20 de Mayo: entre luces y sombras

Aunque la República del 20 de mayo inició con el izamiento del pabellón cubano en las dependencias oficiales, estuvo atada a los designios de los círculos de poder estadounidenses —Enmienda Platt mediante—, pero a su vez, constituyó el fin del colonialismo español en Cuba y de la ocupación militar norteña, representó una victoria sobre la corriente anexionista, otorgó valor a los símbolos patrios por los que tanta sangre se derramó en tres guerras de independencia y contribuyó —por sus muchos desperfectos— a la maduración del pensamiento político cubano en las décadas siguientes.

escrito por Redacción LJC

Este 20 de mayo arriba a 121 años la fundación de la República de Cuba, una fecha usualmente ninguneada o demonizada, en su comparación con el 1° de enero de 1959. Sin embargo, más allá de las lecturas dogmáticas y las señaladas limitaciones, se trata de un acontecimiento histórico al que debe verse con sus luces y sombras.

“Día singular y ambiguo como pocos, conciliaba dos realidades opuestas”, expresó el intelectual Fernando Martínez Heredia: “Por un lado, tremenda alegría popular, goce inmenso por el hecho que parecía realizar las motivaciones e ideales por los cuales un pueblo de castas, unificado por una conciencia política, se fue en masa a la gran guerra popular y al holocausto, y exigió después la retirada del ocupante extranjero con todas sus energías y de todas las formas posibles. Por otro, las angustias y desilusiones que traía consigo el nuevo Estado con una soberanía nacional muy recortada por la potencia extranjera, y la quiebra del proyecto revolucionario (…)”.

Aunque la República del 20 de mayo inició con el izamiento del pabellón cubano en las dependencias oficiales, estuvo atada a los designios de los círculos de poder estadounidenses —Enmienda Platt mediante—, pero a su vez, constituyó el fin del colonialismo español en Cuba y de la ocupación militar norteña, representó una victoria sobre la corriente anexionista, otorgó valor a los símbolos patrios por los que tanta sangre se derramó en tres guerras de independencia y contribuyó —por sus muchos desperfectos— a la maduración del pensamiento político cubano en las décadas siguientes.

Share this post:

Recent Posts