por Dr. José R Alfonso. Ante todo, es incuestionable que el Estado de Israel tiene el derecho a responder militarmente ante el ataque terrorista el sábado 7 de octubre ejecutado un Sabbat, día en que para la religión judía significa planeación familiar para pasarlas juntas en casa o en la sinagoga, fecha en la que los amigos conmemoraban el 50 año de la Guerra del Yom Kippur (1973) y cientos de jóvenes estaban en plena celebración en un festival de música electrónica que se estaba celebrando en Israel en un área del desierto próxima a la Franja de Gaza, Operación asimétrica en la que murieron 1.400 personas y secuestraron alrededor de 220.
por Dr. José R Alfonso
Ante todo, es incuestionable que el Estado de Israel tiene el derecho a responder militarmente ante el ataque terrorista el sábado 7 de octubre ejecutado un Sabbat, día en que para la religión judía significa planeación familiar para pasarlas juntas en casa o en la sinagoga, fecha en la que los amigos conmemoraban el 50 año de la Guerra del Yom Kippur (1973) mientras cientos de jóvenes estaban en plena celebración en un festival de música electrónica que se estaba celebrando en Israel en un área del desierto próxima a la Franja de Gaza, Operación asimétrica en la que murieron 1.400 personas y secuestraron alrededor de 220.
En fecha reciente conocimos, según el diario The New York Time, que los Servicios Especiales de seguridad interna de contrainteligencia (Shin Bet o Shabak y de Amán -pertenecientes a las FDI) del Estado de Israel conocía con un año de anticipación todo lo referente a la llamada Operación “Diluvio de Al Aqsa”, la que sería finalmente fuera ejecutada contra suelo israelí el sábado 7 de octubre, por el brazo armado de las milicias de Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica de origen sunita) y la Yihad Islámica conjuntamente con otras fuerza paramilitares.
En fecha reciente conocimos, según el diario The New York Time, que los Servicios Especiales de seguridad interna de contrainteligencia (Shin Bet o Shabak y de Amán -pertenecientes a las FDI) y la Mossad (inteligencia) del Estado de Israel conocía con un año de anticipación todo lo referente a la llamada Operación “Diluvio de Al Aqsa”, la que sería finalmente fuera ejecutada contra suelo israelí el sábado 7 de octubre, por el brazo armado de las milicias de Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica de origen sunita) y la Yihad Islámica conjuntamente con otras fuerza paramilitares palestinas, todas las cuales radican en la Franja de Gaza, las que desde allí sostienen una guerra asimétrica e hibrida en contra de Israel de larga duración.
En fecha reciente conocimos, según el diario The New York Time, que los Servicios Especiales de seguridad interna de contrainteligencia (Shin Bet o Shabak y de Amán -pertenecientes a las FDI) y el de la Mossad (inteligencia) del Estado de Israel conocía con un año de anticipación todo lo referente a la llamada Operación “Diluvio de Al Aqsa”, la que sería finalmente fuera ejecutada contra suelo israelí el sábado 7 de octubre, por el brazo armado de las milicias de Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica de origen sunita) y la Yihad Islámica conjuntamente con otras fuerza paramilitares palestinas / Imagen Ronen Bar, (izq) Jefe del Shin Bet; David “Dadi” Barnea (centro) y el Jefe del Mossad, General Hertzi HaLevi. Jefe de Aman.
La función más importante de todo los Servicios Especiales, de los Estados (de contrainteligencia e inteligencia) son la de producir información -de forma segura, completa y oportuna- para ser entregada a sus consumidores (los líderes políticos) quienes son finalmente los decisores de adoptar las acciones o medidas pertinentes en materia de seguridad o designar a los formuladores o hacedores de política interior o exterior su ejecución.
Es decir si valoramos la información aportada por soldados de las FDI que sirven en la frontera en la parte Sur de Israel con La Franja de Gaza, según sus propias declaraciones, a través de las plataformas digitales, en que estos habían informado a sus mandos sobre ello, sumados a las recientemente aportadas por el diario New York Time referente al conocimiento que tenían los Servicios Especiales de Israel es cuestionable, y razonable, que cuestionar por qué no adoptaran acciones preventivas por parte de la administración de Benjamín Netanyahu para evitar lo ocurrido 7 de octubre lo que provoco errores de costosas consecuencias como cuestionar también la existencia de intencionalidad geopolítica -acciones similares militares están focalizadas en notorios ejemplos históricos- para permitir que la ejecución de la Operación “Diluvio de Al Aqsa” favoreciera este proyecto.
El criterio de intencionalidad pudiera estar avalado contemplando desde la declaración ante la ONU sobre la creación de un Nuevo Oriente Medio, efectuada el 22 de septiembre, por Benjamín Netanyahu, ya en conocimiento por los Estimados de Inteligencia que sus Servicios Especiales le entregan cada día sobre la Operación “Diluvio de Al Aqsa”.
El criterio de intencionalidad pudiera estar avalado contemplando desde la declaración ante la ONU sobre la creación de un Nuevo Oriente Medio, efectuada el 22 de septiembre, por Benjamín Netanyahu, sumado a otros factores como su propio perfil -su figura se encontraba en un periodo de fuerte rechazo dentro de la Sociedad israelí ante su decisión de ejecutar cambios dentro del Sistema Jurídico, para evitar ser enjuiciado, así como en las propias Fuerzas Armadas (FDI) y los Servicios Especiales (Shin Bet o Shabak, Mossad y Aman) incluso su declaración pública posterior al 7 de octubre: “Desafiaremos al mundo si es necesario para derrotar a Hamás; La Autoridad Palestina no puede gobernar Gaza después de la guerra”.
Todo lo anterior, intencionalidad, favorecido por un gobierno sionista de extrema derecha que administra actualmente el Estado de Israel -cuya base ideología es la creación de un Estado exclusivamente judío y del “lazo natural” de la nación judía con Palestina en el marco conceptual del nacionalismo orgánico de “la sangre y la tierra” en el que las dimensiones románticas, histórico-mitológicas e irracionales son elementos centrales,que controla la política de Israel.
Hasta la fecha la historia de la humanidad ha demostrado que la principal razón de las guerras tienen como propósito el ocupar espacios vitales con el fin de controlar recursos naturales, en este caso, por lo cual existe la posibilidad de que la guerra asimétrica entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, señale a que los intereses de Israel y de los EE.UU. son el diseño de un Nuevo Oriente Medio que desplace al proyecto de la República Popular de China de la Franja y la Ruta / Cientos de personas mueren en el bombardeo a un hospital en Gaza, la OMS condena el ataque.
Hasta la fecha la historia de la humanidad ha demostrado que la principal razón de las guerras tienen como propósito el ocupar espacios vitales con el fin de controlar recursos naturales por lo cual existe la posibilidad de que la guerra asimétrica entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, en este caso, señalen a los intereses de Israel y de los EE.UU. son el diseño de un Nuevo Oriente Medio que desplace al proyecto de la República Popular de China de la Franja y la Ruta ofreciéndole a los países árabes que se le unan (Arabia Saudita) parte del pastel, pero para ello era necesario los actos terroristas del 7 de octubre contra civiles israelíes para llevar a cabo una nueva “Nakba” (catástrofe) en pleno Siglo XXI para desplazar a los gazatíes de su entorno.
Imagen expulsión de los palestinos de su tierra en 1948 durante la creación del Estado de Israel, lo que sería conocida como “Nakba” (catástrofe)
Esa bien puede ser la base principal para justificar la “poderosa venganza” de Israel que de forma desproporcionada es llevada a cabo por medio de “bombardeos estratégicos en alfombra o de saturación” -consisten en el lanzamiento masivo de bombas en caída libre, no dirigidas- así como las acciones operacionales táctico-estratégicas de la FDI con el propósito de causar la destrucción física, total o parcial de áreas densamente pobladas por civiles gazatíes así como de “tierra arrasada” de todo tipo de estructuras habitacionales e infraestructuras urbanas comenzando por la zona norte de la Franja de Gaza, para posteriormente continuar hacia la zona Sur, para finalmente expulsarlos de sus tierras mediante una guerra total para así dar cumplimiento a su proyecto geopolítico cuyo objetivo final es lograr además la anexión de este territorio mediante la destrucción sistemática, total o parcial, de la nación palestina que allí reside para que este territorio pueda ser poblado por colonos israelíes.
Hacer viable la existencia de los dos estados, lo que no es posible con los lideres actuales de la administracio del Estado de Israel, los que trataran de frustrar la idea, lo que implica que mayor serán los riesgos de que se produzca un conflicto que involucre a algunos miembros de países afines a Hamás y que la guerra continue durante las próximas generaciones de palestinos e israelíes / Imagen: La cumbre de paz de Camp David en el año 2000, entre el entonces primer ministro israelí Ehud Barak y el líder palestino Yaser Arafat con el auspicio del mandatario estadounidense Bill Clinton, es considerada como una de las ocasiones en la que la solución de dos estados estuvo más cerca de hacerse realidad.
Por ello, cuanto más dure la guerra en Gaza y mientras Israel mate a más civiles palestinos, destruya decenas de miles de hogares y sin hallar una manera aceptable para lograr la paz que rompa con perjuicios profundamente arraigados para hacer viable la existencia de los dos estados, lo que no es posible con los lideres actuales de la administracio del Estado de Israel, los que trataran de frustrar la idea, lo que implica que mayor serán los riesgos de que se produzca un conflicto que involucre a algunos miembros de países afines a Hamás y que la guerra continue durante las próximas generaciones de palestinos e israelíes,.
Nada es más engañoso en una crisis que cuando los logros militares se perciben como una política en sí mismos, que reemplaza convenientemente unaestrategia política. Ello es sin dejar de tener en cuenta que según Sun Tzu, general y estratega chino del siglo V, al que se le atribuye el libro El Arte de la Guerra, el cual sigue manteniendo vigencia a pesar de su antigüedad, cita: “ningún país se ha beneficiado jamás por una guerra prolongada y que inclusive puede condenarlo a la derrota en manos de terceras partes no involucradas en el conflicto inmediato”.
