Cortesía del elespiadigital.com.
Justo al día siguiente del asesinato, el sábado 23 de noviembre de 1963, a las ocho y media de la mañana, el Director de la CIA, John Mc Cone, llegó a la Casa Blanca para firmar un documento clasificado – el memorando de Seguridad Nacional 278 – mediante el cual se revertía la decisión de John F. Kennedy de atenuar la guerra en Vietnam y otorgaba carta blanca a la CIA para proceder con una guerra a gran escala.
En el cincuenta aniversario del asesinato de Kennedy, el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, Estados Unidos, aún permanece la incertidumbre sobre la autoría material – y principalmente intelectual – del magnicidio, al mismo tiempo que se sigue especulando sobre el móvil o móviles que lo suscitaron.
Justo al día siguiente del asesinato, el sábado 23 de noviembre de 1963, a las ocho y media de la mañana, el Director de la CIA, John Mc Cone, llegó a la Casa Blanca para firmar un documento clasificado – el memorando de Seguridad Nacional 278 – mediante el cual se revertía la decisión de John F. Kennedy de atenuar la guerra en Vietnam y otorgaba carta blanca a la CIA para proceder con una guerra a gran escala.
Avro Manhattan ha sido considerado hasta 1990 – año de su muerte – el mayor especialista mundial de la política vaticana o del catolicismo romano. En su libro “Vietnam…¿por qué fuimos?” (1984), se lee “…los agentes del Vaticano gestaron y planificaron la Guerra de Vietnam… los soldados americanos estaban sirviendo al Vaticano… todo fue planificado por los Jesuitas”. Según Avro Manhattan, la guerra en Vietnam se peleó porque el Vaticano quería establecer una base de poder en el Sureste de Asia para controlar esa parte de Asia y luego a toda Asia.
En su libro “Conocimiento de primera mano” el ex agente de la CIA, Robert D. Morrow, además señala que los jesuitas querían mantener y potenciar el control del mercado internacional de drogas (principalmente del opio) que habían tenido por más de 400 años en el Lejano Este, desde que la misión Jesuita se estableció en Beijing en el 1601.
Como en tantas otras ocasiones, el Vaticano, jugó un papel a ambos lados en la Guerra Civil vietnamita al objeto de obtener el control de la región. Controlaron a Ngo Dinh Diem en el Sur mientras hicieron tratos secretos con Ho Chi Min en el Norte.
En el norte de Vietnam, el comunista Ho Cho Min, recibió ayuda de los Estados Unidos contra los Japoneses pero utilizó esa ayuda para consolidar su posición. Tras la elección de Juan XXIII en 1958 éste hizo un pacto secreto con Ho Cho Min que le dio como resultado el control total de Vietnam del Norte.
En cuanto el sur, el Cardenal Francis Spellman, arzobispo de Nueva York, persuadió a los Estados Unidos para que promocionara a Ngo Dinh Diem, hijo de una familia señorial de la comunidad católica, a la presidencia de la República de Vietnam (Vietnam del Sur), quien transformó la presidencia en una dictadura católica destruyendo sin misericordia a sus oponentes religiosos, especialmente a los monjes budistas -muchos de ellos se suicidaron quemándose vivos en señal de protesta -, lo que causó la destrucción de su gobierno y la deserción en masa de su ejército; en este momento se produce la intervención de los Estados Unidos en Vietnam del Sur.
En Estados Unidos el Cardenal Francis Spellman, fue hecho Vicario General de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y llamado el General de los “Soldados de Cristo”. Pero el Presidente Kennedy comenzó a reducir la participación de EE.UU. en Vietnam y sus intentos por detener el derramamiento de sangre provocaron la ira incesante de los instigadores de la guerra. Kennedy era católico pero antepuso los intereses de la sociedad al credo en que fue educado (no era jesuita).
Para el especialista en política vaticana, Avro Manhattan, “la Iglesia Católica en los Estados Unidos puede considerarse la fuerza económica más grande de América. Políticamente, controla más aún en la Casa Blanca, en el Senado y en el Congreso. Es una fuerza en el Pentágono, un agente secreto en el FBI y la fuerza intangible principal que mueve los crímenes que comete la CIA”.
Para los investigadores, fueron dos los móviles que llevaron al asesinato de Kennedy; relacionados con la guerra de Vietnam y con el Banco de Reserva Federal – que Kennedy estaba intentando desmantelar -.
El Banco de Reserva Federal es un banco privado que pertenece a las personas más ricas y poderosas del mundo y es el que presta el dinero al gobierno de los Estados Unidos generándole billones de dólares de intereses cada año.
Las tres familias financieras creadoras del Banco de Reserva Federal fueron los Rothschild, los Morgan y los Rockefeller. La familia judía Rothschild, según la Enciclopedia judáica posee el título de “Guardianes del Tesoro del Vaticano”, agentes banqueros de la Iglesia Católica Romana.
Según el investigador Hughes Bill, los Jesuitas, trabajando a través de los Rothschilds y su fachada de pasado judío, persiguieron siempre el control del sistema bancario de los Estados Unidos. Añade este investigador que “estas tres familias financieras, los Rothschild, los Morgan y los Rockefeller hacían lo que la Orden de los Jesuitas les dijeran ya que los Jesuitas se infiltraban en sus organizaciones…”.
