CENTROS DE PODER ALTERNATIVOS DIRIGEN EL MUNDO

Por Harun Yahya

Los Centros de Poder Alternativos decidieron poner fin al Liberalismo, surgido en el siglo XVIII, y a la globalización, nacido en el siglo XX. En los Estados Unidos de Norteamérica se inicia un nuevo proyecto para implantar un Nuevo Orden Mundial. Ni Hillary Clinton, ni los otros candidatos presidenciales, cubrían esas expectativas pues estaban estrechamente vinculados a esa Primera Doctrina Política —el liberalismo. ¿Cuál será la Cuarta Doctrina Política que se desarrollara en el mundo; la Segunda, el comunismo se elimino por sí sola y la Tercera Doctrina Política, el nacionalsocialismo, llego a su fin cuando la Primera y la Segunda Doctrina, a pesar de su antagonismo, acordaron de común acuerdo decidieron terminar con el gobierno de Adolfo Hitler. Por ello Donald Trump fue el escogido. Foto: Henry Kissinger, representante de ese Poder Alternativo, junto a Hillary Clinton previo a la elección presidencial. 

En todas las épocas de la historia, ha habido estructuras gubernamentales secundarias paralelas a los gobiernos principales. Estos grupos de poder alternativos, también llamados “estados profundos” en nuestro tiempo, a veces actúan junto con el gobierno, apoyándolo, pero a veces plantean dificultades para el gobierno.

En la antigua Roma, el Senado estaba compuesto por nobles y equilibraba el reinado imperial de los Emperadores.

En el Reino Unido, el Consejo Privado, que actúa sobre la monarca, ha sido el más alto nivel de la administración desde el siglo XII. Hay ejemplos de tales estructuras en libros sagrados también; el círculo cercano del faraón mediante el que se le aconsejaba acerca de sus decisiones y los administradores de la Reina de Saba a los que consultaba sobre cuestiones militares, son ejemplos de esto.

A lo largo de la historia muchas sociedades secretas o abiertas poseían estos rasgos. Hubo un período en el que los caballeros templarios o los Rosacruces, que tenían el poder de sanción sobre reyes o incluso el Vaticano, fueron influyentes. Con la llegada del siglo XVIII, estos gobiernos paralelos comenzaron a manejar a las autoridades constitucionales.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, surgieron organizaciones supranacionales. Por ejemplo, los países compartieron su poder administrativo con organizaciones multinacionales como las Naciones Unidas, la OTAN, la Organización del Tratado de Varsovia o, en una época posterior, la Unión Europea. Las decisiones tomadas en Moscú, Bruselas o Nueva York se impusieron en la mayor parte del mundo.

Después de la Guerra Fría, fue desarrollado un nuevo modelo donde empezaron a adquirir prominencia los think tanks. Parece ser que el siglo XXI será un período en el que los gobiernos serán dirigidos por think tanks y organizaciones no gubernamentales, que son sus ramas sobre el terreno.

De hecho, la CIA es ahora conocida por estar casi controlada por Stratfor y la Rand Corporation. La Chatham House de Reino Unido o su hermano pequeño de Norteamérica, el Council on Foreign Relations, se han convertido en los lugares donde se determinan las políticas exteriores de los países. Las políticas económicas son moldeadas por las empresas de calificación como Moody o Standard&Poor.

Estas organizaciones denominadas independientes y sin fines de lucro están auto-autorizadas. Alcanzaron el poder sin responsabilidad alguna. La Heritage Foundation, que es considerada como uno de los diez think tanks más eficaces del mundo, desarrolla políticas para los gobiernos republicanos de los EE.UU.. Con sede en Washington, Bruselas, Moscú, Beirut, Pekín y Nueva Delhi, la Carnegie Endowment está situada como un centro mundial de influencia.

La generación de ideas no era lo único que los think tanks estaban haciendo. Junto con la Open Society Foundation de George Soros en particular, muchos think tanks han expandido sus operaciones en el campo a través de organizaciones no gubernamentales. Ejercieron presión real sobre los gobiernos. La primera actividad de Otpor, el grupo de campo de la Fundación Open Society, fue derrocar el gobierno de Milosevic en Serbia. Después de eso, países como Georgia, Ucrania, Kirguistán, Bielorrusia y Moldavia experimentaron los llamados movimientos públicos denominados “revoluciones de color”. La primavera árabe que comenzó en Túnez y se extendió rápidamente tenía una fundación similar. A través de estas rebeliones, las ideas generadas por los diversos think tanks se pusieron en práctica sobre el terreno.

Los think tanks también se convirtieron en poderes supranacionales en términos de capacidad militar. Por ejemplo, el Atlantic Council se convirtió en el cuartel general donde se determinan las estrategias militares de la OTAN, organización que cuenta con 28 países miembros. La OTAN, que era inicialmente un pacto defensivo, está procediendo a convertirse en una potencia ofensiva bajo la guía del Atlantic Council. Recientemente, con el pretexto de la defensa contra Rusia, la OTAN ha comenzado a desplegar fuerzas ofensivas en las regiones del Mar Negro y Ucrania. En este nuevo marco militar, la OTAN ha establecido nuevas bases en Europa del Este y redistribuido miles de soldados.

Ariel Cohen, del Atlantic Council, el arquitecto de esta nueva estrategia, explicó la necesidad de los esfuerzos de la OTAN para asumir el control en el Mar Negro con las siguientes palabras:
“La Alianza debe centrarse en una serie de medidas para hacer frente a la rápida escalada de la postura ofensiva de Rusia en el Mar Negro y proteger a sus aliados -incluyendo reforzar los activos en el aire, navales, y de tierra; la mejora de las capacidades espaciales; la seguridad cibernética; el reconocimiento; la inteligencia; y la creación de estrategias de disuasión creíbles”.

Ariel Cohen, del Atlantic Council, el arquitecto de esta nueva estrategia, explicó la necesidad de los esfuerzos de la OTAN para asumir el control en el Mar Negro con las siguientes palabras:

“La Alianza debe centrarse en una serie de medidas para hacer frente a la rápida escalada de la postura ofensiva de Rusia en el Mar Negro y proteger a sus aliados -incluyendo reforzar los activos en el aire, navales, y de tierra; la mejora de las capacidades espaciales; la seguridad cibernética; el reconocimiento; la inteligencia; y la creación de estrategias de disuasión creíbles”.

Esta actitud agresiva parece que tiene como objetivo transformar la región del Mar Negro en una nueva área de conflicto. Este tipo de política de movilización obligará a Rusia a tomar medidas urgentes, que a su vez harán del Mar Negro una región de tensión, o tal vez incluso una región de conflicto caliente.

Con el fin de comprender la influencia del Atlantic Council sobre las políticas militares de los EE.UU. y de la OTAN, será suficiente mirar las designaciones clave que el presidente Obama hizo después de que se convirtiera en presidente en 2009. El Presidente del Consejo, James Jones, se convirtió en el Asesor de Seguridad nacional del Presidente Obama. La miembro del Consejo Susan Rice, se convirtió en el embajador de EE.UU. ante las Naciones Unidas, y Richard Holbrooke se convirtió en el representante especial para Afganistán y Pakistán. La miembro del Consejo Anne-Marie Slaughter fue designada como Director de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de Estados Unidos. Chuck Hagel, quien reemplazó a Jones como presidente del Consejo, se convirtió en Secretario de Defensa, cuatro años después.

Después de que las políticas del Consejo sustituyeran las políticas de las instituciones gubernamentales de Estados Unidos, estallaron las guerras civiles de Siria, Yemen y Ucrania. La intensidad de las guerras en Irak, Libia y Afganistán se intensificó y, en última instancia, surgió el ISIS. Un intento de golpe se llevó a cabo en Turquía. La lista puede seguir llenando páginas.

Hoy, en Washington D.C., una parte de la avenida de Massachusetts se llama “Think Tank Row”. Un grupo de personas no supervisado, que actúa con capacidades ambiguas y no está sujeto a la rendición de cuentas, se ha convertido ahora en el centro de la política mundial. Dado que estas personas operan con una mentalidad de ‘choque de civilizaciones’, piensan que las soluciones sólo pueden lograrse a través del conflicto, la fragmentación, y provocando perturbaciones en general. Una gran parte del problema es esta mentalidad errónea. Tal gobierno global puede ser reestructurado a la perfección en aras de consolidar la paz mundial, el amor y la amistad. Sin embargo, el hecho de que la mentalidad de los organismos mencionados esté centrada en los conflictos y la guerra, documenta que ellos no lo consideran posible todavía.

No obstante, asumir que el poder de los poderes profundos es autónomo puede ser engañoso; estas organizaciones tuvieron éxito y tomaron el control de muchas naciones solamente porque se ven “invencibles”. Sin embargo, en verdad, los que conforman sus objetivos en el amor y la paz siempre son más poderosos. Sus ideales son más grandes y sus objetivos son justos. Los objetivos justos finalmente prevalecerán. Lo importante es que la gente de paz debe unirse y actuar en una alianza. Entonces los que creen que las soluciones sólo pueden lograrse a través del conflicto serán testigos del poder absoluto de la paz, cambiar su punto de vista, y trabajar para hacer del mundo un lugar mejor.

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