La economía de Cuba en tiempos de crisis. Causas del problema. Parte 1

En su década de gobierno (2008-2018), Raúl Castro intentó reformas estructurales orientadas hacia el mercado, pero muy lentas, plagadas de obstáculos, desincentivos,  y vaivenes, por lo que no tuvieron efectos tangibles en la economía. Los líderes cubanos han descartado seguir los lineamientos del modelo de «socialismo de mercado» que ha tenido notable éxito económico-social en China y Vietnam

por Carmelo Mesa Lago

Parte 1

Cuba enfrenta la peor crisis económica desde el Período Especial (particularmente de la peor etapa, 1991-1993) y la situación se asemeja a la de esos años terribles. Esta serie de artículos analiza las causas de la crisis, mide su magnitud con estadísticas económicas, en especial del período 2020-2022, describe brevemente la reacción ciudadana a la misma, ofrece algunas perspectivas para 2023, y da pautas para las reformas necesarias.

1. Las causas de la crisis

Es común que los dos extremos ideológicos señalen una sola causa de la crisis cubana actual: el polo de la derecha culpa al régimen comunista, y el de la izquierda acusa al «bloqueo» de los EE.UU. En la realidad, ambas visiones son simplistas, parciales y sesgadas; en mi opinión, no hay una sola causa de la crisis, sino múltiples y concatenadas que resumo a continuación:

1) El ineficiente sistema económico de planificación centralizada y vasto predominio de la propiedad estatal sobre el mercado y la propiedad no estatal, que ha fracasado en todo el mundo incluyendo a Cuba.

En su década de gobierno (2008-2018), Raúl Castro intentó reformas estructurales orientadas hacia el mercado, pero muy lentas, plagadas de obstáculos, desincentivos,  y vaivenes, por lo que no tuvieron efectos tangibles en la economía. Los líderes cubanos han descartado seguir los lineamientos del modelo de «socialismo de mercado» que ha tenido notable éxito económico-social en China y Vietnam, alegando diferencias de dichos países con Cuba (Mesa-Lago, 2022). El presidente Miguel Díaz-Canel apoya el continuismo, aunque ha impulsado reformas que se analizan aquí, entre ellas, la unificación monetaria y cambiaria y la legalización de las MPYMES.1

El presidente Miguel Díaz-Canel apoya el continuismo, aunque ha impulsado reformas. (Foto: Jorge Luis Baños/IPS)

2) La grave crisis económica y humanitaria de Venezuela que le ha obligado a reducir substancialmente sus lazos económicos con Cuba: la compra de servicios profesionales de salud (el primer ingreso en divisas de la Isla), el suministro de petróleo con términos favorables (que cubre  alrededor de la mitad de las necesidades cubanas) y la inversión directa.

Dicha relación alcanzó su cúspide en 2012-2013 con US$16.017 millones, y disminuyó a la mitad en 2018; en relación al PIB de Cuba, se contrajo de un 22% a un 8%. Los tres componentes de la relación se redujeron: la exportación de profesionales en 24%, el envío de petróleo en 62%, y la inversión de US$8.000 millones se esfumó (Mesa-Lago y Vidal, 2019).

Tal descenso ha continuado en 2019-2022. Por ejemplo, el intercambio comercial de bienes (importaciones más exportaciones) entre Cuba y Venezuela se contrajo en 69% entre 2015 y 2021, las exportaciones cubanas cayeron en 92% y las importaciones venezolanas en 55%; mientras que el déficit contra Venezuela (exportaciones menos importaciones) fue de US$1.356 millones en 2015 y US$1.142 millones en 2021.

Venezuela ha descendido de primer socio comercial de Cuba (28% del intercambio total) al segundo, con solo 12,9% del intercambio total (ONEI, 2016, 2022); no hay series estadísticas sobre la compra de servicios profesionales cubanos por Venezuela y el suministro de petróleo venezolano (ver más adelante), pero continúa paralizada la inversión venezolana.

3) La incapacidad de la economía cubana de financiar sus importaciones de bienes con sus propias exportaciones debido a la caída en la producción interna.

Se demostrará la drástica reducción de la producción agropecuaria y manufacturera insular, y cómo esta contrajo las exportaciones, lo cual generó un déficit en la balanza comercial con sus principales socios comerciales. Por ejemplo, la relación económica con China alcanzó un cénit en 2015 y 2016, cuando este país se convirtió en su primer socio comercial (y superó así a Venezuela); su intercambio  representó 17% y 20% respectivamente, pero disminuyó en 46% entre 2015 y 2021 a 13% del intercambio comercial.2 

La razón fue un déficit contra China en la balanza comercial de bienes —las exportaciones cubanas son muy inferiores a las importaciones  del país asiático—, que ascendió a una cúspide de US$2.000 millones en 2015, por lo cual China redujo sus exportaciones a Cuba en 58% entre 2015 y 2021 (ONEI, 2016, 2022).

En la visita oficial de Díaz-Canel a China en noviembre de 2022, donde se firmaron doce acuerdos (ver sección 2), aquel recordó la advertencia de Xi Jinping a la necesidad de la parte cubana de cumplir con sus obligaciones: «ahora tiene que cumplirse bien el compromiso nuestro, de cómo hacemos bien las cosas, de cómo aprovechamos las oportunidades, cómo somos eficientes, cómo no malgastamos los recursos, y cómo logramos que las inversiones tengan un adecuado rendimiento, y cómo cada vez somos más serios y más efectivos también en los proyectos que propongamos, para seguir ampliando la cooperación». 

4) Las fuertes sanciones impuestas por Donald Trump, que revirtieron el proceso de acercamiento del presidente Barack Obama y reforzaron el embargo o «bloqueo»:3 la aplicación del Título III de la ley del embargo, que había sido suspendida cada seis meses por los anteriores presidentes (incluyendo a Trump), y que permite demandar a las compañías extranjeras que han «traficado» con bienes confiscados por el gobierno cubano; la reducción drástica de vuelos a Cuba, que menguó el turismo; la imposición de un límite a las remesas y la prohibición a la Western Union de enviar dichas remesas a la agencia cubana Fincimex, administrada por los militares; el endurecimiento de las sanciones a los bancos internacionales que hacen transacciones con Cuba, y la reinstalación de dicho país entre los que patrocinan el terrorismo.

Economía de Cuba

Las fuertes sanciones impuestas por Donald Trump revirtieron el proceso de acercamiento del presidente Barack Obama y reforzaron el embargo o «bloqueo». (Foto: Eric Thayer / The New York Times)

Dichas medidas congelaron la inversión extranjera y provocaron la salida de algunas empresas internacionales. Joseph Biden ha flexibilizado el envío de remesas y los vuelos a Cuba y está teniendo conversaciones sobre la emigración, pero las otras sanciones perduran. Nótese que la política de acercamiento de Obama con la Isla —la cual apoyé—, resultó en numerosas concesiones del primero, sin que Cuba cediese un ápice a cambio; por el contrario, la dirigencia cubana continuó criticando al gobierno estadounidense por el mantenimiento del embargo, que Obama no podía eliminar pues los republicanos tenían mayoría en ambas cámaras (Mesa-Lago, 2020).

5) La pandemia de Covid-19, que afectó severamente el turismo internacional y también redujo el viaje de mulas que antes llevaban remesas, alimentos y otros bienes de consumo para familiares o para su venta informal en Cuba. La combinación de las medidas trumpistas y la Covid-19 provocó la salida de compañías españolas como Bankia y tres hoteles de Meliá. La estimación de la media de exceso de mortalidad por la OMS (2021), muestra que la media de Cuba fue superior a la de once países latinoamericanos, una indicación de que no manejó bien la pandemia.

6) La implantación, al inicio de 2021, de la «Tarea Ordenamiento» (unificación monetaria y cambiaria) que, aunque a largo plazo debería dar resultados positivos, a corto plazo ha agravado muchos de los problemas anteriores, como un enorme incremento de la inflación, presión para el cierre de empresas no rentables (que generaría un aumento del desempleo declarado), escalada en espiral del precio de los bienes y fuerte escasez de alimentos y medicinas (Mesa-Lago, 2021).

7) La invasión de Ucrania por Rusia y la extensión inesperada de la guerra, que han disparado el precio de alimentos como el trigo, y del petróleo (Rodríguez, 2022a2022b); ambos perjudican a Cuba, la cual recientemente ha apoyado a Rusia,4 contribuyendo a un mayor aislamiento con la Unión Europea y posiblemente dañando las conversaciones en curso con la administración de Biden.

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1: Otro problema es el oligopolio de GAESA que controla vastos sectores de la economía, con mínima transparencia, lo cual impide cualquier competencia con el resto del sector estatal y no estatal.

2: Aún así, en 2021 China volvió a ser el primer socio comercial de Cuba debido a la fuerte contracción del intercambio comercial total.

3: El gobierno cubano estima que el embargo/bloqueo causó pérdidas por US$147.853 millones en seis décadas (Rodríguez, 2022a). He estado contra el embargo desde 1970, pero he demostrado ciertos efectos compensatorios (ver Mesa-Lago, 2022).

4: Cuba se abstuvo el 2 de marzo en la votación de la ONU que condenó la invasión de Ucrania por Rusia, pero durante la visita de Díaz-Canel a Moscú en noviembre de 2022, donde se entrevistó con Putin, apoyó la guerra y culpó a los EE.UU. de ser el causante.

NOTA

El autor es el único responsable de este artículo, pero agradece los útiles comentarios/sugerencias de Alejandro de la Fuente, Jorge Duany, Javier Figueroa, Jorge Pérez-López y Vergard Bye, así como de los editores de La Joven Cuba, Alina Bárbara López y José Manuel González Rubines.

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AUTOR

Mesa Lago, Carmelo. Distinguido Profesor Emérito de Economía y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh, profesor visitante, investigador y conferencista en 40 países, y autor de 94 libros y 318 artículos publicados en 8 idiomas en 34 países. Expresidente de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, miembro de la Academia Nacional del Seguro Social y de los consejos editoriales de seis revistas académicas. Premio de la Organización Internacional del Trabajo al Trabajo Decente compartido con Nelson Mandela.

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