Por Hassan Nasralah
La revelación de las FDI el miércoles 6 de julio de un cuarto dron de Hizballah que fue interceptado en dirección a la plataforma de gas Karish de Israel confirmó la evaluación de que la organización terrorista libanesa estaba empeñada en iniciar una guerra, inicialmente sobre esta plataforma de gas en alta mar. Este dron hasta ahora no revelado fue interceptado tres días antes que los tres que fueron derribados el 2 de julio por misiles Barak.
Este fue derribado por medidas avanzadas de guerra electrónica después de ser identificado a una distancia de la zona económica marítima de Israel, mientras aún se encontraba sobre aguas libanesas. Los militares no ofrecieron ninguna razón para la divulgación de este cuarto dron en este momento.
Las fuentes de Medio Oriente de DEBKAfile han concluido que Hassan Nasrallah, líder del representante terrorista de Irán, Hizballah, ha decidido ir a la guerra contra Israel por su nueva plataforma de gas. En sus palabras, “los recursos de petróleo y gas de Líbano deben liberarse del control israelí, tal como se liberó el sur [en 2000] y la ‘zona de seguridad’ de Israel debe ser desmantelada por la fuerza de las armas”.
La táctica del dron es el tiro inicial, dicen nuestras fuentes, para tres objetivos:
1.- Para asustar al personal empleado en las plataformas petroleras y de gas en alta mar de Israel en el Mediterráneo oriental para que huyan por temor a sus vidas.
2.- Nasrallah incluyó los proyectos de energía marítima de Grecia en su declaración de guerra.
3.- Como un mensaje contundente de que la gestión de la exploración de gas en el Mediterráneo oriental había pasado del gobierno libanés al control de Hizballah. La intención era anular la condena del primer ministro libanés a los drones como “inaceptables” y como un peligro para las negociaciones en curso negociadas por Estados Unidos sobre el trazado de una frontera marítima entre las zonas económicas libanesa e israelí.
El ejército israelí presentó la interceptación de los tres vehículos aéreos no tripulados desarmados de Hizballah como una hazaña importante, aunque los misiles Barak eran muy caros en comparación con los drones baratos.
Sin embargo, Hezbolá no se preocupó por recuperar los drones, sino que apuntó a esta etapa para obtener una ventaja psicológica. Esto pretendía ser una declaración de que se había abierto una nueva página en su contienda contra Israel por los campos de petróleo y gas del Mediterráneo.
