Por José R. Alfonso*
Ante todo, debemos preguntarnos:
¿Cuál era el cuadro de realpolitik en ambas orillas Cuba-Miami a principios de la década de los 1990?
En una muy apretada síntesis, realmente apretada, tratáremos de describirlo a continuación.
La Habana, atravesaba un severo y ascendente empeoramiento de las condiciones de vida de las grandes masas (Periodo Especial) con la consiguiente descomposición en parte del tejido social de la nueva generación, principalmente en la menos comprometido con el proceso marxista cubano —los más marginados dentro de los estratos menos favorecidos socio-económico-cultural y de estar sumida en una profunda quiebra económica para la cual el gobierno no lograba encontrar una respuesta política mediata e inmediata— pero a pesar de ello esta no implosionaba cuando el denominador común indicaba que con el derrumbe del totalitarismo socialista en Moscú —por la propia ala pro-capitalista de la burocracia gobernante— acompañado del colapso del socialismo en los países del Este — un fenómeno político conocido por “el efecto domino”— el gobierno de la República de Cuba debía ser la próxima ficha en caer. Sin embargo, este mantenía su estabilidad social y control político y no mostraba señales visibles que indicaran la aparición de síntomas y signos de desestabilización dentro del país.
Ciudad de Miami, es el asentamiento de la mayor concentración de cubanos en EE.UU., y de líderes de grupos y organizaciones de exiliados, entre ellos los del llamado exilio histórico —quienes controlan el poder político-económico-mediático y social en el Sur de la Florida a la par de conformar y también controlar la política exterior estadounidense referente a la isla— no ocultaban su euforia dentro de un ambiente triunfalista ya que tenían la percepción y convicción de que nunca habían estado tan próximo, y real, al colapso de su archienemigo, Fidel Castro.
Los de “a pie” (el hombre común) preparaban sus “maletas” para el retorno a la patria ; los más radicales se preparaban para “calmar su sed de venganza aplicando su justicia en contra de sus antiguos y actuales vencedores y enemigos —buscando repetir los Síndromes ocurridos durante la caída del heneral Gerardo Machado y Fulgencio Batista— algunos de los más “vivos” se mostraban eufóricos porque veían que había llegado su oportunidad de hacerse millonarios convirtiendo a la isla en una Narco-Estado; ex propietarios nacionalizados e intervenidos por el gobierno revolucionario soñaban en hacerse realidad sus sueños de recuperación y compensación económica.
En tanto los líderes de las principales organizaciones anticastristas pugnaban y se disputaban la presidencia de la nación para una era Post Castro — para quedarse así con el control político-económico de la isla— los de menor nivel se distribuían ministerios, gubernaturas de provincias y alcaldías.
Entre estos candidatos presidenciales, en disputa por el Poder Ejecutivo, dentro del exilio histórico existía una figura que sin duda gozaba de un enorme poder e influencia política y económica dentro de los círculos de poder norteamericanos y fuera el Chairman de la poderosa Fundación Nacional Cubano Americana, organización que por demás poseía un brazo armado muy profesional y con capacidad y experiencia táctico-estratégica capaz de conformar desde Operación Negra (Black Ops.) hasta actividades de ingeniería social desestabilizadoras, organización que paralelamente contaba con dos “organizaciones anticastristas pantallas” (supuestamente independientes).
Otro candidato que aspiraba, Lincoln Díaz-Balart, a pesar de mantener una posición congresional a nivel federal, a la par que trabajaba afanosamente por presentar una Ley — Helmes–Burton , confeccionada como traje a su medida— para “amarrar la libertad de la isla” a sus aspiraciones presidenciales en una Cuba en transición.
Tampoco podía faltar Armando Pérez Rorura — Chairman de la Unidad Cubana— quien considerándose a la par del Chairman de la FNCA, entendía poseer suficientes méritos —basado en su larga trayectoria, experiencia y manipulación mediática— mantenida y sostenida a través de una hábil estrategia de saturación comunicacional de satanización, demonización y desmitificación tanto contra Fidel y su revolución como contra el Partido Demócrata y sus dirigentes habiendo sabido cultivar una enorme influencia psicológica y persuasiva dentro de una gran parte del tejido social humano que compone parte del exilio histórico de origen cubano, sobre todo dentro del segmento batistiano, los que con razón o sin ella, profesan un genuino odio y sed de venganza contra quien los derroto, confisco sus propiedades, encarcelo, engaño y expulso de Cuba, méritos mediáticos que le llevarían a ser el Chairman vitalicio de una organización anticastrista que bajo su sombrilla agruparía a numerosas organizaciones de exiliados.
Dentro de este amplio abanico de candidatos presidencial también estaba presente Carlos Alberto Montaner —de la Internacional Liberal— y del que se rumorea insistentemente en la Capital del exilio que es un ex agente de los Servicios Especiales (CIA) radicado en España encargado del control de un grupo de escritores profesionales exiliados de origen cubano que elaboran parte de los libros y bitácoras anticastristas que circulan navegan por el mundo— sin duda un referenciado escrito mediático, comunicador y analista político— que con todo derecho también se considera digno de dirigir los destinos de una Cuba durante la etapa de transición hacia el capitalismo.
Es de destacar que también existen dentro del exilio histórico tradicional existen otros candidatos que se consideran con suficiente mérito para ocupar la presidencia de una Cuba Post Castro, los que incluso han establecido un gobierno de la República de Cuba radicado en el Sur de la Florida.
Pero, a pesar de todo ello, Fidel Castro no colapsaba.
La Red Avispa
Desde finales del mes de junio de 1993 el Buró Federal de Investigaciones (FBI) conocía de la existencia de una Red de agentes de inteligencia reclutados por la Dirección de Inteligencia de la República de Cuba asentada en suelo estadounidense a través de la información que recibiera de fuentes directas —un matrimonio procedente de la isla, profesores ambos de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de la Habana lugar de donde fueron reclutados para formar parte de dicha Red— cuyos principales tareas consistirían en la penetración de las organizaciones anticastristas, más activas, que estaban desarrollando actividades para desestabilizar socialmente para implosionar al gobierno cubano.
Edgerton Ivor Levy, el “Agente Ariel” de la DI, al desembarcar en Cayo Hueso de inmediato solicito a Arturo Cobo —Presidente del Hogar de Transito para los Refugiados cubanos —miembro de la Brigada de Asalto 2506 que desembarcaría en 1961 por Playa Girón y destacado activista del exilio histórico cubanoamericano del Sur de la Florida— el establecer de inmediato contacto con un agente del FBI ya que formaba parte de una Red de inteligencia integrada por 27 miembros entre oficiales ilegales, agentes y sub-agentes.
Parte del resto es historia abierta conocida.
Concilio Cubano: Su posible rol dentro de la Operación Negra (Black Ops.) de Bandera Falsa. ¿Casualidad o causalidad? y la casualidad no existe en la jerga de los Servicios Especiales.
El 24 de febrero es un día simbólico para los cubanos, pues conmemoran otro aniversario del reinicio de las luchas por la independencia de Cuba.
Ese día, pero de 1996, la Ciudad de la Habana se encontraba en Carnaval y líderes de Concilio Cubano, un movimiento moderado de disidentes cubanos —respaldada por más de 90 organizaciones del exilio, incluyendo a Hermanos al Rescate— “había anunciado su intención de llevar a cabo su primera asamblea nacional el 24 de febrero y pidió formalmente al gobierno de Cuba autorización para celebrar dicha reunión…”
Solicitud de supuesto permiso que formaba parte del cumplimiento de un objetivo táctico de ingeniería de desestabilización social dentro de una Operación Negra (Black Ops.) de Bandera Falsa en progreso diseñada por el brazo armado de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
Ante el “silencio” de las autoridades cubanas —algo clásico y esperado—varios de sus líderes y miembros decidieron cumplimentar el rol que les correspondía desempeñar en dicha Operación Negra (Black Ops.) concentrándose ese día, 24 de febrero de 1996, consistente en concentrarse frente al Parque Central de la capital habanera, en áreas colindantes con el Hotel Inglaterra, con el fin de proceder a colocar una ofrenda floral a los pies de la estatua de José Martí (ubicada en el centro de dicho parque). la señal para dar comienzo a la operación ya había sido acordada previamente: el supuesto vuelo de las avionetas de HAR sobre el área.
En tanto, de forma coordinada, desde el aeropuerto de Opa Locka, Miami, Florida, despegaban tres avionetas Cessna pertenecientes a la organización HAR (una de ellas piloteada por el líder de dicha organización). Su Plan de Vuelo era falso (el elaborado para el Juego Operativo de Desinformación que debía conocer la Inteligencia de la Isla a través de su Agente de Penetración dentro de la organización) — una copia del verdadero elaborado por el Sr Costa, un piloto de HAR, ese mismo día, 24 de febrero, inscrito como un plan de vuelo rutinario para una misión de búsqueda y rescate sobre los Estrechos de la Florida sería entregado a la Administración Federal de la Aviación de Estados Unidos quien a su vez se lo suministraría a Cuba— ya que volarían recto por el interior de la Florida, saldrían por los Everglades por el área de Thousand Island, un cayo al sur, ascenderían al oeste e realizaron un patrón con destino al Norte de La Habana, Cuba (una practica común de la aviación es que al pasar el Paralelo 24 se identifiquen, declaren posición y altitud a los controladores de trafico aéreo de La Habana).
Agente de Penetración, “Germán”, “compro” la “información procesada y contaminada” sobre esta Operación Negra (Black Ops.) de Bandera Falsa en progreso — directamente del “productor” de la misma— como una amenaza real de primer orden para la Seguridad Nacional de la República de Cuba por lo que decide abandonar su misión utilizando su canal de extracción, dos días antes, evacuando hacia Bahama —lo cual fue conocido por el líder de HAR— desde donde continuaría hacia suelo cubano para informar directamente a su mando “el consumidor de la desinformación”. Impacto mediato de su arribo que se hizo notar cuando en horas de la noche del 23 de febrero, es decir, un día antes del derribo, se produjera una rápida acción neutralizadora por fuerzas combinadas de los Servicios Especiales del gobierno de Cuba cuyo resultando en la detención temporal de más de 120 disidentes.
El objetivo central y real de la Operación Negra (Black Ops.) de Falsa Bandera consistía en que una de las dos avionetas de HAR (alejadas de la tripulada por la del líder de la organización) fuera derribada al traspasar el Paralelo 24 (como se puede apreciar en las comunicaciones entre los pilotos de los MiGs cubanos y su torre de control: “MIG-29: Estamos encima de él. Este no nos va a joder nunca más. CONTROL MILITAR: Felicitaciones para ustedes dos. MIG-29: Marca el lugar.…..MIG-29: Estamos subiendo y vamos de regreso. CONTROL MILITAR: Permanezcan ahí volando en círculo por encima.MIG-29: ¿Sobre el objetivo?”. Fuente: INFORME Nº 86/99 del CASO 11.589 ARMANDO ALEJANDRE JR., CARLOS COSTA, MARIO DE LA PEÑA Y PABLO MORALES. REPÚBLICA DE CUBA de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y no la versión editada de los medios de Miami.
Por otro lado la compartimentación con la acostumbraban a trabajar los profesionales de este tipo de actividad encubiertas o negras garantizaban que excepto el Jefe de la Organizacion de HAR conociera parte de los detalles de la misma. Asi como que único que fuera de conocimiento de los líderes de Concilio Cubano era que ambas avionetas supuestamente sobrevolarían el lugar donde ellos se encontraban, el Parque Central de La Habana, como parte de una operación táctica de campo coordinada previamente y que la señal para ser iniciada su actividad desestabilizadora seria precisamente al estas sobrevolar el área.
Supuestamente el unico papel táctico ha ejecutar por Concilio Cubano seria el de tratar de provocar una “ola de protestas por parte de la población” concentrada ese día en dicha área —ante la presencia de la prensa extranjera acreditada en la isla paralelamente con el apoyo mediático de emisoras de Miami.
Es de señalar que esta Planeación Operativa de Campo no solo resulto fallida al no aparecer las dos avionetas de la mencionada organización sino que fuera abortada por decisión de sus líderes al notarse una fuerte presencia física —en la zona del Parque Central habanero— de agentes de la Policía, la Seguridad del Estado y de miembros de las Brigadas de Respuesta Rápida del gobierno cubano.
El derribo de las avionetas de HAR: Una jugada maestra de la FNCA vs Clinton y Fidel.
“Ningún individuo tuvo más influencia sobre las políticas de Estados Unidos hacia Cuba durante las últimas dos décadas republicanas que Jorge Mas Canosa…” The New York Times. Sobre todo a partir de la administración de Ronald Reagan quien a sugerencia de Richard V. Allen, primer asesor de seguridad nacional le “regalaría”: a) la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA) — estructurado a imagen y semejanza del “lobby israelí” c/p AIPAC American Israel Public Affairs Committee (Comité de Asuntos Públicos Israel-Estados unidos que presiona directamente al poder legislativo de los EE.UU); b) la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo; c) la creación y dirección Radio Martí — siguiendo el modelo de Radio Europa Libre— nombrando a Jorge Mas Canosa, para presidir la junta de supervisión de la radio —encargada transmitir propaganda gris y negra contra Cuba. Todo ello ocurrió hasta que los demócratas conquistaron nuevamente la presidencia: ” Me gusta”, dijo Clinton, quien ya se aproximaba a la Casa Blanca en 1992, refiriéndose a Mas Canosa, al obtener de este una sustancial cantidad de fondos de campaña, respaldo político —el mismo que por más de una década había entregado al Partido Republicano y sus líderes— y la promesa de instar a los exiliados cubanoamericanos pertenecientes a la Fundación Nacional Cubano Americana a votar por los demócratas.
El 24 de febrero de 1996 se produjo el derribo de las Avionetas Cessnas 1 y 2, pertenecientes a la organización anticastrista “Hermanos al Rescate” al traspasar el paralelo 24.
Ello fue acompañado del sacrificio o daño colateral de cuatro seres humanos —los que según esta organización proclama fueron “asesinados en el aire”— tres de ellos estadounidense a razón de una decisión ejecutiva político-militar de Seguridad Nacional tomada por el Gobierno cubano, quien desde 1994 había advertido en varias ocasiones a las autoridades estadounidenses sobre la peligrosidad de los vuelos de estas avionetas sobre territorio cubano y el lanzamiento de numerosas proclamas contra el gobierno de la isla.
El presente trabajo es un Análisis Investigativo y de Contenido de Campo (AICC) —producto de una compilación de información obtenida a través de fuentes humanas, algunas de ellas estrechamente vinculadas con los hechos, cuyos nombres omitimos ex profeso para proteger su identidad y de otras diferentes fuentes de Código Abierto (mediáticas y digitales públicas) trata de lo que fue una Operación de Falsa Bandera, montada a través de un profesional Juego Operativo de Desinformación, llevada a cabo contra Bill Clinton y Fidel Castro dentro del marco de realpolitik.
Su planeación y mando táctico-estratégico fuer desarrollado por el brazo armado de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), integrado por veteranos de misiones encubiertas , todos ellos reclutados y entrenados por los Servicios Especiales de los Estados Unidos.
El derribo de las dos aeronaves por muy valederas o no las razones de realpolitik o de las causales por lo que se produjera—ha sido un tema sobre el cual durante varios años, de forma profesional, unipersonal, objetiva, fría, concisa y sin tomar partido hemos investigado, trabajado, publicado, conferenciado y dado testimonio legal —pro bono— por razones profesionales y de justicia, en calidad de Master en Contrainteligencia y Experto en Antiterrorismo.
AICC que difiere totalmente de las versiones presentadas por diferentes actores y activos mediáticos creadores de matrices de opinión y movilización social —radiales, televisivos, prensa plana y de la blogesfera— en su mayoría cubanoamericanos radicados en el Sur de la Florida, los que indiscutiblemente, cuentan con un altísimo potencial como “vendedores del anticastrismo” formadores y orientadores de conducta social a escala masiva mediante el control intensivo de las empresas mediáticas —los que no admiten ni permiten medios alternativos ni actores mediáticos imparciales y objetivos.
Los medios a los que hacemos referencia, hasta la fecha, han sido exitosos en el dominio político-social-económico y de control de la “opinión pública” en el Sur de la Florida —y por demás regentes de la política exterior de los EE.UU. referente a Cuba— llevando a cabo sistemáticas campañas de manipulación, desinformación, desmitificación, satanización y saturación negativa anticastrista —”la mercancía o producto”— para generar constantes necesidades masivas de consumo —“el mercado”— dentro de a una audiencia —“individuo-masa”— constituida fundamentalmente por un grupo de pertenencia de origen cubano, mayoritariamente en la tercera edad, que mantienen y sostienen un profundo sentimiento de odio, sed de venganza y total rechazo contra los líderes de la Revolución cubana y su proceso —con razón o sin ella, justificados o no, con motivos valederos o sin ellos, por empatía colectiva o voluntad propia— que responden hacia donde les lleve el corazón y no a razones objetivas de información, análisis y reflexión, sobre lo que “quieren oír, ver y emocionalmente sentir” convirtiéndolo en una “terapia mediática anticastrista” paliativa e inseparable de sus vidas.
La descripción anterior obedece a un esfuerzo por tratar de llevar a nuestros lectores una mejor comprensión acerca del papel que juegan las empresas mediáticas de Miami, controladas en su casi totalidad por cubanoamericanos anticastristas de línea dura e intransigente. Desde allí promueven, estimulan y orientan mediática y públicamente la desestabilización social dentro de la isla y algunos incitan a la comisión de actos terroristas, los que en su casi totalidad responden políticamente al Partido Republicano.
Los actores y activos comunicacionales a los que hacemos referencia jugaron un rol destacado como escalón de apoyo mediático y activos “vendedores del anticastrismo” en el éxito parcial de esta Operación de Falsa Bandera (Black Ops.) conocida popularmente como “El Derribo de las Avionetas de Hermanos al Rescate”.
Las dos caras de una misma moneda.
Toda moneda tiene dos caras, el principal rol de los actores y activos mediáticos enemigos de Castro, consistió en “vender la cara humana, loable y sin duda mediáticamente digerible —hasta la aplicación de la política ejecutiva de “Pie Seco, Pie Mojado” en 1994— ” de su moneda acompañada, en esta ocasión, de un fuerte “dosis” emotiva y de sensibilidad” a la par de exigir y reclamar severas y ejemplares acciones militares contra Castro por parte de la administración norteamericana de Bill Clinton.
Campaña cuya eje de dirección de matriz mediático era “ejercer presión sobre la opinión pública doméstica, nacional e internacional” mediante la manipulación y control de la información con el fin de que su eco llegara hasta el despacho de Bill Clinton, presidente de los EE.UU. quién podía ordenar ejecutivamente drásticas medidas y sanciones contra el gobierno de Cuba —ante el evidente “asesinato en el aire” de tres estadounidense— y quien por demás tenía y debía “compromisos y favores políticos” al Chairman de la FNCA —por el fuerte financiamiento recibido durante su primera campaña presidencial y el respaldo político público personal y organizativo dado en aquel entonces.
Compromisos y favores políticos que el Chairman de la FNCA sin pérdida de tiempo trato de “cobrar” y por lo cual al otro día del derribo —aprovechando su acceso directo a la Casa Blanca— emprendió vuelo hacia Washington, en su avión privado —acompañado de la vocera de la organización— a exigir la aplicación de tres medidas ejecutivas:
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Bloqueo naval a la isla.
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Golpe quirúrgico a la base desde donde despegó el MiG-29UB de la Fuerza Aérea Cubana.
3.Reparación económica para los familiares de los tres estadounidenses que —como “bajas colaterales” resultaron muertos — de los fondos congelados a la República de Cuba en los EE.UU.
Aquí no estará toda la verdad, pero lo que esta forma parte de la verdad.
Continuara: El Desarrolló la Operación de Falsa Bandera —como se montó operativamente— que condujeron al derribo de las Avionetas de HAR como parte de un libro en desarrollo.
* Dr. José R Alfonso. Dr. Ciencias Políticas. Master en Inteligencia Política Estratégica. Master en Contrainteligencia y Experto en Antiterrorismo. Dr. En Medicina y Especialista de 1er Grado en Cirugía General. Autor del libro “El Lenguaje del Terror El Informe que el Presidente no quiso escuchar” sobre el 9/11. Corresponsal en Miami de la Revista “Réplica. Publisher de www.codigoabierto360.com.