Un proyecto del Centro para la Democracia en las Américas
y la Oficina de Washington para América Latina ©

Estados Unidos y Cuba: una nueva política de compromiso

Contenido

Expresiones de gratitud…………………………………………………………….. …………………. 2

El caso del compromiso …………………………………………………………………….. ………… 3

¿Por qué Cuba debería ser una prioridad? ……………………………………………………………………………………………………………………… … 6

¿Cuba sigue siendo un socio dispuesto? …………………………………………………………………………………………………………………………. 7

La política del compromiso: partes interesadas …………………………………….. ………………………………. 8

Opinión Pública de Estados Unidos ……………………………………….. ………………………………………….. …………… 8

Opinión cubanoamericana ……………………………………….. ………………………………………….. …… 9

El establecimiento de política exterior ………………………………………. …………………………………… 10

La comunidad empresarial ……………………………………….. ………………………………………….. …. 11

Congreso…………………………………………. ………………………………………….. ……………………….. 13

Aliados de Estados Unidos ………………………………………… ………………………………………….. ……………………… 13

El pueblo cubano ……………………………………….. ………………………………………….. ……………. 13

Dos obstáculos para el compromiso ………………………………………. ………………………………………….. .. 14

Lesiones al personal estadounidense en La Habana …………………………………….. …………………………………. 14

La crisis en Venezuela ………………………………………. ………………………………………….. …….. 15

Reparación del daño: los primeros nueve meses …………………………………… ……………………….. dieciséis

Volver a participar diplomáticamente ………………………………………. ………………………………………….. …. 17

Levantar las sanciones sobre los lazos familiares, el intercambio cultural y educativo y

Compromiso…………………………………………. ………………………………………….. …………………… 17

Secuenciación …………………………………………. ………………………………………….. ……………………. 19

Tomando la iniciativa: el segundo año ……………………………………. ………………………………….. 20

Iniciar un nuevo diálogo sobre derechos humanos …………………………………….. ……………………………… 20

Ampliar la cooperación en materia de seguridad y aplicación de la ley …………………………………….. …………… 21

Cooperación en Salud y Medio Ambiente ………………………………………. ……………………………. 21

Intercambios educativos y culturales ………………………………………. ……………………………….. 22

Compromiso económico ………………………………………… ………………………………………….. ……. 22

Terminar el trabajo: una agenda legislativa ……………………………………. ………………………………… 23

Primeros pasos………………………………………… ………………………………………….. ………………………. 23

Poner fin al embargo ……………………………………….. ………………………………………….. ………… 24

Apéndice: Acuerdos bilaterales ………………………………………. …………………………………………. 25

Expresiones de gratitud

La Oficina de Washington para América Latina (WOLA) y el Centro para la Democracia en las Américas(CDA) queremos agradecer a las muchas personas que contribuyeron a este proyecto participando en varios discusiones en grupos pequeños sobre recomendaciones de políticas para la próxima administración presidencial de EE. UU.

Entre ellos se encuentran Fulton Armstrong, Cindy Buhl, Michael Bustamante, Rebecca Bill Chavez, Jeffrey DeLaurentis, Lee Evans, Richard Feinberg, Angela Mariana Freyre, Kendra Gaither y Felice Gorordo, Ricardo Herrero, Anya Landau-French, Collin Laverty, Francisco Mora, Robert Muse,Philip Peters, Fred Royce y Dan Whittle.

Queremos agradecer especialmente al profesor William LeoGrande de American University, quien desempeñó un papel central en la redacción del documento final. También queremos agradecer a otros WOLA a miembros del personal de CDA que contribuyeron al informe: Teresa García Castro, Sarah Coker, Kelly Gouin, Nancy Haugh y Laura Muñoz.

Este proyecto no hubiera sido posible sin el generoso apoyo de la Fundación Ford, y Mario Bronfman en particular.

No hace falta decir que las afirmaciones, conclusiones y recomendaciones aquí contenidas son únicamente nuestras y no necesariamente reflejan los puntos de vista de ninguna de las personas que tan generosamente compartieron sus pensamientos con nosotros.

Geoff Thale, presidente de WOLA

Marguerite Jiménez, Directora para Cuba e Iniciativas Especiales, WOLA

María José Espinosa Carrillo, Subdirectora, CDA

Diciembre de 2020

El caso del compromiso

Estados Unidos necesita una nueva política de compromiso con Cuba que sirva a los intereses estadounidenses y a los
del pueblo cubano.

Las razones para el compromiso son las mismas que cuando la administración Obama presentó su política el 17 de diciembre de 2014. La vieja política de hostilidad había sobrevivido a cualquier utilidad que puede haber tenido y no estaba funcionando. No estaba mejorando la democracia ni los derechos humanos en la isla, no estaba promoviendo los intereses geopolíticos de EE. UU., y estaba bloqueando el progreso en cuestiones de mutuo interesar. En cambio, la política de hostilidad aumentó las penurias del pueblo cubano, alienó a nuestra aliados en América Latina y Europa, excluyeron a las empresas estadounidenses de competir en el mercado, y abrió la puerta a nuestros competidores globales Rusia y China para expandir su influencia.

Una nueva política de participación debe basarse en un marco de objetivos que promuevan la intereses de Estados Unidos y del pueblo cubano.

El compromiso comienza con una diplomacia constructiva que incluye la cooperación en cuestiones de interés mutuo y negociaciones sobre cuestiones en conflicto.

Para comenzar a volver a involucrar al gobierno cubano, debemos reabrir las líneas diplomáticas.

La comunicación entre Estados Unidos y Cuba que el presidente Donald Trump cerró.

El compromiso diplomático reducirá las tensiones bilaterales, ayudará a evitar crisis futuras y hará avanzar a EE. UU.


Intereses en una amplia variedad de temas. Nos guste o no, muchos de los problemas más críticos que enfrentamos en
el hemisferio occidental son transnacionales: los efectos del cambio climático, la propagación de infecciones enfermedades, contaminación ambiental, narcóticos y trata de personas y migración. Su progreso depende de la cooperación con nuestros vecinos, especialmente vecinos cercanos como Cuba. Incluso en cuestiones donde los intereses de Estados Unidos y Cuba entran en conflicto, como Venezuela, comprometerse con Cuba puede ser una necesidad condición de llegar a una solución.

El compromiso es una estrategia más eficaz para promover la causa de los derechos humanos, políticas
libertad y reforma económica.

La política de hostilidad y confrontación de Trump empeoró la situación de los derechos humanos en Cuba no
mejor. Agravó la mentalidad de asedio del régimen, le dio una excusa para reprimir a los disidentes y otras voces independientes, y proporcionó un chivo expiatorio conveniente para el empeoramiento de Cuba
economía. Una estrategia de compromiso puede eliminar esas excusas, crear un entorno que hace que sea beneficioso para los líderes cubanos el permitir mayores políticas y
libertad en la isla y fomentar una sociedad civil más dinámica que, con el tiempo, presionará por el cambio.

Un cambio estratégico en la política de EE. UU. Encontrará un amplio apoyo entre nuestros aliados, la mayoría de los cuales ya están perseguir políticas de compromiso, y agradecería una política estadounidense que haga que la cooperación posible, especialmente en derechos humanos.

El compromiso debe incluir a la sociedad civil: cultural, educativa, científica y familiar.

Vínculos que fomentan el entendimiento mutuo, la reconciliación y el enriquecimiento cultural de ambos pueblos.

Los contactos de persona a persona benefician a la gente de ambos países, especialmente a los cubanos y familias cubanoamericanas con parientes a ambos lados del Estrecho de Florida.

Lo cultural

Las conexiones entre los Estados Unidos y Cuba se remontan al menos a 150 años y deben ser nutrido, no hambriento. La administración Trump hizo todo lo posible para cortar estas conexiones, infligiendo graves dificultades económicas para el pueblo cubano. Los visitantes extranjeros ponen dinero directamente en las manos de cubanos a través de restaurantes privados, taxis independientes y alquiler de habitaciones privadas. Ninguna otra

El flujo económico internacional, excepto las remesas, tiene un beneficio directo e inmediato para el nivel de vida de las familias cubanas. Una relación vibrante con la sociedad civil empoderará al cubano
personas y sentar las bases para una reconciliación duradera.

El compromiso facilitará los lazos comerciales, expandiendo el mercado para las empresas estadounidenses, aumentando el nivel de vida del pueblo cubano y el fomento de la reforma económica.

Cuba y Estados Unidos son socios económicos naturales en virtud de su proximidad. Al aliviar restricciones al comercio y la inversión con el sector no estatal cubano y con las empresas estatales producir bienes y servicios que beneficien directamente al pueblo cubano, el gobierno de los Estados Unidos puede ayudar Fomentar la prosperidad y una mayor libertad económica. Cuba atraviesa un proceso de reforma económica,
avanzando lentamente hacia una economía más abierta, un cambio que Estados Unidos debería favorecer, animar y apoyar.

El compromiso servirá como un contrapeso a las aspiraciones que gustan a los competidores globales.

Rusia y China tienen en Cuba.

A medida que aumentaron la hostilidad y las sanciones económicas de Estados Unidos durante la administración Trump, Cuba ha se volvió hacia nuestros rivales globales, tal como lo hizo durante la Guerra Fría. Rusia y China tienen ambos aumentó su asistencia económica e inversión en Cuba y comenzó a construir alianzas estratégicas.

El Comando Sur de Estados Unidos ha identificado las iniciativas de Rusia y China como una de las principales desafíos que enfrenta Estados Unidos en América Latina. Estados Unidos tiene más en común culturalmente con Cuba y más para ofrecer económicamente que Rusia o China si buscamos un política de participación.

Cuba está cambiando. Una nueva generación de líderes, nacida después de la revolución de 1959, está tomando las riendas de poder. En abril de 2021, Raúl Castro renunciará como Primer Secretario del Comunista Cubano
Partido, entregando su último cargo oficial. La economía está cambiando.

Comenzó el proceso de reforma en 2011 se ha movido lentamente, pero se ha acelerado en el último año, creando una mayor diversidad económica
y apertura. La sociedad civil está cambiando, impulsada en gran parte por la expansión de Internet, que ha permitido a las personas crear redes sociales virtuales que se manifiestan en real reuniones mundiales y, ocasionalmente, protestas.

Estados Unidos puede tener una influencia positiva en la trayectoria del cambio, pero solo siendo comprometido. Continuar con las políticas del pasado o simplemente modificarlas al margen dejará Estados Unidos fuera del juego, aislado de sus aliados, aislado de los cubanos comunes y corrientes que pequeños grupos de disidentes, y aislado de la creciente generación de líderes cubanos que dar forma al futuro de la isla.

El compromiso logró más en dos años que la política de hostilidad lograda en sesenta.

● Las negociaciones que llevaron al 17 de diciembre de 2014 resultaron en la liberación de 53 políticos presos y el compromiso cubano de expandir Internet, aumentando así el acceso a la información.

Hoy, 5.3 millones de cubanos, casi la mitad de la población, tienen teléfonos celulares y 2,5 millones tienen acceso a Internet 3G o 4G.

1

● Las relaciones diplomáticas se restablecieron después de 63 años, y en los siguientes 18 meses,

● Se firmaron acuerdos bilaterales sobre temas de interés mutuo, que van desde la ley cooperación en materia de aplicación para la protección del medio ambiente (enumerada en el Apéndice).

● Estados Unidos y Cuba iniciaron diálogos sobre derechos humanos y reclamos de propiedad.

● Se restablecieron las relaciones comerciales y más de 40 empresas estadounidenses firmaron contratos con Cuba durante los dos últimos años de la administración Obama.

● Los intercambios culturales y educativos se expandieron dramáticamente. El número de no familiares, los visitantes estadounidenses a Cuba aumentaron entre 2014 y 2017 en más del 600% de menos de 100.000 a más de 600.000.

2

● Se fortalecieron los lazos familiares entre cubanos y cubanoamericanos. El número de los visitantes cubanoamericanos a Cuba aumentaron entre 2014 y 2017 en un 27% a más 300.000.

Las remesas en efectivo aumentaron a un estimado de $ 3.5 mil millones anuales, con otros $ 3 miles de millones en bienes transportados por visitantes, lo que impulsó el crecimiento explosivo de los sector privado.

3
Una hoja de ruta para el compromiso

Una política exitosa debe tener tanto sentido como política (servir al interés nacional y, de manera realista,
hacer coincidir las capacidades con los objetivos) y el sentido político (tener suficiente apoyo de las partes interesadas relevantes para ser sostenible). Comenzamos examinando algunas preguntas preliminares críticas:

• ¿Por qué Cuba debería ser una prioridad cuando tantos otros asuntos urgentes exigen atención?

• Después de cuatro años de hostilidad estadounidense, ¿Cuba sigue interesada en mejores relaciones?

• ¿Qué piensan las partes interesadas clave sobre este polémico tema político interno?

• ¿Cómo puede una nueva política de compromiso superar los obstáculos del apoyo de Cuba al gobierno venezolano y el misterio sin resolver de las lesiones del personal estadounidense en servicio en Cuba?

Con estas bases puestas, presentamos una hoja de ruta para una nueva política de compromiso, en tres etapas:

  1. Reparación del daño: en los primeros meses de la nueva administración, invierta el daño causado por el uso de la autoridad ejecutiva por parte del presidente Trump para “cancelar” al presidente Obama.

1 Patrick Oppmann, “Los cubanos obtienen Internet en teléfonos celulares, pero ¿cuántos pueden pagarlo?” CNN, 6 de diciembre de 2018;

Cristina Abellan Matamoros, “Ahora se permite a los cubanos acceder a internet desde sus propios hogares, pero ¿a qué precio?” AFP, 29 de julio de 2019.

2 Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), Serie Estadística, Anuario Estadístico de Cuba, Capitulo 15: Turismo, edición 2019 (La Habana, Cuba: ONEI, 2019).

3 Havana Consulting Group, “Remesas, ¿una ruta de inversión para los cubanos?” 27 de septiembre de 2019.

6

2. Tomando la iniciativa: Identificar e implementar pasos adicionales para promover la política de compromiso a un nuevo nivel utilizando la autoridad ejecutiva del presidente.

3. Terminar el trabajo: buscar cambiar los estatutos que han escrito sanciones contra Cuba en ley, restringiendo la autoridad constitucional del presidente para dirigir la política exterior de Estados Unidos.

¿Por qué Cuba debería ser una prioridad?

El próximo presidente enfrentará una confluencia de crisis sin precedentes: la pandemia de COVID-19, la peor recesión económica desde la década de 1930, y demandas de justicia racial que se debían desde hacía mucho tiempo.

Cada red de políticas liberales y progresistas en los Estados Unidos tendrá una agenda de cambio para reparar el daño hecho por Donald Trump. ¿Por qué Cuba debería estar en la cima de la agenda del presidente?

Después de todo, Cuba es un país pequeño que no representa una amenaza real para Estados Unidos, a pesar de más de medio siglo de antagonismo.

Hay varias buenas razones para que el presidente actúe rápidamente para volver a comprometerse con Cuba.

El primero es la crisis en Venezuela, que es el problema humanitario más urgente que enfrenta América Latina América. La presión que ejerce sobre los países vecinos exige una acción inmediata, y la política fallida de cambio de régimen del presidente Trump solo ha empeorado las cosas. Nos guste o no, una solución política a la crisis venezolana requerirá la cooperación internacional entre actores con intereses diferentes, incluidos Cuba y Estados Unidos. Reencontrarnos con Cuba es una necesidad aunque no suficiente) componente de una política viable hacia Venezuela, al igual que fue una condición necesaria para poner fin al conflicto en el sur de África en los años ochenta.

En segundo lugar, está programado que Estados Unidos sea sede de la Novena Cumbre de las Américas a fines de 2021,

un evento que obliga a tomar decisiones que requerirá que la nueva administración formule su enfoque general a América Latina, incluida Cuba, antes de lo que sería de otra manera. Además, la Cumbre ofrece una oportunidad para que el presidente se reúna con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel para subrayar la Interés de Estados Unidos en mejorar las relaciones. Esa reunión sería más productiva si la nueva administración ya ha tomado medidas para reparar el daño causado a las relaciones durante los últimos cuatro años. Estados Unidos detuvo el compromiso; corresponderá a Estados Unidos dar los primeros pasos hacia su restauración.

En tercer lugar, volver a comprometerse con Cuba es relativamente fácil. Porque cada sanción del presidente Trump impuesto a Cuba fue impuesto por el poder ejecutivo, cada uno de ellos puede revertirse con una trazo de la pluma del presidente. La mayoría, de hecho, podría revertirse en un solo paquete simplemente devolviendo el Reglamento de Control de Activos Cubanos (CACR) a su estado el 20 de enero de 2017.

Otros

Las acciones en el frente diplomático requieren una coordinación interinstitucional, pero los principios básicos de la reanudación pueden establecerse rápidamente porque estaban bien definidos durante la campaña de Obama.

administración en la directiva de política del presidente del 14 de octubre de 2016.

4

4 La Casa Blanca, “Directiva de política presidencial – Normalización Estados Unidos-Cuba”, 14 de octubre de 2016,

Finalmente, Cuba es un tema de política exterior de alto perfil, tal vez más que el intrínseco
la importancia dictaría. La apertura del presidente Obama a Cuba en 2014 atrajo la atención mundial y
alabanza como acontecimiento histórico. Una de las razones del alto perfil de Cuba es la larga historia de crisis:
Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles, la asociación de Cuba con la Unión Soviética, su exportación de revolución
a África y América Latina, y migraciones masivas periódicas. Otro es el cubanoamericano
diáspora, que se preocupa profundamente por las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, ya sea a favor o en contra. Acción rápida para
volver a comprometerse con Cuba enviará el mensaje de que el presidente tiene la intención de tener un activo extranjero
política, volviendo a comprometerse con aliados y adversarios, y reconstruyendo la estatura de Estados Unidos en el mundo.
¿Cuba sigue siendo un socio dispuesto?
Un tango diplomático se necesitan dos. En 2014, “las estrellas estaban alineadas”, como dijo Ben Rhodes; los unidos
Tanto los Estados como Cuba tenían razones para favorecer la normalización. Después de dos años de castigo por el
Administración Trump, ¿Cuba sigue interesada en el compromiso? Política y económica de Cuba
Las condiciones han cambiado desde que el presidente Obama y el presidente Castro anunciaron su
intención de normalizar las relaciones, pero los incentivos económicos estructurales que llevaron a Cuba a
la normalización del apoyo todavía está en su lugar.
En el frente político, Miguel Díaz-Canel reemplazó a Raúl Castro como presidente y reemplazará
él como Primer Secretario del Partido Comunista en abril de 2021. El prestigio de Castro era tal que
podría decidir comprometerse con los Estados Unidos a pesar del escepticismo entre algunos miembros del
liderazgo. No es probable que Díaz-Canel tenga la misma autoridad, a pesar de sus títulos, pero Raúl Castro
conservará cierta autoridad incluso en la jubilación. La actitud ambivalente del liderazgo cubano hacia
La normalización se complica por la pérdida de confianza resultante de la revocación del presidente Trump
los logros obtenidos durante la apertura de Obama. Los cubanos de línea dura que advirtieron que Washington podría
no se puede confiar en ellos se demostró que tenían razón.
En el frente económico, Cuba está en una situación mucho peor ahora que en 2014, principalmente porque
del cierre de la industria turística debido a la pandemia COVID-19. Aunque el presidente
Las restricciones de Trump en 2019 sobre los viajes a Estados Unidos tenían el potencial de reducir el turismo cubano en un 10-15%,
la pandemia cerró la industria por completo. Al mismo tiempo, los ingresos de las misiones médicas cubanas
en el extranjero ha disminuido, debido al colapso económico de Venezuela y la presión de Estados Unidos sobre otros
gobiernos para expulsar a los médicos cubanos. Una disminución estimada del 10% del PIB de Cuba en 2020 llevó a la
Gobierno para introducir una serie de nuevas reformas económicas en julio adoptando un mercado más
orientación en agricultura y fortalecimiento del sector privado no agrícola.
El principal incentivo que tuvo Raúl Castro para buscar relaciones normales con Estados Unidos fue
económico. Sus planes para reformar la economía cubana en la dirección del socialismo de mercado, develados
en 2011, han sido difíciles de ejecutar en un entorno de austeridad económica y una percepción
amenaza a la seguridad de los Estados Unidos. Una mejor relación con Estados Unidos mantenía la perspectiva
de más ingresos por turismo, más remesas, más comercio y más inversión extranjera directa.
Los resultados de 2014 a 2016 indicaron que estos supuestos eran correctos; viajes, remesas,
y los contratos comerciales aumentaron. El turismo (post-COVID) y las remesas seguirán siendo dos
de las principales fuentes de ingresos de divisas de Cuba en el futuro previsible, y Estados Unidos
Los estados son una fuente importante de ambos. Aunque el liderazgo de Cuba está cambiando y será escéptico
8
intenciones de Estados Unidos, los incentivos económicos estructurales que llevaron a Raúl Castro a buscar relaciones normales
con Estados Unidos son incluso más fuertes que en 2014

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