David Rivera, Representante Federal (R.Fl): No podrán viajar a la isla los cubanos acogidos a la Ley de Ajuste Cubano hasta que no se hagan ciudadano estadounidense. La trampa esta en que después de naturalizarse tendrán que pedir permiso a OFAC para viajar como lo hace todo norteamericano.

Por Dr. José R. Alfonso – Dr. Ciencias Políticas – Master en Inteligencia Política Estratégica.

Es entendible que la capacidad de odiar ante la humillación de la derrota, la sed de venganza proveniente de la misma, la xenofobia que se siente ante los vencedores, son sentimientos de profundo dolor en la conciencia del ser humano y como tal forman la parte subjetiva del exilio histórico cubano radicado en el Sur de la Florida y las causas de su profundo dolor que obedece a razones externas, el triunfo de una Revolución que quebró sus estructuras e ingeniería socioeconómicopoliticoreligiosas trastocando garantías y aspiraciones futuras de una clase social rica y media dentro de una guerra civil cruenta comenzada desde 1952.

Sun Tzu escribió: No es doctrina de la guerra no asumir que el enemigo no vendra y, más bien, depender de la prontitud en encontrarlo; no presumir que no va a atacar y, más bien, hacerse a sí mismo invencible…

Por ello  los líderes del exilio histórico, de origen bastistiano, tradicional, y en control del Poder Político, Económico, Social,  Cultural y de los Medios de Comunicación en Miami, siempre están legislando en prevención de  que el relevo generacional, que más temprano que tarde se producirá entre la diáspora cubanoamericana en el Sur de la Florida, continué en poder de sus descendientes.

Conscientes de que el “enemigo ya esta en casa”, como expresan dentro de algunos de sus círculos, y son para ellos las generaciones de cubanos que desde 1980 están arribando, en una gran mayoría ya nacionalizados estadounidenses,  que si bien respetan el historial de lucha anticastrista de los mismos están en contraste con aquellos que prioriza el odio, el revanchismo y no comulgan con las ideas de aislamiento al pueblo cubano, y que si bien aspiran a transformaciones económicas y políticas dentro de la isla en tanto estas se produzcan, tratan de brindarles a los familiares que han dejado atrás una mejor calidad de vida.

El  representante republicano David Mauricio Rivera (1) nacido en Nueva York, NY, el 16 de septiembre de 1965, aunque fuentes cercanas a su entorno familiar afirmán que nació en Puerto Rico y fue inscrito en N.Y.) es uno de los representantes de los  intereses de una generación que el obituario va dejando atrás, por ello esta tratando de pasar una  controversial reforma a la Ley de Ajuste Cubano (CCA) ante el Comité de Asuntos Judiciales de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos  que sancionaría a los cubanos acogidos a dicha Ley que visiten la isla sin haber permanecido en suelo estadounidense por cinco años y se hayan nacionalizado estadounidense.

La Trampa en la Ley, concebida por el ex congresista Lincoln Díaz Balart, con la anuencia y participación de los también legisladores Mario Díaz Balart e Ileana Ros así como por el Senador Marco Rubio radica que una vez aprobada, como esperan, los cubanos naturalizados como estadounidenses tendrán que solicitar a La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. el permiso correspondiente para viajar a la isla tal como esta regulado por las normativas y protocolos de esa Oficina para todo norteamericano, ya que este grupo étnico renuncio a su ciudadanía cubana por nacimiento, al acogerse a la nueva ciudadanía.

Rivera  comúnmente reconocido públicamente, y  en privado, por diferentes periodistas y medios de comunicación como un orador mediocre, de que sus respuestas a diferentes cuestionamientos sobre política local, gerencia publica legislativa, y de la labor realizada en favor de sus constituyentes son incoherentes y no responden a lo cuestionado por los entrevistadores y periodistas. En tanto sus intervenciones publicas ante “sus viejitos de la tercera edad” no solo son monotemáticas, Cuba, Cuba, Cuba ó Castro, Castro, Castro sino que sus pronunciamientos principalmente son realizados arropado en la cubania  y lucha anticastrista lo que es conocido por muchos como una “cortina de humo” para cubrir su falta de acción y ética política.

Lo que hace elegible a Rivera una y otra vez, al igual que a los Congresistas Federales Mario Díaz  Balart, Ileana Ros Lethenin y el Senador Federal Marco Rubio,  son una masa critica de votantes, regulares y mayoritariamente de origen cubanoamericano en la tercera edad, los que a pesar de su formación machistas,  homofóbicos, honrados y religiosos priorizan, incluso por encima de su calidad de vida y la que puedan dejar a sus descendientes, el intenso odio y sed de venganza hacia quien les derrotara en 1959, Fidel Castro Ruz, el que además les confisco sus bienes, encarcelo, fusilo, desterró y obligo a ser enterrados en suelo extraño.

Llama poderosamente la atención el apoyo irrestricto e incondicional hacia ese bloque de legisladores cubanoamericanos por parte de sus circunscriptos, cubanoamericanos de la tercera edad, quienes reiteradamente les eligen sin recibir ni pedir nada a cambio domésticamente. La única explicación encontrada hasta ahora, por autoridades en el estudio del comportamiento humano, es que esta respuesta, de entregar ciegamente su voto, por parte de este grupo étnico responden a patrones sicológicos subjetivos basados en sentimientos de intensa intensidad de odio, hostilidad, revanchismo, sed de venganza y deseos de retornar triunfantes a la isla antes de su muerte por sobre elementos objetivos y de razón. Ante la promesa de un pronto derrocamiento de Castro y de un retorno triunfal a la isla,  estos se dejan seducir por los políticos que les prometen construir  ese puente, el derrocamiento de los Castro, aunque no existan el río (la forma de derrocarlo).

Es entendible que la capacidad de odiar ante la humillación de la derrota, la sed de venganza proveniente de la misma, la xenofobia que se siente ante los vencedores,  son sentimientos de profundo dolor en la conciencia del ser humano y  como tal forman la parte subjetiva del exilio histórico cubano radicado en el Sur de la Florida y son las causas de  su profundo dolor que obedece a razones externas, el triunfo de una Revolución que quebró sus estructuras e ingeniería  socioeconómicopoliticoreligiosas trastocando garantías y aspiraciones futuras de una clase social rica y media dentro de una guerra civil cruenta comenzada desde 1952.

Razones de índole humano que también explican las causales del porque un grupo étnico, de origen cubano, del exilio histórico, nacidos, criados, formados y programados bajo rígidos y estrictos patrones de conducta moral, ética y religiosa, “a la antigua”,  entre cuyos principios prevalecían ser machista,  homofóbico, honrado y religioso, entreguen sus  votos “como ganado electoral” por encima de esa tradicional formación y línea ejemplar de conducta,  las que loablemente han tratado de transmitir a sus descendientes de generación en generación. Llegandose al extremo de que no pocos de esos votantes han expresado públicamentea través de los medios, por ignorancia, desconocimiento y falta de información, sus deseos de que sus hijos y nietos sean como dichos políticos.

Aun conservo fresco en la memoria una  amistosa conversación sostenida  entre tres amigos comunes: Dante Fascell (D-Fl) Congresista de los EE.UU., el Dr. Bernardo Benes Baikowt (2)  y el autor de este articulo (Dr. Alfonso) cuando el congresista comentara: “Entre los errores políticos que puede haber cometido, hay dos de los cuales me arrepiento: No haberle puesto fecha de termino a la Ley de Ajuste Cubano(3)  y haber ayudado a la creación de la Fundación Nacional Cubano Americana”(4).  

 Mas de veinte años después de transcurrido este encuentro lo único que me  resta por agregar es cuanta razón tenia Dante Fascell y cuanto daño la han infringido a la política exterior de mi país de adopción, Estados Unidos de Norteamérica, a la diáspora cubanoamericana radivada principalmente en el Sur de la Florida, al “hombre de a pie” y a la familia cubana de  aquí y de allá, los mismos causantes, y sus descendientes,  de la revolución cubana y su triunfo en enero de 1959. Aquí han traspolado de la Cuba Republicana, en mayor escala y por medios informáticos, la corrupción pública, el nepotismo, el fraude electoral, a través de las Boletas Ausentes, el fraude a las compañías de Seguros, otorgando un lugar privilegiado a Miami que no nos merecemos la mayoría de los cubanos que hemos emigrado de nuestro  país de origen por razones políticas y económicas.  

LA HISTORIA

LP. 89-732 LEYES DEL 89 CONGRESO – 2ª SESION Nov. 2/65 REFUGIADOS CUBANOS – AJUSTE DE ESTATUS Ley pública 89-732; 80 STAT. 1161 (HR. 15183) (5)

(Promulgada November 2, 1966, y Enmendada por Pub. L. 94-571, Sec. 8, Oct. 20, 1976, 90 Stat. 2706; Pub. L. 96-212. Title II. Sec. 203 (i) Mar. 17, 1980, 94 Stat. 108)

Según esta ley, toda persona nacida en Cuba, su cónyuge o hijos menores de 21 años, son elegibles para obtener la residencia permanente en Estados Unidos después de permanecer físicamente en el país por un año. Para atenerse a esta ley, una persona tiene que cumplir con los siguientes requisitos:

  •  Probar que es nacional o ciudadana de Cuba
  • Haber entrado legalmente o ilegalmente a Estados Unidos
  • Haber estado físicamente en Estados Unidos durante un año
  • No necesitaba  demostrar que no será una carga pública, o sea que no necesita presentar una Affidavit of Support (garantía de sostenimiento) por parte de un familiar o amigo
  • No tener impedimentos por cargos criminales u otras razones que rindan a la persona inadmisible a Estados Unidos, como haber participado en persecuciones de individuos por motivos de sexo, nacionalidad, ideales políticos, o por pertenecer a grupos específicos, etc.)

En el caso de su cónyuge o hijos no nacidos en Cuba, es necesario probar la existencia de la relación familiar a través de un certificado de nacimiento o matrimonio, además de cumplir los requisitos antes mencionados.

Nota

(1  ) Rivera se encuentra entre los 10 primeros congresistas más corruptos del Congreso de los EE.UU.); se ha visto envuelto en constantes investigaciones estatales por irregularidades en los manejos financieros de sus fondos de campaña (Rivera no tiene ninguna actividad laboral reconocida, aparte de la política, desde hace mas de quince años).

(2) A principios de la década de los noventa,  acompañe al Dr. Bernardo Benes Baikowt -un prominente abogado judío  cubano, banquero, periodista y líder cívico de Miami, quien fuera hombre de confianza de la administración de Ronald Reagan (cuadragésimo presidente de los Estados Unidos (1981-1989), de los Servicios Especiales estadounidense (CIA), autor del libro “Secret Missions to Cuba: Fidel Castro” y responsable además de la liberación de 3.600 presos políticos cubanos en 1978-  a una común visita a nuestro amigo el Congresista Dante Fascell, quien fuera elegido en 1954 como  miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU. por un distrito del Condado Dade y presidente del Comité de Asuntos Exteriores desde 1984 hasta 1993.

(3) Años más tarde, en 1981, el congresista Fascell fue un factor clave  en la creación de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) su creación tomando como ejemplo el afamado y eficiente lobby judío –The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy Comité de Acción Política Americano-Israelí (AIPAC) – creado con el fin de promover los intereses del estado de Israel, además de hacer e impulsar, a través de la política del Departamento de Estado de los EE. UU., sus intereses en el Medio Oriente. Similar función debería  desarrollar  la FNCA solo que en relación a la Republica de Cuba y en contra del sistema político imperante en la isla

(4) El sistema legislativo, elaborar, proponer y aprueba las leyes, en los Estados Unidos es bicameral. El Congreso es la entidad que lo encarna y está constituido por el Senado y la Cámara de Representantes. El Senado está compuesto por 100 miembros, dos senadores por cada estado (hay 50 estados), sin importar su población, y son elegidos por la gente de acuerdo a lo establecido por la 17ma Enmienda Constitucional. La Cámara de Representantes, o House of Representatives, como se le dice en inglés, tiene 435 miembros, según fue determinado por una ley federal en 1910, basada en el censo Décimo Tercer Decenio de ese año.

(5) Los proyectos originados en la Cámara se designan con el prefijo “H.R.” (House of Representatives – Cámara de Representantes) y llevan un número que los identifica durante todas las fases parlamentarias por las que pasen. Mientras que los surgidos en el Senado lleva la letra “S” y su número correspondiente. En inglés se denominan comúnmente como “bills”.

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