EE.UU. para eliminar las armas químicas en Siria. Al principio de este octubre el grupo de los expertos de la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas químicas) comenzó el proceso de destrucción de las armas químicas de Siria.

Los intereses de Arabia Saudita en el conflicto sirio están sincronizados con los de EE.UU. y Catar en la región, y para estos países la eliminación de Bashar al Assad es una cuestión indiscutible. El cambio de líder en Siria va a significar la caída del último gobierno secular que quedó en Oriente Medio después de la primavera árabe, y la automática expansión de la influencia saudita a este país, como ya había pasado con Omán. Según la lógica del principe saudí Bandar bin Sultán, Riad espera controlar completamente al próximo gobierno de Damasco, “ya que con dinero se compra todo”.

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