Por Joseph Fitsanakis – Cortesía de intelNews.org
Los comentarios públicos por parte de un alto funcionario de Hezbollah parecen confirmar los informes anteriores de que el hombre que dirigió el equipo de seguridad personal del líder del grupo libanés era un espía de Israel. Varios medios de prensa libaneses reportados en diciembre que Mohammed Shawraba, de 42 años de edad, responsable de Hezbollah desde el sur de Líbano, había sido detenido por la fuerza de contra-inteligencia de Hezbolá y sería sometido a juicio por haber filtrado información confidencial a Israel desde hace varios años.
Las fuentes dijeron que Shawraba era el encargado de supervisar el equipo de seguridad de Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah. Posteriormente fue ascendido a director de la Unidad de Hezbolá de Operaciones Exteriores, también conocida como Unidad 910, que lleva a cabo operaciones de inteligencia sobre objetivos israelíes en el extranjero.
Una fuente libanesa describió el caso Shawraba como «uno de los fallos de seguridad más importantes» en la historia de Hezbollah.
Desde que surgieron las primeras denuncias públicas, el grupo chií militante se ha mantenido en silencio.
Sin embargo, Naim Qassem, Secretario General Adjunto de Hezbolá, admitió que el grupo estaba «luchando contra el espionaje dentro de sus filas», y que sus contra-espías había sido capaz de descubrir «una serie de infiltraciones importantes».
Los comentarios de Qassem, realizados durante una entrevista en Al-Nour, una estación de radio con sede en Beirut afiliado a Hezbolá, han sido tomadas por los observadores como una admisión indirecta de que los rumores sobre Shawraba eran exactos.
Qassem dijo a la emisora de radio que Hezbolá era un partido que tuvo como objetivo la virtud y la pureza, compuestos por seres humanos que son inevitablemente falibles. Pero se negó a ser más específico sobre los casos de espionaje, y sólo dijo que Hezbollah era la organización política más fuerte y más resistente del Líbano y podría superar fácilmente cualquier daño causado por agentes dobles dentro de sus filas.
Un portavoz del grupo militante, que pidió el domingo si los comentarios de Qassem fueron una referencia a Shawraba, se negó a comentar sobre el caso.