Codigoabierto360: Ante todo debemos aclarar a nuestros lectores que el presidente de los EE.UU. (cual sea quien este gerenciando políticamente el país) tiene un equipo de trabajo hacedor de sus discursos, estos son especialistas en política domestica, política exterior, política comercial, medio ambiente, terrorismo, etc. El mismo es leído de un teleprompter o “autocue” (pantalla digital electrónico transparente que refleja el texto del discurso que tiene los presidentes frente a su podio para su lectura ante su auditorio) quien lo controla mediante un pedal para hacer avanzar el texto)
El discurso de Barack Obama, televisado para toda Cuba, fue brillante eficaz de cara al cubano medio. Aseguró que venía en son de paz, buscando dejar atrás la historia de enfrentamientos. Despertó sus simpatías con frases en español y mencionando desde la música cubana hasta los platos más populares como la “ropa vieja” y el deporte nacional, el béisbol. Exaltó la creatividad de los cubanos, mencionó a algunos trabajadores autónomos por su nombre, refiriéndose a la importancia y repercusión social de su actividad.
Justamente hizo especial hincapié en el desarrollo de los “emprendedores” de la isla, un sector que ha ensalzado durante todo el viaje. Afirmó que si el gobierno cubano les permitiera trabajar libremente podrían aportar mucho al desarrollo del país y puso como ejemplo lo que los emigrados han construido en Miami. Obama se volvió a comprometer con el apoyo de Washington a este sector económico.
El gran ausente del discurso fue la disidencia, la que hasta ahora había sido la principal apuesta de todos los gobiernos estadounidenses. Se reunió con algunos de ellos pero los contactos tuvieron muy bajo perfil. Ni siquiera se refirió a la detención de las Damas de Blanco el pasado domingo cuando se manifestaban en la calle. Todo parece indicar que la atención de los EEUU se mueve hacia otro sector como motor de cambio. De todas formas su gobierno sigue entregando U$D 20 millones cada año a los grupos opositores dentro de Cuba.
También el Presidente insistió mucho en la promoción de Internet como vía para el desarrollo de la economía y la de los ciudadanos. Viene acompañado con directivos de Google, los cuales ya habían fracasado en sus negociaciones con el gobierno cubano para poner wifi gratuito al 70% de la población. La respuesta de La Habana fue que preferían ir más despacio antes que poner en manos de los EEUU las comunicaciones del país e inmediatamente negociaron con empresas chinas para extender la red en toda la isla.
Por lo demás, el mandatario trató de promover la democracia estadounidense como herramienta para la evolución social. No intentó vender el paraíso sino una sociedad con muchos problemas, desde racismo o una extrema concentración de las riquezas, pero con capacidad de evolucionar. Con mucho respeto y remarcando que los cambios solo competen a los cubanos, Obama propuso a Cuba realizar transformaciones políticas y económicas hacia un modelo diferente.
Los medios de la prensa cubana inmediatamente salieron a responder al discurso, tratando de cuestionar argumentos y restarle las simpatías que puede haber despertado en la población. Todos los entrevistados recordaron que si Obama quiere realmente dejar en manos de los cubanos el destino de la isla, debe empezar por terminar con los programas que financian las emisiones de Radio y TV contra La Habana, la creación de redes periodísticas disidentes y el pago a los opositores.
Sin embargo, Obama ha llegado a muchos cubanos, “el mulato nos propone la paz y nos ha dicho muchas verdades”, comentó a Público un joven cubano que no quiso dar su nombre. Los medios nacionales han respondido pero lo hacen desde la vieja arenga de barricada. Tendrán que actualizar su discurso si quieren enfrentar con éxito esta nueva expresión del diferendo bilateral, signada por una amistad que puede llegar a ser mucho más peligrosa para La Habana que la vieja agresividad.