Casi medio millón de cubanos han abandonado sus hogares para buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos, embarcándose en peligrosas rutas migratorias por tierra y por mar / Migrantes cubanos en Tapachula en caravana rumbo a la frontera con Estados Unidos
por Mariakarla Nodarse Venancio y Alex Bare
Desde nuestro análisis sobre la emigración cubana publicado en marzo de 2022, la nación caribeña sigue sumida en una crisis económica sin apenas alivio. Casi medio millón de cubanos han abandonado sus hogares para buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos, embarcándose en peligrosas rutas migratorias por tierra y por mar. Mientras tanto, las reformas estatales en Cuba no han conseguido mejorar las condiciones de vida, y en Estados Unidos hay poca voluntad política para reconsiderar las políticas que agravan las dificultades económicas del país.
1. La histórica migración de Cuba desde la pandemia
Casi 425.000 migrantes cubanos llegaron a Estados Unidos en los años fiscales 2022 y 2023. Además, unos 36.000 cubanos presentaron solicitudes de asilo en México entre enero de 2022 y noviembre de 2023. En conjunto, estas cifras representan más del cuatro por ciento de la población cubana, lo que equivale a vaciar provincias enteras de la isla en solo dos años. Estas asombrosas cifras no tienen en cuenta los miles más que se han dirigido a Brasil, Rusia, Uruguay y otros países durante el mismo período.
Tras un repunte en la llegada de migrantes a lo largo de 2022, los encuentros a escala nacional de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (también conocida como CBP en inglés) con cubanos alcanzaron un máximo de 44.079 en diciembre. Los niveles históricos de migración desde la isla—mayores que los del éxodo del Mariel de 1980 y la crisis de los balseros de 1994 juntas—llevaron a la administración de Biden a incluir a los cubanos en un nuevo programa de parole humanitario a partir de enero de 2023 para “incentivar a las personas con intención de emigrar a utilizar una vía segura, ordenada y legal para ingresar a los Estados Unidos”.
Si bien esta política, junto con una aplicación más rigurosa de expulsiones bajo el Título 42, frenaron inicialmente la llegada de cubanos a la frontera sur de EE UU, a finales de 2023, la migración cubana estaba de nuevo en alza. Esto puede atribuirse a varios factores, incluidos los largos tiempos de procesamiento de los programas de parole, la mayor disponibilidad de vuelos chárter directos a Nicaragua, los continuos estragos que sufre la isla y el fin del Título 42.
El puente aéreo de Nicaragua
La eliminación del requisito de visa para cubanos por parte de Nicaragua en noviembre de 2021 impactó a la dinámica de la migración cubana casi de inmediato. La apertura de un puente aéreo relativamente cómodo hacia Nicaragua permitió a los cubanos evitar las peligrosas rutas marítimas o la penosa travesía por el Tapón del Darién en Panamá. En los meses transcurridos desde entonces, miles de cubanos han optado por volar a Managua. Una vez en Managua, el gobierno de Ortega y Murillo se lucra de las tasas de entrada arbitrarias antes de permitir que las redes de tráfico lleven a los inmigrantes a la frontera con Honduras.
La popularidad de este trayecto se intensificó con el inicio, a partir de enero de 2023, del servicio de vuelos chárter. Datos de Flight Aware obtenidos por el Diálogo Interamericano revelan que una media de 50 vuelos chárter al mes transportaron a 100.000 personas de La Habana a Managua en 2023. Casi 77.000 de ellas fueron registrados transitando por Honduras durante los primeros 11 meses de 2023.
En respuesta, la administración Biden redobló esfuerzos para limitar la llegada de migrantes cubanos y haitianos no autorizados. El 21 de noviembre, el Departamento de Estado anunció restricciones de visas para los operadores de aerolíneas que faciliten vuelos chárter a Managua. Como resultado, dos compañías chárter de la República Dominicana y Aruba Airlines suspendieron sus servicios, aunque la aerolínea estatal venezolana Conviasa sigue ofreciendo vuelos directos
Migración marítima
La introducción del programa de parole humanitario para cubanos en enero de 2023 redujo los cruces peligrosos en el Estrecho de Florida. En agosto de 2023, las interceptaciones en el mar parecían estabilizarse. Aunque los 13.000 migrantes cubanos interceptados y encontrados en el mar en los años fiscales 2022 y 2023 palidecen ante los cientos de miles de cubanos que llegaron por tierra y aire, siguen representando la mayor oleada de migrantes cubanos en el mar desde la crisis de los balseros de 1994. Las travesías por mar podrían aumentar pronto junto con sus trágicas consecuencias a falta de rutas alternativas.
Otras rutas migratorias
Las opciones para que los cubanos puedan alcanzar Estados Unidos se han visto cada vez más restringidas. Las autoridades en numerosos países de la región han cerrado sus puertas a los cubanos que intentan llegar a Nicaragua en vuelos con itinerarios de varias escalas: Costa Rica comenzó a exigir visas de tránsito a los cubanos a partir de febrero de 2022, mientras que Panamá y la República Dominicana emitieron políticas similares en marzo de 2022. Jamaica y México hicieron lo propio en marzo y octubre de 2023.
Guyana es uno de los únicos países del hemisferio que aún ofrece entrada sin visa a los cubanos. Antes de noviembre de 2021, Georgetown, la capital, servía de trampolín principal para una tortuosa ruta migratoria hacia Estados Unidos a través del Tapón del Darién. Aunque en 2023 sólo unos cientos de cubanos atravesaron la selva del Darién, Guyana sigue siendo la ruta más directa para los emigrantes cubanos que esperan llegar a Brasil y otros países sudamericanos.
2. La crisis detrás de una isla en fuga
La emigración de Cuba a Estados Unidos es mayor ahora que en cualquier otro momento desde el período inmediatamente posterior a la Revolución Cubana de 1959. A diferencia de aquella masiva oleada de salidas, los emigrantes de hoy huyen de una crisis multidimensional sin fin a la vista.
La crisis actual a la que se enfrenta Cuba se debe en parte a las consecuencias de la pandemia del COVID-19, que puso al descubierto muchos de los persistentes problemas estructurales de la isla. La frágil economía cubana se tambaleó con la merma del turismo, la tabla de salvación para muchos. Las restricciones del embargo estadounidense, vigentes desde hace décadas y que impiden a Cuba adquirir bienes a crédito, agravaron la incapacidad del gobierno cubano de capear el bache económico de la pandemia. La reconfiguración de la política estadounidense bajo Trump, con el regreso de Cuba a la lista de patrocinadores del terrorismo en enero 2021, también agudizó estos problemas.
Los cortes eléctricos y la escasez de alimentos, combustible y medicinas han provocado estragos en los servicios públicos. Estos problemas, junto con el aumento de la desigualdad y la creciente frustración con el rígido sistema político cubano, se trasladaron a las calles en el estallido social del 11 de julio de 2021. Cientos de personas fueron detenidas y encarceladas en la ola de represión que siguió. Al igual que ocurrió con el éxodo del Mariel y la crisis de los balseros cubanos, la apertura de nuevas rutas migratorias sirvió de “válvula de escape” para que los cubanos desilusionados pudieran marcharse, y lo han hecho. Las cifras del gobierno indican que el país sufrió una hemorragia del nueve por ciento de sus profesionales médicos entre 2021 y 2022, mientras que las escuelas de todo el país se enfrentan a la escasez de profesores.
Estos puntos subrayan que la vida en Cuba se ha vuelto insoportable para muchos. En franco reconocimiento del angustiante panorama que enfrenta el país, funcionarios del gobierno han advertido recientemente a los cubanos que esperen apagones diarios de 8 a 10 horas, interrupciones en el transporte y escasez de alimentos en el futuro previsible.
3. Modestos avances en conversaciones migratorias entre Estados Unidos y Cuba
El gobierno de Biden llegó al poder declarando que la política hacia Cuba no sería una prioridad en la región y ha rehuido en gran medida las políticas de engagement aplicadas por el presidente Obama. No obstante, ante la creciente emigración desde Cuba, Estados Unidos y Cuba mantuvieron conversaciones migratorias de alto nivel por primera vez en cuatro años el 14 de abril de 2022. Desde entonces, se han convocado reuniones bilaterales semestrales para discutir la implementación de acuerdos migratorios.
Las autoridades estadounidenses han centrado estas conversaciones en la cooperación en materia de vuelos de deportación y tramitación de visas. La segunda ronda de conversaciones en noviembre de 2022 dio lugar a un acuerdo sobre los primeros vuelos de deportación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a Cuba desde la pandemia del COVID-19. Los vuelos de deportación se reanudaron el 24 de abril de 2023 y han continuado de forma mensual desde entonces, devolviendo a un total de 386 cubanos hasta la fecha. Sin embargo, las últimas conversaciones migratorias de noviembre de 2023 no arrojaron avances significativos en los acuerdos bilaterales.
4. Vías legales y obstáculos del gobierno de Biden para emigrantes cubanos
Los cubanos que llegan a Estados Unidos se han beneficiado durante mucho tiempo de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que ofrece una vía rápida para obtener la residencia permanente. Esta vía se ha vuelto ahora más compleja debido a los recientes cambios políticos.
Formulario I-220A e inelegibilidad de residencia
Un fallo de septiembre de 2023 de la Junta de Apelaciones de Inmigración estipuló que un documento comúnmente emitido a los cubanos a su llegada a la frontera sur de EE UU (conocido como Formulario I-220A “Order of Release on Recognizance”) no constituye una admisión legal en el país. Por tanto, los titulares del I-220A ya no pueden solicitar una green card en virtud de la Ley de Ajuste Cubano.
El fallo ha sido especialmente desconcertante, ya que de manera arbitraria, los funcionarios de la CBP expiden documentos I-220A a algunos cubanos al ponerlos en libertad en EE UU en espera de una vista judicial. Esto contrasta con los paroles, otro tipo de documento que la CBP ha concedido a menudo a inmigrantes en la frontera, también de forma arbitraria. Al igual que los paroles, el documento I-220A anteriormente permitía que los cubanos calificaran para la residencia permanente luego de un año y un día en el país.
Las autoridades de inmigración de EE UU no han revelado cuántos de los 442.977 ciudadanos cubanos encontrados por la CBP desde el comienzo del año fiscal 2022 fueron puestos en libertad bajo un documento I-220A. Sin embargo, es más probable que los recién llegados porten documentos I-220A, ya que son muy pocos los paroles emitidos en la frontera tras el mes de enero de 2023.
Miles de cubanos en Estados Unidos se encuentran ahora en un limbo legal. A menos que una corte federal o el fiscal general reviertan el fallo, los tribunales de inmigración deben acatarlo. Los cubanos titulares de documentos I-220A están limitados a apelar sus casos, buscar otras vías de regularización como el asilo, o arriesgarse a ser deportados.
Parole humanitario y el fin del Título 42
Durante 2023, el gobierno de Biden dio a conocer ampliaciones de políticas paralelas—una humanitaria y otra punitiva—que se aplican a los migrantes cubanos. Por un lado, más de 50.000 cubanos han viajado hasta ahora a EE UU por una nueva vía, el programa de parole humanitario. Por otro, el Título 42, la orden de salud pública de la era Trump que permite expulsiones rápidas sin acceso al asilo, se aplicó rigurosamente en enero de 2023 para devolver a los migrantes cubanos a México. Incluso después del fin del Título 42 en mayo, un nuevo acuerdo con el gobierno mexicano continúa facilitando las expulsiones de cubanos que se presentan en la frontera sin una cita de la aplicación CBP One o sin autorización de un parole. Entre mayo y octubre de 2023, 17.000 ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela fueron deportados a México por el gobierno estadounidense.
5. Servicios consulares de Estados Unidos en La Habana: Una tarea a medias
Los servicios consulares se suspendieron en la Embajada de Estados Unidos en La Habana en 2017 tras las dolencias inexplicables que afectaron al personal diplomático. En los últimos meses, la embajada ha reanudado muchos—pero no todos—los servicios que facilitan los viajes y la migración autorizada.
Programa de Permiso de Reunificación Familiar Cubano (CFRP)
Renovado en mayo de 2022 tras un parón de cinco años, el programa CFRP (por sus siglas en inglés) permite a los cubanos con familiares ciudadanos o residentes permanentes de EE UU obtener un parole temporal y solicitar la residencia tras su llegada.
En agosto de 2023, una serie de anuncios renovaron las esperanzas de las familias deseosas de reunirse con sus seres queridos a través de vías legales. En primer lugar, el Departamento de Seguridad Nacional puso en marcha un proceso del CFRP simplificado para aumentar la accesibilidad y reducir los cuellos de botella. A esto siguió el anuncio de que EE UU reabriría una oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración en La Habana para hacer frente a la acumulación de solicitudes y reducir considerablemente los tiempos de espera. Por último, se concedió a los titulares de la visa B2 una validez de cinco años para entradas múltiples, lo que facilitará las visitas familiares y otros viajes entre los países.
Visas de inmigrante
Igualmente fundamentales son las visas de inmigrante, que se reanudaron en la embajada estadounidense en enero de este año como resultado de las conversaciones migratorias. Anteriormente, los solicitantes de visas de inmigrante debían hacer costosos viajes a Guyana para acudir a las citas en la embajada estadounidense de ese país. Este sigue siendo el caso de los solicitantes de visa de no inmigrante, que solo se tramitan en La Habana con carácter urgente.
Crisis hacia el futuro
El éxodo de casi medio millón de emigrantes cubanos pone de manifiesto una crisis que ha socavado las perspectivas de un futuro viable para muchos en la isla. Los cubanos continúan yéndose por todos los medios, incluso mientras Estados Unidos cambia para encauzar la migración por vías legales. Las sombrías previsiones de inseguridad alimentaria y escasez continuada subrayan la urgencia de desarrollar políticas nacionales y promulgar cambios en la política estadounidense que mitiguen el sufrimiento de los habitantes de la isla.
Gráficos: Alex Bare
Fte VOA