
Cortesía de DEBKAfile
Los dos canales traseros a través de los cuales el equipo de Trump intentó iniciar conversaciones exploratorias con Teherán se han topado con una pared en blanco, informan las fuentes exclusivas de DEBKAfile.
Al interpretar este tratamiento silencioso como una estratagema iraní por el tiempo para preparar más ataques, el gobierno la semana pasada aumentó su despliegue militar en el Golfo con otros 1,500 soldados.
Muchos políticos se ofrecen como voluntarios para mediar en los esfuerzos para unir a Estados Unidos e Irán, en particular al Primer Ministro iraquí, Adil Abdul-Mahdi, y al Ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Yusuf bin Alawi, quien es un veterano. La administración de Trump no ha aceptado ninguna de sus ofertas.
En cambio, según revelan nuestras fuentes de inteligencia, los asesores de la Casa Blanca recurrieron a un alto diplomático suizo y al presidente kurdo de Irak.
Arnold Henninger, un miembro de alto rango del servicio exterior suizo, lleva mucho tiempo participando en la interacción entre los dos gobiernos, ya que la embajada suiza ha representado los intereses de Estados Unidos en Teherán durante décadas. El presidente de Irak, Barham Salih, tiene buenos contactos en los círculos de la derecha tanto en Washington como en Teherán.
El sábado, 25 de mayo, poco antes de que Salih abordara un vuelo de Arabia Saudita y Turquía, se enfrentó al ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, que había viajado a Bagdad. Mantuvieron una larga conversación.
El principal problema en ambos canales es que nadie sabe qué tan alto en el régimen islámico han alcanzado los dos corredores, y en cuyos escritorios han llegado los mensajes de Estados Unidos a los niveles más altos.
El diplomático suizo Henninger se ha acercado más al gobernante supremo, el ayatolá Ali Khamenei, a través de Ali Velayati, el principal asesor de asuntos internacionales de Khamenei. Pero no puede decir si Velayati pasó los mensajes de la administración de Trump a su jefe.
Se sabe que el presidente Salih está en contacto con Zarif y habla regularmente con el viceministro de Relaciones Exteriores, Abbas Aragchi.
Los funcionarios iraníes son ambiguos sobre el destino final de los mensajes que transmitió, aunque algunos admiten que el presidente de Irán, Hassan Rouhani, está en la foto. Sin la confirmación de que esos mensajes llegaron al todopoderoso líder supremo o alguna afirmación autoritaria, el intento estadounidense de iniciar conversaciones exploratorias iniciales con Teherán se enfrenta a un obstáculo inamovible.