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Rusia y Arabia Saudita han alcanzado un acuerdo de cooperación mutua y con otros productores mundiales, que permitan lograr una estabilización en el mercado del petróleo y el soporte de las inversiones petroleras a largo plazo, según informa TASS. El acuerdo ha sido suscrito por el ministro de Energía de Rusia Alexánder Novak, y el ministro de Energía, Industria y Recursos Minerales de Arabia Saudita Khalid A. Al-Falih.
Los ministros han resaltado el compromiso de los países productores de crudo para la ejecución de tácticas a largo plazo, como la disminución de los proyectos de exploración y el retraso de los proyectos de inversión que han sido la causa de la volatilidad e inestabilidad del mercado del petróleo.
Además, el ministro de Energía ruso indicó que el país podría considerar frenar la extracción del crudo en caso de que se acuerde este procedimiento, quien además aseguró que «la declaración de Rusia y Arabia Saudita es un momento histórico en las relaciones de la OPEP y los países que no pertenecen a esta organización.
Los precios del petróleo suben tras el llamado a la cooperación por parte de Rusia y Arabia Saudita
Ambos países han firmado una declaración para el trabajo conjunto que permita lograr la estabilización del precio del petróleo.
Rusia y Arabia Saudita ofrecerán una declaración conjunta de cooperación para apoyar al mercado petrolero, informa TASS. El anuncio se dará en el marco de la Cumbre del G-20 que se lleva a cabo en la ciudad china de Hangzhou.
Rusia y Arabia Saudita firman una acuerdo para lograr la estabilización del precio del petróleo
Ambos países han firmado una declaración para el trabajo conjunto que permita lograr la estabilización del precio del petróleo y el soporte de las inversiones petroleras a largo plazo, según informa TASS. El acuerdo ha sido suscrito por el ministro de Energía de Rusia Alexánder Novak, y el ministro de Energía, Industria y Recursos Minerales de Arabia Saudita Khalid A. Al-Falih.
Los ministros han resaltado el compromiso de los países productores de crudo para la ejecución de tácticas a largo plazo, como la disminución de los proyectos de exploración y el retraso de los proyectos de inversión que han sido la causa de la volatilidad e inestabilidad del mercado del petróleo.
Además, el ministro de Energía ruso indicó que el país podría considerar frenar la extracción del crudo en caso de que se acuerde este procedimiento, quien además aseguró que «la declaración de Rusia y Arabia Saudita es un momento histórico en las relaciones de la OPEP y los países que no pertenecen a esta organización.
Además, se espera una rueda de prensa por parte del ministro Khalid A. Al-Falih, en la que se darían a conocer importantes declaraciones dentro de este tema.
En días anteriores, el presidente ruso, Vladímir Putin se reunió con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman para tratar varios temas referentes a la cooperación en el mercado del petróleo, las finanzas, altas tecnologías y discutir acuerdos de cooperación comercial.
Xi Jinping: «China y Rusia deben fortalecer el apoyo mutuo para proteger su soberanía»
El presidente chino afirma en la reunión con Vladímir Putin durante la cumbre del G-20 que «China apoya las aspiraciones de Rusia de seguir su propio camino de desarrollo».
«Creo que nuestros países deben fortalecer la cooperación bilateral, incluyendo el apoyo mutuo para proteger la soberanía», declaró Xi Jinping, el presidente de China, tras reunirse con el mandatario ruso, Vladímir Putin, en la ciudad china de Hangzou, donde acaba de empezar la cumbre del G-20, informa RIA Novosti.
Xi Jinping subrayó que «China apoya la aspiración de Rusia de seguir su propio camino de desarrollo». El líder chino también señaló la necesidad de promocionar de manera más eficaz el proceso de unión de estrategias de la Comunidad Económica Eurasiática (CEEA) y a Nueva Ruta de Seda, así como las estrategias de China y Rusia.
La economía mundial
Según Xi Jinping, Rusia desempeña un papel importante en la «promoción de un desarrollo sano y estable de la economía mundial.» «Estoy seguro de que su participación en la cumbre del G-20 contribuirá a resultados positivos en este foro», dijo el mandatario chino.
Recordó que en junio Moscú y Pekín firmaron un amplio paquete de acuerdos. «Todo esto demuestra la firme determinación de ambas partes para fortalecer la asociación y la cooperación integral, y demuestra plenamente la posición común de nuestros países sobre problemas internacionales y regionales», dijo Xi Jinping.
El intercambio comercial
Por su parte, Vladímir Putin señaló que los dos países van en la dirección correcta para optimizar el intercambio comercial y agradeció al Gobierno chino que preste tanta atención a diferentes aspectos de las exportaciones rusas. El mandatario ruso dijo que en general la cooperación mutua entre Moscú y Pekín se está desarrollando con éxito, a pesar de algunos problemas asociados con las actuales condiciones económicas del mundo.
Putin recordó que en el reciente Foro Económico de Oriente celebrado en la ciudad rusa de Vladivostok se había reunido con emprendedores chinos: «En general, los socios chinos están satisfechos con la forma en que construimos relaciones a nivel práctico. Me complace saber que los esfuerzos que hacemos a un alto nivel político llegan hasta los que participan en la economía real», añadió el presidente ruso.
Para finalizar, Vladímir Putin señaló la minuciosidad de la preparación de la cumbre de G-20 en Hangzhou, y añadió que Rusia apoya las cuestiones que China puso en la agenda como fundamentales.
«Estamos encantados de participar en esta discusión», subrayó el presidente ruso.
Análisis: La última elección del s.XXI: obor o guerra
Pepe Escobar
El G-20 se reúne en el polo tecnológico de Hangzhou, China, en un momento de extrema tensión geopolítica.
China ha invertido un inmenso capital político / económico para preparar esta cumbre. Los debates girarán en torno al tema principal de la búsqueda de soluciones «hacia una economía mundial innovadora, vigorizada, interconectada e incluyente».
Los Ministros de Comercio del G-20 ya se han puesto de acuerdo para fijar nueve principios básicos para la inversión global. En la cumbre, China va a seguir presionando para que los mercados emergentes tengan una mayor participación en el sistema de Bretton Woods.
Pero, sobre todo, China buscará un mayor respaldo del G-20 para las Nuevas Rutas de la Seda – o One Belt, One Road (OBOR) [Un cinturón, un camino], como se las conoce oficialmente -, así como para el nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIb).
Así que en el corazón del G-20 tendremos los dos proyectos que están compitiendo codo con codo geopolíticamente para dar forma al joven s.XXI.
China ha propuesto el OBOR; una espectacular conectividad pan-euroasiática diseñada para configurar un hipermercado de, al menos, 10 veces el tamaño del mercado de Estados Unidos en las próximas dos décadas.
La hiperpotencia estadounidense – no el Occidente atlantista, porque Europa está sumida en el miedo y el estancamiento – «propone» el actual statu quo neocon/neoliberalcon; las habituales tácticas del Divide y vencerás; y la primacía de miedo consagrado en la gama de “amenazas” del Pentágono que hay que combatir, de Rusia y China a Irán. El ruido geopolítico con el fondo de la selva de la alta tecnología tiene que ver con la «contención»de los miembros principales del G20, Rusia y China.
No hace falta ser un oráculo para adivinar cuál proyecto es intrigante – y en muchos aspectos seductor – para el Sur Global, así como para una serie de naciones miembros del G-20.
Ese frenesí de conectividad
Yendo y viniendo entre Occidente y Asia, uno puede vislumbrar, en múltiples formas, el contraste gráfico entre la parálisis y la paranoia, y un inmensamente ambicioso proyecto de 1.4 trillones de dólares que potencialmente toca a 64 naciones, no menos de 4.4 mil millones de personas, y alrededor del 40 por ciento de la economía mundial, el cual, entre otras características, creará nuevos «innovadores, vigorizados, interconectados e incluyentes» horizontes comerciales, y podría decirse que instalará un era post-geopolítica de beneficios para todos.
Una serie de mecanismos financieros ya se ha puesto en marcha. El AIIb (que financiará mucho más allá del compromiso inicial de 100 millones de dólares); el Silk Road Fund (40.000 millones ya comprometidos); el BRICS’s New Development Bank (BND), comprometiendo en un principio 100.000 millones; además de una variedad de jugadores, como el Banco de Desarrollo de China y el China Merchants Holdings International, de Hong Kong.
Las empresas estatales chinas y los fondos están comprando implacablemente los puertos y las empresas de tecnología en Europa occidental, desde Grecia hasta al Reino Unido.
Los trenes de mercancías están ahora circulando por la ruta de Zhejiang a Teherán en 14 días, a través de Kazajistán y Turkmenistán; pronto esto será parte de una red ferroviaria trans-euroasiática de alta velocidad, incluyendo un transiberiano de alta velocidad.
El Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) de 46.000 millones de dólares, tiene el potencial para desbloquear vastas zonas del sur de Asia, con Gwadar, operado por el China Overseas Port Holdings, destinado a convertirse en un centro naval clave de las nuevas rutas de la seda.
Puertos de aguas profundas se construirán en Kyaukphyu, en Myanmar, en la Isla Sonadia, en Bangladesh, y en Hambantota, en Sri Lanka. Añádasele el parque industrial de China-Bielorrusia y 33 acuerdos en Kazajstán que abarcan desde la minería a la ingeniería de petróleo y gas.
Allá por febrero, PwC estaba detallando ya 250.000 millones en proyectos OBOR que habían sido construidos, comenzados recientemente o aceptados y firmados.
Una serie de proyectos de la Ruta de la Seda entrecruzan Eurasia, una interconexión progresiva de corredores este-oeste y norte-sur a través de una zona económica; una conectividad y un desarrollo de infraestructuras en expansión frenética que implica a Rusia, China, India, Pakistán, Irán, Asia sudoriental y central. La conectividad, ahora más que la geografía, es el destino.
No es por casualidad que una gran cantidad de la acción sucede en los estados miembros u observadores de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Las Nuevas Rutas de la Seda están a punto de ser totalmente vinculadas con la reprogramación de la OCS como un paraguas de seguridad para la cooperación económica.
En paralelo, Rusia, con la coordinación progresiva de la Unión Económica de Eurasia (UEE) con las nuevas rutas de la seda, proyecta la asociación estratégica entre Rusia y China mucho más allá de la conectividad de la Nueva Ruta de la Seda a Europa.
Siga esas CUES («señales». N.d.T.)
El sudeste de Asia – a través de la Ruta de la Seda Marítima – es un centro clave en el nuevo juego de la conectividad en Eurasia. Lo que nos lleva a la supuesta ilegalidad de la reclamación china de soberanía indiscutible de la «línea de nueve puntos», tal y como dictaminó recientemente La Haya.
Los EE.UU. y Filipinas tienen un tratado de defensa mutua desde 1951, según el cual los «territorios insulares bajo la jurisdicción [de Manila]» también deben ser defendidos. Washington, bajo una potencial presidencia neoliberalcon de Hillary Clinton – y Kurt Campbell, quien conceptualizó el «giro hacia Asia», como posible Secretario de Estado – podría estar tentado a declarar que el tratado se aplica a las islas, atolones, «rocas» e incluso a elementos submarinos, tales como el Banco de arena Scarborough.
Pekín no va a esperar a caer en esta posible trampa. Después de una reciente reunión en Mongolia Interior, China y la ASEAN se preparan para lanzar una línea telefónica de emergencia diplomática, y eventualmente adoptar un Código para Encuentros Imprevistos en el Mar (Code for Unplanned Encounters at Sea, CUES).
La ASEAN y las potencias del este asiático, por su parte, siguen sopesando los méritos de la Asociación Económica Regional (RCEP) – 16 países, el 29% del comercio mundial – como una alternativa al TPP impulsado por las corporaciones estadounidenses, una especie de OTAN-en-el comercio que excluye a China.
China está hiperactivo en todos los frentes. Esto impulsará el uso de Singapur, que sabe cómo avanzar en los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda. Singapur, con una población de casi el 75% de origen chino, es el mayor inversor extranjero en China y un importante centro exterior para el comercio en yuanes. Más del 20% del PIB de Singapur está vinculado a China.
Al mismo tiempo, planificando una post-guerra Siria, Pekín se ha comprometido a impulsar el comercio y la cooperación económica con Damasco, otro futuro centro OBOR. No se pierde nada y esto es también la revancha asimétrica por las interferencias del Pentágono en el Mar del Sur de China y el despliegue del THAAD en Corea del Sur.
Pekín ha dejado claro que el Mar del Sur de China no será discutido en el G20. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, por su parte ha insistido: «No tenemos prisa por hacer la guerra, tenemos prisa por hablar».
El meollo de la cuestión en el Mar del Sur de China vinculado al OBOR no es la soberanía sobre «rocas» o incluso sobre reservas de petróleo y gas sin explotar; esto depende de la capacidad de la Armada china para regular y eventualmente negar el «acceso» al Pentágono y a la Marina de los Estados Unidos. Lo que es seguro es que la Marina de los EE.UU. no tomará prisioneros para evitar que China domine estratégicamente el Pacífico occidental, tanto como Washington va a ir sin tabúes embistiendo con el TPP para evitar que China reine económicamente en la región de Asia y el Pacífico.
La máxima de Deng Xiaoping – «Nunca tomar la iniciativa, nunca revelar el verdadero potencial, nunca estirar demasiado las capacidades» – ahora pertenece al pasado. En el G-20, China una vez más está anunciando que está tomando la delantera. Y no sólo tomando la iniciativa – sino también planificando sobrepasar sus habilidades para hacer el hiper-ambicioso trabajo del plan general de integración de Eurasia del OBOR. Llámese un monstruoso ejercicio de relaciones públicas o un poder blando beneficioso para todos; el hecho de que el imperialismo humanitario encarnado por el Pentágono considere a China la mayor «amenaza» es algo que todo el Sur Global – y el G20, para el caso – tiene que saber.
Los puntos claves del G-20, según Vladímir Putin
Durante una rueda de prensa el presidente ruso Vladímir Putin abarca los aspectos y temas principales de la Cumbre G-20, que se celebra en Hangzhou, China.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha señalado que en la Cumbre del G-20, que ha tenido lugar del 4 al 5 de septiembre en la ciudad china de Hangzhou, «se ha llevado a cabo un trabajo serio». Entre los temas que los políticos han tratado se encuentran las fuentes de crecimiento económico a largo plazo.
En el marco de la Cumbre G-20 Putin ha participado de una serie de reuniones con líderes de diferentes países. Durante la reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama, que duró más de una hora, los líderes mantuvieron una conversación personal, discutieron temas referentes a los conflictos en Siria y Ucrania, y acordaron que ambos países continuarán trabajando en conjunto para buscar posibles soluciones y avanzar en estos temas.
Durante una rueda de prensa el presidente ruso Vladímir Putin abarca los aspectos y temas principales de la Cumbre G-20, que se celebra en Hangzhou, China.
Metas económicas: un desarrollo innovador
Entre los temas que los políticos han tratado se encuentran las fuentes de crecimiento económico a largo plazo. El mandatario ruso destacó la importancia del desarrollo de mecanismos innovadores y del «intercambio de la información y cooperación en este ámbito». «Comenzamos la discusión sobre la creación de las reglas en el sector de inversiones», ha indicado Putin, señalando que es necesario garantizar los principios y objetivos de desarrollo.
Las relaciones con Japón
El presidente ruso también ha indicado la importancia de resolver ciertos asuntos económicos en las relaciones bilaterales con Japón y de fomentar condiciones para resolver aspectos políticos. Putin ha asegurado que en las negociaciones con los socios japoneses Rusia no irá «a callejones sin salida» y que ambas partes intentarán encontrar una solución conjunta.
La disputa territorial por las islas Kuriles que mantienen Rusia y Japón, surgió como resultado de la Segunda Guerra Mundial. Putin ha precisado que según el acuerdo firmado por la URSS y Japón, «dos islas del sur pasan a la parte japonesa, pero no se habla de las condiciones ni de soberanía». Como «Japón se negó a cumplir con el acuerdo», este quedó congelado.
La ‘reanimación’ de las relaciones con Turquía
Pese a que la ‘reanimación’ de las relaciones bilaterales con Turquía no va «tan rápido como querrían los socios turcos», ya se ha creado una base para restablecer las relaciones a gran escala. «Vemos el deseo del Gobierno turco de restablecer las relaciones», ha asegurado Putin, señalando que «el pueblo turco da la bienvenida» a este paso.
La renovación de las relaciones turco-rusas se debe en gran medida al arresto del piloto que realizó un ataque contra el avión ruso Su-24 y la persona que disparó contra los pilotos rusos que se catapultaron de la aeronave.Por el momento, Rusia espera los resultados de la investigación oficial de lo sucedido.
La cuestión siria y otros asuntos por tratar con EE.UU.
En el marco de la Cumbre G-20 Putin ha participado de una serie de reuniones con líderes de diferentes países. Durante la reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama, que duró más de una hora, los líderes mantuvieron una conversación personal, discutieron temas referentes a los conflictos en Siria y Ucrania, y acordaron que ambos países continuarán trabajando en conjunto para buscar posibles soluciones y avanzar en estos temas.
Putin estima que ha conseguido una comprensión mutua con su homólogo estadounidense respecto a los problemas que afrontan ambos países. «Quedan por terminar ciertos momentos de carácter técnico, si [el secretario de Estado de EE.UU.] Kerry y [el ministro de Asuntos Exteriores ruso] Lavrov consiguen hacerlo, daremos un paso adelante respecto a la solución de la situación en Siria». El mandatario ruso sostiene que es posible llegar «en los próximos días» a los acuerdos sobre Siria, que mejorarán e intensificarán la lucha conjunta contra los grupos terroristas.
El presidente ruso ha señalado que Estados Unidos es uno de los principales socios de Rusia en cuestiones de seguridad y otros aspectos y que Moscú está abierta a los contactos en este ámbito. No obstante, también ha indicado que el intercambio comercial está a niveles mínimos.
«Los precios del petróleo tienen que ser justos»
Mientras que los precios del crudo actuales convienen a Rusia, «podrían ser más altos», ha afirmado Putin. «El precio tiene que ser justo. Podría ser un poco más alto», ha declarado.
Comentando las relaciones con Arabia Saudita, el presidente de Rusia ha indicado su carácter amistoso y ha destacado la necesidad de cooperación mutua en el mercado petrolero.
Rusia apoya a China en la disputa territorial en el mar de la China Meridional
Moscú no interviene en la disputa territorial sobre las islas en el mar de la China Meridional, pero apoya la postura de China que, por su parte, rechaza las decisiones del tribunal de La Haya.
Putin también ha subrayado la importancia de China como socio desde el punto de vista del intercambio comercial y ha indicado que ambos países tienen importantes proyectos conjuntos en la esfera de la construcción de aviones y la colaboración en el espacio, entre otros.