Trump mostró al Canciller ruso, Lavrov, inteligencia sensible acerca de las habilidades operacional de Israel para interceptar comunicaciones operativas y de señales.

Fuente  DEBKAfile

El Canciller ruso Sergei Lavrov, el presidente estadounidense Donald Trump y el Embajador ruso Sergey Kislvak. Foto cortesía del: Ministerio de Exteriores de Rusia vía Flickr CC-BY SA 2.0

Esta rama es uno de los más sensibles y secreto en el campo de la inteligencia militar.

La posesión de esta capacidad avanzada hace que sea posible monitorizar las operaciones militares más clandestinas, sin dejar ninguna pista sobre el rastreador. Esta tecnología de intercepción es también capaz de perturbar seriamente las operaciones militares de un enemigo.

Hasta que el presidente Trump no compartiera esta información con Lavrov, los servicios militares y de inteligencia rusos no estaban al tanto de que Israel poseía esta tecnología de inteligencia, o que estaba en funcionamiento.

Tampoco estaban los rusos conscientes de que Israel había dejado a los estadounidenses que supieran al respecto. La aprendido todo esto fue conocido por primera vez cuando Lavrov, y Kislyak hablaron con el presidente en la Casa Blanca el miércoles pasado.

La fuga de esta inteligencia sensitiva por parte del presidente de Estados Unidos revelo uno de los secretos de inteligencia mejor guardados de Israel y han arrojado una nube sobre su próxima visita a Jerusalén la próxima semana y es probable que conduzca a cambios en su itinerario.

El Presidente respondió a los medios de comunicación acusadores en una de dos partes de Twitter señalando que tiene un “derecho absoluto” para decidir si la información que compartía ers clasificada y de hecho pudiera   ser compartida.

Los funcionarios de seguridad israelíes no aceptan esto. También desestimaron el argumento del asesor de Seguridad Nacional de Recursos Humanos de los EE.UU. McMaster de que era apropiado para el presidente compartir dicha información con los rusos en su calidad de ser socios en la lucha contra el terrorismo e ISIS.

Los funcionarios israelíes juzgaron que la exposición de esta tecnología secreta pudiera dañar seriamente a Israel, a los Estados Unidos y la guerra contra el terrorismo. Una fuente de inteligencia comentó martes por la noche: “Muchos años de duro trabajo se han ido por el desagüe”.

La Casa Blanca declinó hacer comentarios sobre esta revelación.

El Secretario de Prensa Sean Spicer expuso que no existía ninguna garantía de que la Casa Blanca permitiría a los legisladores el acceso a las transcripciones de la reunión del presidente con el canciller ruso y embajador.

 

 

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