Por Luis Carlos Samudio G. — Vice- Presidente de la Comisión de Elección de San Miguelito.
Hoy, ante un mundo globalizado y tecnológico, se requiere que el aporte debe ser horizontal y vertical donde la participación sea revolucionaria, dinámica con amplitud de mente para adecuarse a las realidades de dichas propuestas que no se mire como lo mejor o peor, sino como un aporte que debe ser analizado bajo los mejores criterios de la verdad y las realidades objetivas, por lo que se hace establecer vínculos, relaciones de diálogo a través de seminarios para medir la temperatura política y podamos alinearnos, para que todos tengan los mismos conocimientos de pensamientos y estrategias como lo realizaba Omar Torrijos con su tropa saliendo fortalecido institucionalmente.
De esta manera determinar el norte de la integración política, en vez, de los aspectos de la confrontación a lo interno de la organización y establecer políticas institucionales en miras de la consolidación de ese objetivo, logrando así la integración de los diversos sectores o corrientes que haya en nuestro país.
Queremos iniciar, señalando los hechos, acontecimiento y sucesos vividos por los actores sociales impulsados por su olfato, sus instintos profesionales, escuchando las voces de la calle, prestando atención a las preocupaciones reales de la gente, de su entorno inmediato, sino que estos son muchas veces manipulados. Nos proponemos desarrollar los contecimientos que empiezan en 1969 con el retorno del General Omar Torrijos Herrera, pasando por la invasión de 1989 hasta el resurgimiento del PRD a la silla presidencial 2019.
Haciendo un poco de historia, quiero resaltar una fecha muy importante para el pueblo panameño como lo es el 16 de diciembre, que este año se cumplirá 50 años del regreso del General Omar Torrijos, ya que un grupo de oficiales de ese entonces Guardia Nacional intentó su derrocamiento, pero no pudo por la lealtad de sus tropas que creían en su Comandante.
Siendo un joven que patrullaba por los rincones del Cuartel, me permite escribir unas cuantas líneas para escenificar los hechos y sucesos que marcaron el rumbo del proceso revolucionario con objetivos específicos de eliminar el enclave colonial que dividía nuestro territorio y de esa manera emprender la lucha por la recuperación de esa franja canalera ocupada por una fuerza militar extranjera que estaba incrustada en el corazón de nuestro país.
A partir del año 1970, el Comandante Omar pone en marcha la lucha de liberación nacional del Proceso Torrijista, desarrollando una política exterior agresiva, reafirmando la soberanía nacional en todo el territorio. Esa política tiene como principios básicos el no alineamiento, la autodeterminación, el rechazo a toda forma del colonialismo o discriminación racial, la amistad con todos los países del mundo y la solución pacífica de las controversias internacionales. Esos elementos deben ser el norte del actual gobierno y luchar para obtener el apoyo internacional que se logró en los años 70, al consolidar nuestra soberanía en todo nuestro territorio, en donde hoy solo existe una sola bandera y una nación progresista.
Es esa época no había celular, ni internet, ni las presiones de las redes sociales, se tiene que haber vivido la magnitud del contexto histórico para comprender la magnitud de ese logro de Omar Torrijos, visitando país por país dando a conocer la causa de su lucha por un pueblo que aclamaba la soberanía de su país.
En este escrito, deseo destacar el papel que jugó Juan Antonio Tack, Canciller de la República de Panamá de 1970 hasta 1976. Participó en un acuerdo Tack-Kissinger 1974. Además, fue Jefe de las Negociaciones de los Nuevos Tratados Torrijos-Carter, ciudadano que supo entender su misión e interpretar los objetivos y lineamientos de Torrijos desde esa trinchera logra conseguir que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reuniera en 1973 en nuestro país, siendo esa la primera ocasión que lo hacía fuera de su sede en Nueva York. Omar, además llevó la causa panameña ante organismos internacionales de los Países No Alineados (1973) en Argelia y Sri Lanka (1976), recibiendo el apoyo incondicional de los reclamos de los panameños.
El logro más trascendental de aquellos años fue en definitiva la consecución y eliminación de los viejos
Tratados de 1903 de la Cláusula de Perpetuidad en la Franja Canalera y el Establecimiento del Enclave Militar Extranjero en el propio corazón del país, el cual cercenaba a Panamá, su principal recurso económico e impedía usarlo para impulsar el desarrollo nacional. Con la ampliación del Canal, hoy día se genera para el Estado grandes suma de dinero en comparación del paupérrimo aporte de 1.9 millones anuales que estuvo recibiendo el gobierno panameño hasta 1989.
Hoy, con orgullo, afirmamos que esto se logra a través de una negociación pacífica sin derramamiento de sangre, sin luto ni dolor demostrando lealtad a su pueblo con la firma de los Tratados del 7 de septiembre de 1977.
La negociación para el desmantelamiento del enclave no fue tarea fácil. Hubo panameños y panameñas empeñados en evitar que esos Tratados se llevaran a cabo, argumentando que sería catastrófico, afirmando que “nadie comía soberanía”. El éxito del largo y complejo proceso negociador se da gracias a la movilización popular, a la unidad nacional y al respaldo solidario de las naciones latinoamericanas del mundo, y junto con la firmeza patriótica, la perspicacia política
demostrada en las negociaciones, nuestro país pequeño (David y Goliat) al recuperar su más valioso recurso natural de manos de una gran potencia como Estados Unidos, lo cual, le dieron a Panamá un mayor prestigio como lo destacan muchos analistas internacionales que fue unas de las mejores negociaciones del siglo XX, y que de manera pacífica todo se logró a través del dialogo y las estrategias planteadas.
Resurgimiento del PRD
Después de la invasión de 1989, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) queda disperso sin ningún rumbo. Sin embargo, un grupo de copartidario pudo mediante la comunicación telefónica y personal reagrupar sus fuerzas políticas para consolidar objetivos estratégicos y tácticos, y en el año 1990, participa en la elección presidencial que fueron programadas para esa década obteniendo resultados significativos, a pesar de estar dispersas las fuerzas políticas que con su actuar pudieron consolidar y normalizar la vida política institucional del PRD.
Desde mi ojo de observador, cito hechos y sucesos que se dieron dentro de los presidenciales del Doctor Ernesto Pérez Balladares, quien logró un triunfo que no se apuntaba para una fecha temprana.
En el período de 1998, Pérez Balladares, buscaba la reelección a través de un referéndum que consistía de una propuesta de reforma constitucional que habría permitido al Toro postularse a la reelección, inmediata en 1999, pero el PRD no logra convencer a la ciudadanía que fue rechazo con un NO absoluto.
Por otro lado, Martín Torrijos Espino y Alfredo Oranges Busto, ambos compitieron en las elecciones internas del PRD en ese mismo año. Había muchas fricciones internas dentro del partido, dando como resultado la derrota ante la candidata del arnulfismo, Mireya Moscoso. Posteriormente, Martín, inicia un nuevo recorrido por el país, visitando los copartidarios, buscando unidad dentro de las bases militantes del PRD. Para Torrijos Espino no fue fácil zafarse de los viejos zorros políticos de ese partido que trataban de pararlo, pero el empezó a mostrar sus garras que tomó control del partido de su padre, a pesar de no contar con los recursos económicos, pero si con la membresía del PRD, se postula nuevamente para presidente en el período 2004-2009, ganando las elecciones a Guillermo Endara Galimany.
En el partido más longevo y más grande de los colectivos políticos no podría faltar las rivalidades internas, Martín, que no supo manejar la confrontación presidencial entre los aspirantes Juan Carlos Navarro y Balbina Herrera. El primero se perfilaba como único candidato presidencial, pero las ideas eran otra, ya que Martín y Samuel Lewis Navarro, le ofrecieron a Herrera que fuera candidata presidencial y para eso, tenía que enfrentarse a Juan Carlos Navarro en las primarias. Ganándole a Balbina Herrera a Navarro. Hubo mucho resentimiento de parte de Juan Carlos hacia Balbina, que le sacó todo lo que él creía que podía dañar a la nueva candidata presidencial para el 2009. Balbina perdió ante el candidato de Cambio Democrático, Ricardo Martinelli. Lo que trajo por consecuencia que el PRD se fraccionara su estructura política, que trajo a estar sentado en el banco por 10 años.
Como dato curioso, el PRD no pudo lograr la victoria electoral en el año 1999, que hubiese permitido las transformaciones sociales pendientes a cristalizar la justa aspiración de que un torrijista, en su condición de presidente de la república, recibiera el Canal. La “vida te da sorpresa” como dice el cantante Rubén Blades
Por lo tanto, podemos indicar que los períodos 1994, 2004 y hoy, 2019, el partido PRD, obtuvo el triunfo gracias a su unidad interna, al espíritu combativo de su militancia y al programa de gobierno que brindó al país, ofreciendo seguridad, mejoras a la calidad de vida, buscando la solución de problemas, alivio del antagonismo sociales, etc., al contrario de las posiciones conflictivas percibidas internas, en donde sectores con mando y poder desmeritan a otros sectores con militancia y participación desde sus trincheras. En la actualidad, vemos otras estructuras sin militancia ocupando puesto de alta relevancia; mientras que los que se han batallado buscando los votos lo han ignorado por completo. Es algo que debe tomar en cuenta Nito Cortizo, si no mejora las estrategias, vendrán otros 10 años sentados por no saber escuchar a los hijos de Omar.
Más que buscar responsables de lo ocurrido en esas etapas, interesa analizar críticamente esas épocas, asimilar las lecciones para reafirmar la indeclinable independencia política del PRD, robustecer sus raíces populares, colaborativa, su democracia interna y consolidar la democracia representativa-participativa en el país a través del patrullaje, y esa convivencia con el tejido social, destacando la famosa mancuerna torrijista, “yunta-pueblo-gobierno” desde abajo hacia arriba no a la inversa, sembrando las semillas que den frutos para que las nuevas generaciones continúen el proyecto torrijista sin descalificar a ninguno de los actores sociales, es imperativo que se modifique y reoriente la escuela “Ascanio Villaláz”, con objetivos claros-definidos y que el norte sea la participación de todos con el fin de formar nuestros relevos generacional, destacando los antecedentes, las raíces históricas y políticas que se lograron en su momento la unidad revolucionaria que nos enseñó el General Torrijos.
Omar Torrijos, era un gran comunicador y lo expresaba a cabalidad en los diálogos que sostenía entre los campesinos, al hablar con ellos, en un idioma común no muy comprensible para el resto de los mortales, discutía con ellos de igual a igual, con franqueza y el rencor nunca fue parte de su agenda.
El General, más recordaba al que le hacía un favor, y entendía las posiciones de los jóvenes de izquierda motivados por los procesos de liberación en el mundo, pedía las armas en vez de propiciar negociaciones, los sumó para trabajar en el proyecto de recuperación del Canal de Panamá, para transformar la finca de entrenamiento militar de la primera potencia militar del mundo que tenía con un canal interoceánico al servicio militar y económico, liderizando una lucha ordenada, primero a lo interno y luego internacionalmente.
En la actualidad, debemos procurar que nuestro plan de “Buen Gobierno” tenga como enfoque fundamental una Política Social, que se sustente en el aseguramiento por el Estado de la calidad de vida de sus ciudadanos, estableciendo políticas públicas, proyectos sociales que aunque parecen ser insostenibles ante las pérdidas económicas que sufre el Estado mismo, producto de la delincuencia económica, teniendo presente la familia como unidad básica de la estructura social, que es común a todos los grupos humanos.
El gobierno debe definir los problemas y las fracturas sociales que se derivan dela pobreza, la marginación (trabajo, salud, seguridad, vivienda digna, educación, alimento, transporte y agua), buscando los recursos y medios técnicos para su solución. Además de servir como medio de control y cohesión social y con la principal intención de elevar las condiciones sociales de la población, como vehículos para el reconocimiento y ejercicio de los derechos sociales con el fin de lograr el bien común en procura de las necesidades de la oblación y asegurar la dignidad humana de sus integrantes.
Afirmamos que el Torrijismo, es un proceso ransformador de práctica política, participativa, colaborativa y democrática, con gran humildad en gobernar con el pueblo y para el pueblo, como unidad integral. Además, presenta ciertas características que influyen en la interrelación personal las cuales señalamos como:
⮚ Revolucionarias: porque transformas estructuras.
⮚ Democrático: porque es participativo.
⮚ Humanista: porque procura el bienestar.
⮚ Solidario: porque sus esfuerzos van a los sectores más desprovistos del país.
⮚ Nacionalista: porque propugnan por el fortalecimiento del estado nacional.
⮚ Popular: por su compromiso social con los sectores más humildes y desprovistos.
Organizativo: trabaja organizativamente con la sociedad en todos sus aspectos
⮚ Transparente: por la rendición de cuentas que se deben presentar y al culminar su faena, siendo este el más importante por ser los ojos de la sociedad que tecnológicamente nos supervisa todas nuestras actuaciones públicas como han sido los acontecimientos dados en los gobiernos que nos han precedido.
Reflexiones
Haciendo una analogía de los hechos y sucesos del retorno del General Omar Torrijos Herrera en 1969, se cumplirán 50 años de aniversario. Vimos como ese 1° de julio del 2019, nuestro partido PRD volvió a la silla presidencial después de 10 largos años en enumbras y sufrimientos de quebrantos de salud social. Como los hechos de que fue objeto nuestro país producto de la invasión de 1989.
Debemos reflexionar que no lleguemos hasta aquí, solo para mantener una estadística política de cuantas veces ha llegado el PRD a la presidencia, y recordar siempre que siempre ha sido bajos condiciones difíciles, por lo cual, debemos empinarnos sobre todos los reveses que se han vivido, hacer un gobierno transparente, integral y de unidad en sus planteamientos en todos los sectores políticos de la membresía para que esa salud social pueda dar luces a las nuevas generaciones, sin desmeritar a los que desde sus inicios y desde sus diferentes trincheras han enerado aportes para la consolidación institucional del partido que es de todos y no de ningún sector específico. Eliminar los intereses personales sin desconocer a los que trabajaron para lograr el éxito por nuestro techo del 33%. Eso es lealtad, por lo que debemos seguir trabajando para lograr un buen gobierno con los objetivos que Omar logró y nos dejó que no hemos podido consolidar nuestras estrategias, no fracturando más las relaciones internas de su legado.
Hoy, antes los grandes y pequeños retos, les decimos que nuestra moneda social es la colaboración y la participación ciudadana, en lugar de la confrontación. Para nosotros, la colaboración, la empatía y la reciprocidad serán el norte de nuestras prácticas políticas y sociales, toda vez, que las monedas sociales no se imprimen ni se acuñan, sino que se construyen desde las bases sociales de nuestras organizaciones, como decía nuestro líder el Comandante Omar “el que da cariño, recibe cariño” y esa frase está vigente en nuestra moneda social. La colaboración del retorno a nuestro patrullaje social comunitario y político, para un mejor desarrollo y perfeccionamiento de las relaciones sociales.
Por otro lado, las redes sociales nos han demostrado que los más importante que impera internamente es un ambiente y convivencia de contantes confrontaciones, tensiones y desasosiego dentro de la misma organización política interna que sumado al ataque de los factores y actores externos que se aprovechan de esas connotaciones y las explotan en contra de nuestras estructuras partidistas, por eso, que nuestra moneda social, será cada vez más relevante en la cooperación como una práctica de nuestra organización y su importancia es seguir desarrollando la búsqueda de prácticas colaborativas y de trabajo en equipo por la unidad, como Omar Torrijos, nos enseñó que “Todos Unidos” alcanzamos las metas por muy difícil que esas sean.
No podemos perder de vista y Parafraseando a William Ury. Nos dice que “nosotros no heredamos las tierras de nuestros padres; sino que heredamos la tierra de nuestros nietos”. Es decir, que debemos pensar en ese relevo generacional, enseñando no descalificando, promoviendo un producto sano altamente con filosofía y principios torrijistas, escogiendo al mejor timonel que nos lleve a puerto seguro, y recordarles a nuestros actuales dirigentes que deben poner énfasis en la formación de los relevos generacionales.
Recojamos la bandera y sigamos adelante por el Panamá que Omar Torrijos soñó un día para su pueblo libre y soberano, que la sangre del 9 de enero de 1964 ni del 20 de diciembre de 1989, no sea en vano, busquemos la unidad total del PRD para los próximos años venideros, no seamos nosotros nuestros propios enemigos.
Juntos trabajemos a favor de la paz y la convivencia pacifica
