Por Dr. José R Alfonso
Codigoabierto360.com: Las estructuras de Inteligencia, de cualquier estado-nación, producen información analizada de forma objetiva e imparcial siempre y cuando estén independientes de las estructuras políticas. Cuando están demasiado cerca, no solo corren el riesgo de prostituiste sino además de servir de apologista de un partido o intereses determinados y no del país.
“La inteligencia no es quien determina objetivos; no es el arquitecto de la política; no es el hacedor de proyectos; no es el realizador de las operaciones. Su tarea es cuidar que los hacedores estén bien informados; brindarles la ayuda necesaria, llamar su atención hacia un hecho importante que puedan estar descuidando, y, a pedido de los mismos, analizar cursos alternativos sin elegir uno u otro…” Sherman Kent.
Sherman Kent, es uno de los fundadores de la CIA y arquitecto del pensamiento actual sobre inteligencia e incluso de buenas partes de las estructuras de inteligencia actualmente existentes —a través de su obra “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Americana”— marco muy claramente lo relacionado entre productores y consumidores de inteligencia así como la necesidad de mantener a la inteligencia separada de las influencias políticas que pretendieran desnaturalizarla, para preservar el carácter objetivo de la misma.
Todo ello, según Kent, sin dejar de tomar en cuenta que dicha separación no debía ser excesiva, dado que “la inteligencia necesitaba de la guía proporcionada por la política acerca de sobre qué aspectos era necesario que se produjera inteligencia, o, dicho de otro modo, cuál era el conocimiento relevante para el decisor político. Kent entendía que si bien las adecuadas relaciones entre los productores de inteligencia y los consumidores son de extrema delicadeza recomendaba que, esta, la inteligencia debía hallarse lo suficientemente ligada a todas las operaciones políticas, de proyectos y demás, para obtener la mayor cantidad posible de dirección o guía, pero tampoco debe hallarse tan cerca que pierda su objetividad de integridad de juicio”.
La Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos (en inglés United States Intelligence Community, IC por sus siglas en dicho idioma) es una federación de 16 agencias individuales del Gobierno de Estados Unidos que trabajan conjuntamente para llevar a cabo labores de colección y análisis de inteligencia que se consideran necesarias para la realización y regulación de las relaciones exteriores y la seguridad nacional de los Estados Unidos.
Las organizaciones y miembros que forman parte de la Comunidad de Inteligencia incluyen a la inteligencia militar, agencias de inteligencia y a oficinas civiles de análisis-estadística e inteligencia estructuradas orgánicamente dentro de los departamentos ejecutivos federales.
La Comunidad de Inteligencia está dirigida por el Director de la Oficina Nacional de Inteligencia y responde y depende directamente ante el Presidente de los Estados Unidos al que informa diariamente a través de los Estimados de Inteligencia Nacional —c/p dentro del argot profesional como “El Palo de Golf”— acerca de la Inteligencia, colectada y analizada entre las 16 Agencias de Servicios Especiales de los EE.UU. que representan una amenaza para los interés de seguridad nacional domésticos y en el exterior estadounidense. Es decir, satisfacen la demanda de inteligencia entre productores (Servicios Especiales) y consumidores (hacedores de política del momento)
Actualmente la administración del presidente Donald Trump a designado para el cargo de Director de la Oficina Nacional de Inteligencia de Estados Unidos al Senador Dan Coats, un político de carrera, actualmente cabildero, a dicho cargo en lugar de un profesional cualificado y experimentado:
El Senador Dan Coats tiene ante sí, como Director de la Oficina Nacional de Inteligencia de Estados Unidos una dura tarea: el Manual de Inteligencia dicta una regla básica y es que la colección y análisis de inteligencia debe estar separada de la política —donde prima la percepción por sobre la verdad y la emoción por sobre razón— como única forma de ser objetivo. Es aplicar las propias palabras de Sherman Kent, de su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Americana.
“El papel de la inteligencia es definido y simple. Su tarea podría ser descripta en dos etapas:
- El agotador examen de la situación para la que es requerida una política.
- La exploración objetiva e imparcial de todas las soluciones que el problema ofrece…
