Steve Bannon en el banquillo

Steve Bannon, uno de los ideólogos de la llamada derecha alternativa (alt-right) —el eufemismo con que se denomina de un tiempo a esta parte el supremacismo blanco—, Bannon se unió a la campaña de Trump en 2016 y sirvió en la Casa Blanca como «estratega en jefe», un cargo hasta entonces inexistente. Steve Bannon saliendo del juzgado de Nueva York donde le presentaron cargos. Foto: AP.

No hay nada nuevo bajo el sol: como es natural, otra vez a distanciarse de los suyos cuando sus barbas arden en llamas.

Por Alfredo Prieto , — Fuente: OnCuba

Steve Bannon ha redoblado recientemente su perfil público, pero esta vez por razones distintas a las habituales. Uno de los ideólogos de la llamada derecha alternativa (alt-right) —el eufemismo con que se denomina de un tiempo a esta parte el supremacismo blanco—, Bannon se unió a la campaña de Trump en 2016 y sirvió en la Casa Blanca como «estratega en jefe», un cargo hasta entonces inexistente, hasta que en agosto de 2017 fue expulsado del ala Este de la mansión ejecutiva por pugnas interburocráticas y presiones de los militares del Consejo Nacional de Seguridad.

Defenestrado y rechazado por los ejecutivos de Breitbart News, el lugar de donde había salido, Bannon se dedicó a hacer giras por Europa, una de ellas por Italia. Allí hizo campaña a favor de los populismos, destacándose, de paso, por declaraciones proselitistas y proyecciones fallidas. «Trump ha impregnado la cultura política. Ha impregnado la cultura popular. La izquierda entiende algo central: Donald Trump estará en su vida personal, dentro de 20, 30 y 40 años debido a sus cambios en el poder judicial federal y otras ramas del gobierno. Para ellos, es como una novela kafkiana», dijo en una ocasión.

Y en otra aseguró que la combinación demócrata más potente para competir contra Trump sería la de la senadora Kamala Harris y Beto O’Rourke; que Hillary Clinton ingresaría a la carrera electoral porque  el «vampiro no ha tenido una estaca en su corazón»; que el presidente chino, Xi Jinping, estaba haciendo tratos secretos con el papa Francisco; y que el gigante tecnológico chino Huawei era un caballo de Troya que llevaría al mundo a una guerra de datos. «El lanzamiento 5G de Huawei les dará el dominio completo», remató.

Pero, aparentemente, Bannon está atado a los asiáticos como el musguito a la hiedra. A fines de agosto fue detenido por agentes federales en Long Island Sound, frente a la costa de Connecticut, a bordo de un yate propiedad del multimillonario Guo Wengui, refugiado en Estados Unidos desde fines de 2014 después de enterarse de que iba a ser arrestado en China por alegaciones de soborno, lavado de dinero y fraude. Ahora es, por cierto, un miembro distinguido del resort Mar-a-Lago.

Al ex flamante estratega del presidente lo arrestaron por utilizar fondos de una organización sin fines de lucro para su provecho personal y de tres de sus asociados. Acaba entonces de pasar a la historia como el último adalid en ser objeto de los fiscales del Distrito Sur de Nueva York, después del arresto y enjuiciamiento de Michael Cohen y de las investigaciones sobre Rudy Giuliani. Cabría recordar aquí que la lista de ex colaboradores del presidente hasta hoy involucrados en problemas con la justicia incluye, entre otros, a los siguientes individuos:

  • Paul Manafort, el ex presidente de su campaña, condenado en agosto de 2018 por fraude fiscal y bancario relacionado con su trabajo como lobbista en Ucrania. Manafort se declaró culpable de no oficializar ante el gobierno su trabajo de cabildeo —lo ha hecho antes a favor de caracteres como Jonas Savimbi, Ferdinand De Marcos y Mobutu Sese Zeko— y por manipulación de testigos. Fue sentenciado a 7.5 años de prisión, pero le dieron confinamiento domiciliario por alegaciones de riesgos para su salud si pasaba la pandemia de coronavirus en una prisión federal.
  • Roger Stone, antiguo lobbista republicano que trabajó para Richard Nixon y asesor de Trump durante la campaña, fue sentenciado a tres años de prisión por mentirle al Congreso y obstruir la investigación sobre la intromisión rusa en las elecciones de 2016. El mes pasado, sin embargo, el presidente le conmutó la sentencia pocos días antes de que se presentara en la cárcel.
  • Michael Flynn, quien se declaró culpable en diciembre de 2017 de mentirle al FBI sobre reuniones y contactos con los rusos mientras se desempeñaba como asesor de seguridad nacional de la administración Trump. Colaboró ​​con la investigación del fiscal especial Bob Mueller bajo un acuerdo de culpabilidad. En mayo de 2020, el Departamento de Justicia abandonó de manera abrupta el caso. Sin embargo, en julio pasado una corte federal de apelaciones en Washington D.C. acordó volver a escuchar el caso de Flynn, lo cual podría desafiar la decisión del Departamento de Justicia.

Los problemas de Bannon con la ley sobrevinieron en fin de cuentas por involucrarse en We Build the Wall Inc., entidad no lucrativa fundada en diciembre de 2018 por el veterano de la Fuerza Aérea, Brian Kolfage, de la que el ideólogo de la alt-right llegaría a ser presidente de un Comité Asesor integrado por tres orgánicos del trumpismo: Kris KobachErik Prince y Tom Tancredo.

Brian Kolfage. Foto: Fox News.

El tema, por descontado, es el muro fronterizo con México. «Nuestra misión» —dice la página web de We Build the Wall, Inc.—, «es unir a ciudadanos privados que comparten la creencia común de dar seguridad nacional a nuestra frontera sur mediante la construcción, administración y mantenimiento de barreras físicas que inhiban la entrada ilegal a Estados Unidos».

Y más adelante, añaden: «Al interpretar el propósito de la Corporación, la Junta Directiva y los miembros de la Junta Asesora considerarán el impacto de una estructura propuesta en el entorno de un sitio seleccionado y construirán barreras diseñadas principalmente para prevenir el acceso ilegal a Estados Unidos […]. Nos centraremos en la construcción de partes de un muro en la frontera sur de Estados Unidos y administraremos las operaciones de apoyo necesarias y los procesos asociados con el diseño, ingeniería, construcción y mantenimiento del muro».

Trump y Kris Kobach, por entonces secretario de Estado de Kansas. Foto: Jabin Botsford/The Washington Post. La foto es de 2016.

Como es natural, el proyecto contó con el apoyo fuguras tan conspicuas como el exsecretario de Estado de Kansas, el ya mencionado Kris Kobach; el ex sheriff de Milwaukee, David Clarke; el ex lanzador de béisbol Curt Schilling y de uno de los personajes más conspicuos de la hora: el también mencionado Erik Prince, hermano de la secretaria de Educación de Trump, Betsy DeVos, el hombre de Blackwater, una firma de seguridad privada contratada por el príncipe heredero de los saudíes. Y con las credenciales de haber coordinado la famosa reunión en el verano de 2016 en la Torre Trump de Nueva York con rusos a trote y moche.

Build the Wall Inc. fue, por supuesto, todo un éxito. Recaudaron 17 millones de dólares apenas una semana después de lanzado el proyecto. En una entrevista de enero de 2019 con el New York Times, Kris Kobach dijo que le había contado al presidente sobre el proyecto y que este le había respondido: «El proyecto tiene mi bendición, y se lo puedes decir a los medios». Por su parte, Donald Trump Jr., escribió en la página web de la entidad: «Esta es la empresa privada en su máxima expresión. Haciéndolo mejor, más rápido, más barato que cualquier otra cosa. Lo que están haciendo es asombroso».

Erik Prince. Foto: The Intercept.

Pero tras bambalinas hubo algunos problemas existenciales. El principal, que los investigadores de la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York hallaron que Bannon, Kolfage y otros dos acusados ​​utilizaron fondos de We Build the Wall, Inc. para menesteres no precisamente relacionados con los materiales de construcción y el patriotismo asociado al muro.

«Los acusados ​​defraudaron a cientos de miles de donantes, capitalizando su interés en financiar un muro fronterizo para recaudar millones de dólares bajo el falso pretexto de que todo ese dinero se gastaría en la construcción», dijo en un comunicado a la prensa Audrey Strauss, fiscal federal interina del Distrito Sur de Nueva York.

El fundador, Brian Kolfage, «tomó de manera encubierta más de 350.000 dólares de esos fondos para pagar gastos personales que incluyen, entre otras cosas, arreglos y renovaciones en su casa, pagos para un yate […], compras de un carrito de golf, joyas, una cirugía estética, pagos de impuestos personales y deudas de tarjetas de crédito», dice la acusación, que identifica el nombre del yate: Warfighter.

A Bannon lo acusan, específicamente, de haberse apropiado de al menos un millón de dólares.

El fundador de We Build the Wall, Brian Kolfage, y Donald Trump Jr. durante el «Simposio en el Muro: Carteles, Tráfico y Asilo» en Sunland Park, New Mexico, 2019. Foto: Mark Lambie / Reuters.

Durante una audiencia preliminar el pasado 31 de agosto, se fijó la fecha del juicio para el 24 de mayo de 2021. Bannon se declaró inocente. Fue liberado en espera de juicio después de pagar una fianza millonaria. Tuvo que entregar su pasaporte. Se acabaron las giras por Europa.

El delito en cuestión está tipificado con veinte años tras las rejas. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo que Trump «no ha estado involucrado con Steve Bannon desde la campaña y desde la primera parte de su administración», y que «no conoce a las personas involucradas en este proyecto».

Por su parte, la Organización Trump emitió una declaración sobre el primogénito: «Don pronunció un discurso en un solo evento de We Build the Wall hace más de un año […] no está involucrado en esa organización. Nunca les dio permiso para usarlo como testimonio en su sitio web y no sabía que lo incluían como tal hasta que los medios informaron al respecto. Su elogio del grupo se basó en lo que le hicieron creer sobre su supuesta intención de ayudar a construir el muro en nuestra frontera sur. Si él y otros fueron engañados, el grupo merece ser responsabilizado por sus acciones».

No hay nada nuevo bajo el sol: como es natural, otra vez a distanciarse de los suyos cuando sus barbas arden en llamas.

Alfredo Prieto

Alfredo Prieto

Investigador, editor y periodista. Ha trabajado como Jefe de Redacción de Cuadernos de Nuestra América, Caminos, Temas y Cultura y Desarrollo, y ejercido la investigación y la docencia en varias universidades. Autor de La prensa de los Estados Unidos y la agenda interamericana y El otro en el espejo.

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Comentarios 6

  1. Rigel Fernandez Hace 2 díasArdan sus bardas, no sus barbas….dios!Responder
  2. Frank Pupo Hace 1 díaNo,las barbas no arden, arden las BARDAS, o sea las cercas, un poco de cultura no esta mas, ademas de hacer lobby liberal!
    Provervio original : «Cuando veas las bardas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo».Un saludo,Responder
    • Oglez Hace 11 horasBueno,bueno…como que quisieron pasar de muy cultos y no lo eran tanto,si quieres cuando te crezca la barba ponla al fuego para que veas si arden o no.Responder
  3. Alfredo Prieto Hace 20 horasMucho me alegra que haya lectores interesados en la lengua. Como casualmente tengo en mi poder un documento diciendo que soy filologo, ahi les dejo este link para que puedan apreciar la evolucion de ese refran. Al final, los latinos tenian la razon: «Vox populi, vox Dei». Gracias por sus comentarios tan castizos…pero Andres Bello y Jorge Luis Borges estan ahi por algo.https://www.elcastellano.org/ns/edicion/2006/septiembre/barbas.htmlResponder
  4. Alfredo Prieto Hace 20 horasArcipreste de Talavera (1398-1470) ― Quando la barva de tu vezino vieres pelar, pon la tuya de rremojo.
    Hernán Núñez ― Refranes y proverbios en romance (1549) – Quando la barva de tu vezino pelar, echa la tuya a remojar.
    Discurso del capitán Francisco Draque (1587) ― …pues no velar es summo desatino, viendo pelar las barvas del vezino.
    Manuel Tamayo y Baus – La ricahembra (1854) ― Guárdate si ves pelar las barbas de tu vecino
    Benito Pérez Galdós ― De Oñate a la granja (1876) – Cuando las barbas de tu vecino veas arder…
    En realidad, el único caso de las bardas de vecino que hallamos en varios corpus del idioma fue del Diario de las Américas, de 1997, pero esa forma no la encontramos en ningún diccionario ni texto literario.
    Eso es Filologia. La lengua (y los refranes) evolucionan. Por eso es un organismo vivo.
    Agradezco de nuevo sus comentarios…Responder
  5. Osmin Hace 9 horasRiposta Aleccionadora y demoledora.cuidado cómo corregimos,la humildad ante lo q creemos nuestra,o la verdad Debe ser una virtud.la duda está permitida pero expresada con tacto y respeto.Responder

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