Mirando a Cuba en el 2023

escrito por Domingo Amuchastegui ¿Qué puede esperarse para el año 2023 cuando examinamos la situación de Cuba? Al abordar este tema los dirigentes cubanos echan mano, una y otra vez, al término «compleja situación», que ni remotamente alcanza a calificar bien las características y proporciones de la monumental crisis por la que atraviesa la Isla desde hace décadas.

escrito por Domingo Amuchastegui*

¿Qué puede esperarse para el año 2023 cuando examinamos la situación de Cuba? Al abordar este tema los dirigentes cubanos echan mano, una y otra vez, al término «compleja situación», que ni remotamente alcanza a calificar bien las características y proporciones de la monumental crisis por la que atraviesa la Isla desde hace décadas.

Dicha crisis es resultado de un modelo económico probadamente inoperante, agudizado por más de sesenta años de guerra económica de EE.UU., el derrumbe de su principal sustento externo, la Unión Soviética, y de sus aliados europeos. A ellos se unen, más recientemente, las desastrosas consecuencias de la pandemia de Covid-19, el impacto del huracán Ian, y hechos muy costosos como la epidemia de dengue, la explosión en el habanero Hotel Saratoga y el gran incendio de los enormes tanques de petróleo sitos en la Base de Supertanqueros de la bahía de Matanzas.

Pasemos detallada revista a los elementos de la «compleja situación»:

Sector interno

1. Agricultura, ganadería e industria azucarera —en otros tiempos Cuba era conocida como «la azucarera del mundo»— han tocado fondo; sobre todo esta última, al tener los niveles más bajos de su historia, lo que compromete no sólo el consumo interno, sino también sus compromisos internacionales, en especial el mercado chino. Frase gráfica de un analista cubano: «Nos tomó 400 años crear la industria azucarera y solo dos años destruirla».

La agricultura y la ganadería son componentes decisivos para la alimentación de las población, y sus bajísimos niveles actuales tienen un triple efecto: a. Deteriora los niveles de salud de las personas; b. Impulsa la inflación desbocada, con sus consecuencias directas sobre salarios y pensiones; c. Anula los potenciales que pudieran desempeñar un papel crucial en aumentar las exportaciones productivas. El gobierno se obstina en mantener el control, la injerencia burocrática y obstáculos de todo tipo sobre campesinos, arrendatarios (grupo importante de productores que el gobierno viene frenando desde hace años) y cooperativistas.

2. Industria del níquel (más su componente de cobalto) continúa estancada en sus niveles más bajos, sin que las prometidas inversiones de Sherritt se hayan materializado e impulsado una modernización y ampliación capaces de incrementar sus niveles de producción y exportación.

3. Agricultura no azucarera. La producción de tubérculos, granos y vegetales, desde arroz hasta papas, boniatos, ajos, cebollas y otros, alcanza sus cifras más bajas, con repercusión desastrosa en la escasez, inflación y niveles de nutricionales de la población. Frase de un conocido economista cubano: «Mi reino por un boniato».

4. Ganadería y pesca. No es ocioso recordar las inversiones multimillonarias que se hicieron en los años sesenta del siglo pasado. Ahora se propone un proyecto de ley para el fomento de la ganadería, cuando hay que admitir que no existe carne que ofrecer al consumidor, ni roja ni blanca. La carne de cerdo —indispensable en la dieta en otros tiempos— cae a sus niveles más bajos, y los precios son exorbitantes (de 45 pesos la libra pocos años atrás, a 450-500 pesos en la actualidad, cuando aparece)

¿Y el pescado en la Mayor de Las Antillas, rodeada de agua por todas partes? Desde hace cuarenta años se esfumó de la dieta del cubano y es casi un lujo. Sin embargo, medio siglo atrás la pesca representaba la segunda fuente de ingresos del país y se contaba con una importante flota que abastecía una red de pescaderías en toda La Habana. Ahora se aprueba una ley que anuncia el fomento de la pesca y la supresión de las mil restricciones que pesan sobre la pesca de particulares y cooperativas. Frase popular: «Es como descubrir el agua tibia».

5. Sector energético. Dependiente casi por completo de tecnologías que datan de las primeras décadas de colaboración con la Unión Soviética, y sin haber podido lograr hasta ahora ninguna modernización o renovación capital de las tecnologías in situ; su vulnerabilidad se materializó en los días del huracán Ian, cuando la totalidad del sistema electro-energético nacional (SEN) prácticamente colapsó.

Rusia sigue sin responder favorablemente a los muchos requerimientos de la Isla en esta esfera, en tanto que —de manera inexplicable—, las autoridades cubanas desestiman ofertas de importantes firmas occidentales, como Siemens y TOTAL. La producción petrolera continúa disminuyendo —cubre menos del 50% de las necesidades del país— y los proyectos de prospección por parte de empresas extranjeras brillan por su ausencia, debido en especial a los altos costos y complejidades de la prospección en aguas profundas de Cuba.

Mientras, las fuentes renovables —en particular la solar—, que fueron siempre desestimadas por el gobierno cubano, solo ahora comienzan a aportar algunas soluciones alternativas, pero todavía sin representar siquiera el 10% de las necesidades y siendo aún muy lento su desarrollo. Frase popular de otros tiempos: «Que prendan el mechón…», lo que indicaba una solución remedial; sin embargo, hoy no hay apenas luz brillante para alimentar el mechón

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Hoy no hay apenas luz brillante para alimentar el mechón. (Foto: Directorio Cubano)

6. Sector privado (oficialmente llamado «no-estatal»). Ha tenido un crecimiento desde su aprobación oficial hace poco más de dos años —aunque venía estableciéndose con múltiples altibajos desde la década de los noventa, bajo la fórmula de «cuentapropistas». Hoy suman ya unas seis mil actividades como micro, pequeñas y medianas (MPYMES), que abarcan un grupo diverso de actividades productivas y de servicios, y generan miles de empleos.

Navegan todavía en medio de restricciones y limitaciones burocráticas —sobre todo relacionadas con el acceso y facilidades en materia de financiamientos estatales y de comercio exterior. No pocas continúan prohibidas, como el ejercicio de profesiones y servicios médicos, asistencia jurídica y otros; pero es la actividad financiera la más notable, aunque en la práctica esta se fortalece y hace visible en compras de viviendas y otros medios básicos, en emprendimientos como paladares (restoranes), B&Bs y préstamos diversos

Los flujos de capital hacia esas actividades se originan mayormente en remesas, canalizadas mediante mecanismos informales pues suponen volúmenes considerables de efectivo. Este sector tiene un crecimiento muy limitado, concentrándose mayormente en La Habana, Santiago y Holguín.

Sector externo

1. Las obligaciones de Cuba hacia su pesada deuda externa con los países del Club de París se ha aplazado una vez más, pero a fines de este año deberá renegociarse un nuevo acuerdo, a lo que la Isla ha prometido iniciar el pago de sus diversas obligaciones. Con China y Rusia están presentes voluminosas deudas. En el caso de la primera, se han producido soluciones benignas de parte del gobierno chino luego de la visita del presidente Díaz-Canel en noviembre del pasado año. Con Rusia se desconoce que se hayan logrado arreglos similares.

Entretanto, las autoridades cubanas insisten de manera obtusa en negarse a incorporar, si no total al menos parcialmente al Banco Mundial y, eventualmente, al FMI. Cuba no puede, ni debe, continuar siendo un paria en el mundo de las finanzas internacionales, tratando de sobrevivir a espaldas de tales organismos.

Articular una relación de trabajo con el Banco Mundial —sin ser miembro del FMI—, es perfectamente posible como primer paso. Luego se valorarían los pros y contras de una membresía al FMI. La asociación con el Banco Mundial aportaría a la Isla una credibilidad que hoy no posee, siendo un importante incentivo para el potencial flujo de inversión extranjera (IE).

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Se valorarían los pros y contras de una membresía al FMI. La asociación con el Banco Mundial aportaría a la Isla una credibilidad que hoy no posee, siendo un importante incentivo para el potencial flujo de inversión extranjera (IE).

2. Los volúmenes de importación (con un elevado por ciento en productos alimenticios, dado el agudo déficit en la producción del sector interno) y de exportación —principalmente de azúcar y níquel+cobalto—, se encuentran en sus niveles más bajos. Producciones que se mantienen estables, como tabaco y ron, continúan siendo fuentes de ingresos en moneda fuerte provenientes de mercados estables, que bordean casi un millar de millones de dólares. Un componente cada vez más importante que se viene sumando, ha sido el de la exportación de bio-farmacéuticos a mercados tercermundistas.

3. En materia de remesas de familiares en el extranjero —principalmente de EE.UU.— cualquier aproximación a las posibles cifras son pura especulación, dados los canales informales por los cuales fluye buena parte de las mismas. Las especulaciones en fuentes extranjeras manejan una cifra  que ronda por los 3 mil millones.

4. Industria turística. Los efectos de la pandemia redujeron a cero los ingresos por esta vía —caracterizada por el gobierno como su principal fuente de moneda fuerte y que llegó a bordear los cinco millones de visitantes hacia 2018, para colocarse en segundo lugar de los países del Caribe— y recién ha comenzado una muy lenta recuperación.

El plan para 2022 era de 2.5 millones, pero quedó muy por debajo (alrededor del millón 600 mil), en este resultado influyeron, de manera pronunciada, la reducción casi a cero de cruceros, las restricciones por parte de EE.UU. y las que frenan un potencial flujo masivo de turistas norteamericanos (que según estimados pudiera llegar en una fase inicial a más de tres millones).  

La guerra en que Rusia está comprometida ha restado un 20% del potencial turístico para el pasado año. En 2022 dicha industria realizó importantes inversiones en el sector hotelero, culminando varios hoteles en La Habana y otros centros turísticos. Por otro lado, decenas de aerolíneas (incluidas varias importantes de EE.UU.) han restablecido o iniciado regulares vuelos a Cuba. Seguimos sin estudios realistas respecto la correlación costo/beneficio en un sector que es sumamente dependiente de una pesada logística para sus operaciones, dadas las escasas ofertas que los mercados locales tienen que ofrecer.

5. Exportación de servicios médicos y productos bio-farmacéuticos. Continúa siendo un pilar importante del sector externo (imposible aportar cifras confiables pues el gobierno no las hace públicas) a países tercermundistas, en particular a países del Medio Oriente, África y América Latina. Si —como ha anunciado el presidente brasileño Lula—, Brasil reanuda su popular programa de Mais Medicos y retomara los niveles de cooperación en este campo con Cuba, ello introduciría un incremento significativo en esta área.

El hecho de que México contratara por primera vez dichos servicios el pasado año, así como la adquisición de cuatro millones de vacunas (Soberana 2), ha creado un importante y valioso precedente.

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El hecho de que México contratara por primera vez dichos servicios el pasado año, así como la adquisición de cuatro millones de vacunas (Soberana 2), ha creado un importante y valioso precedente.

6. Un discreto componente de alivio son las muchas donaciones y proyectos gratuitos de colaboración provenientes de algunos países europeos (Alemania, Italia y España entre los  más destacados), del mundo árabe, principalmente de parte de algunas de las monarquías mejor posicionadas en los mercados internacionales, como Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, cuyos aportes en mejorar la situación de hospitales y alcantarillados ha sido notable. Japón también ha continuado haciendo algunos aportes útiles al transporte y la sanidad pública.

7. Inversión Extranjera. Este renglón sigue siendo el talón de Aquiles de cualquier reordenamiento económico efectivo. Por años, las llamadas «carteras de oportunidades» que ofrece el gobierno cubano a potenciales inversionistas pasan, sin penas ni gloria, a las gavetas y mejores deseos de atraer significativos proyectos de IE

Las autoridades cubanas se resisten a remodelar el marco legal, financiero y operacional y sus insuficientes variaciones posteriores para atraer grandes inversiones, limitándose a proyectos de medianas industrias de escaso impacto financiero y/o tecnológico, como sí fueron en su tiempo los proyectos con Sherritt, Pernod y otros.

Lo que en su momento apareció como potenciales acuerdos con Siemens y Total, quedaron en el camino sin una explicación satisfactoria de parte de las autoridades cubanas. Mientras, la Zona Especial de Desarrollo del Mariel languidece, con un perfil muy por debajo de las expectativas que animaron su fundación.

Nada relevante aparece en el horizonte de la IE para Cuba en este año. Los grandes proyectos con los cuales China y Rusia se comprometieron en su momento —desde la minería del níquel en San Felipe (provincia de Camagüey), el ferrocarril central y la prospección petrolera—, siguen engavetados, mientras ambos países realizan ambiciosos proyectos en naciones del Caribe y América Latina, lo que genera no pocos resentimientos y recelos entre autoridades cubanas.

No debe olvidarse el razonamiento debidamente fundamentado del economista Juan Triana hace años ante altos oficiales del Ministerio del Interior (MININT). Permítaseme parafrasear su enfoque: Si Cuba se propone un crecimiento anual del 5% de su PIB, resulta indispensable atraer una IE no menor de 2.5 a 3 mil millones por año. Semejante razonamiento no ha perdido un ápice de vigencia.

Tensiones y conflictos

1. Cuba alcanza sus más altos niveles de pobreza, carencias extremas y una inflación descontrolada y galopante que convierte salarios y pensiones en casi nada. Es hoy una sociedad de sobrevivencia miserable, carente de alternativas tangibles, donde una de las joyas de su corona del pasado, el sistema de salud, se desmorona estrepitosamente.

2. Uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad, el capital humano, sucumbe en medio de una mediocridad no menos extrema (con muy pocas excepciones) y una carencia total de alicientes. Resultado: en poco menos de un año, más de 240 000 cubanos —jóvenes en su mayoría—, han abandonado el país rumbo a EE.UU. Dígase lo que se diga, es un indicador inequívoco de la bancarrota definitiva del modelo y su «nuevo rumbo» (el Ordenamiento), cuyas secuelas son poco menos que imaginables.

3. El nivel de tensión social actual alcanza su más peligroso punto, y el fantasma del 11 de Julio del 2021 gravita en muchos estudios y propuestas. Los apagones que siguieron a Ian presagiaban algo parecido. Y un panorama así no es el más atractivo para la IE

4. La corrupción y los privilegios desbordan hoy los patrones de conducta en los más altos niveles de la dirigencia del país, desde la gasolina, la comida, la electricidad, automóviles y otros que se hacen efectivos a familiares y amigotes. Incluye además el acceso a divisas, cuentas bancarias en el extranjero y vacaciones fuera de Cuba. Frase popular de hoy: «Fidel cuando viajaba, nunca se hizo acompañar de su esposa; tampo

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Díaz-Canel se hace acompañar de su esposa en su extensa gira del pasado año. En la imagen, visita el mausoleo de Mustafa Kemal Atatür, Lis Cuesta viste de rojo. (Foto: Cubadebate)

Hoy Díaz-Canel se hace acompañar de su esposa en su extensa gira del pasado año, lo que supone un gasto adicional que no puede justificarse de manera alguna. Estas tendencias de privilegios exagerados y corrupción, ya se habían informado por la alta dirección de Seguridad del Estado a comienzos de los años noventa del siglo pasado. ¿Se hizo algo para frenarlas? Nada absolutamente.

5. Semejante nivel de crisis plantea además otra cuestión. Las muy contadas acciones de la administración Biden respecto a una posible aminoración de la enorme carga de acciones hostiles que pesan contra Cuba, ha servido a no pocos especialistas para considerar una vez más varios escenarios en una eventual normalización de relaciones con EE.UU. Se equivocan. Los tiempos de Kennedy (justo antes de su asesinato), Carter u Obama han quedado atrás definitivamente.

Lo que parece prevalecer hoy en los círculos de poder en Washington, tanto demócratas como republicanos, es que (ya que visualizan como nunca antes la hipotesis del colapso del gobierno cubano a corto plazo) nada debe hacerse que pueda representar un alivio a las tensiones y desafíos que enfrenta la dirigencia insular de hoy a fin de precipitar, finalmente, su tan deseado colapso por más por sesenta y tres años.

Anótese esto, detrás de la nueva política migratoria anunciada por el presidente norteamericano hay otro objetivo no declarado: con el cierre definitivo del fácil acceso de los cubanos por México o por balsa, la intención manifiesta de Biden y sus asesores es transformar el escapismo (la pira como opción más deseada) de muchos cubanos, en una fuerza que se agregue al potencial explosivo de una población ansiosa por emigrar y que ya no podrá hacerlo (pues muy pocos pueden contar con patrocinadores).

6. A la dirigencia cubana actual toca enfrentar estos conflictos y tensiones. Podrán tomar o desestimar la gran lección de chinos y vietnamitas, que llegados a un punto de crisis imposible de sortear con los viejos modelos, asumieron la noción del viraje total, integral, que hoy representan con éxito (más allá de las particularidades de cada cual)

No hacerlo acerca, como nunca antes, la experiencia cubana a su total bancarrota. Es esta la principal responsabilidad del gobierno cubano, dejando a un lado curitas de mercuro-cromo o chapisteos puntuales. Si no lo hacen, la historia no los absolverá…

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AUTOR

Domingo Amuchástegui, (La Habana, 1940). Licenciado en Historia por la Universidad Pedagógica. Máster en Educación por la Florida International University. Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad de Miami. Fue Jefe de Departamento en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) y en la OSPAAAL. Se desempeñó como analista de inteligencia y profesor de Historia en la Universidad Pedagógica y el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI). Ha publicado Historia Contemporánea de Asia y África (en cuatro volúmenes) y Palestina: dimensiones de un Conflicto. Ha sido co-autor de Intelligence and the Cuban Missile Crisis (Ed. by James G. Blight and David A. Welch), además de numerosos artículos publicados en Tricontinental, Bohemia, Verde Olivo Internacionalista, Revista del CEAMO, Cuba Encuentro, Temas, Cuba News y Cuba Standard…

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Fte: La Joven Cuba

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