La Reina Isabel II, una de las figuras más relevantes de la historia moderna, falleció este mediodía hora de Londres en el Palacio de Balmoral rodeada de sus familiares más cercanos. La salud de la Monarca de 96 años se había agravado significativamente en las últimas horas, según un comunicado del Palacio de Buckingham que provocó alarma inmediata en el Reino Unido mientras sus hijos, nietos y biznietos viajaban a la carrera al palacio de Escocia. Su última actividad oficial fue este martes, cuando recibió a la nueva Primera
Elizabeth Alexandra Mary había ocupado el trono por 69 años (más que ningún otro monarca británico), desde el 2 de junio de 1953. Su hijo Charles, de 70 años, es ya el nuevo Rey de Inglaterra y se espera que esta tarde se dirija a la nación.
“La Reina murió pacíficamente en Balmoral este mediodía. El Rey y la Reina Consorte permanecerán esta tarde en Balmoral y retornarán mañana a Londres”, dijo un comunicado oficial que hacía ya referencia a Camila, la esposa de Charles.
A pesar de los escándalos ocasionales que sacudieron a la monarquía y del debate sobre su rol en la era moderna, los británicos han profesado mayoritariamente admiración por la soberana, su entrega, dignidad y sentido del humor, desde los tiempos en que muy joven se convirtió en enfermera durante la Segunda Guerra Mundial.
La Reina Isabel II fue testigo y protagonista de los más trascendentales eventos del siglo XX, incluyendo la posguerra, la Guerra Fría, la descolonización y el fin del imperio británico, los convulsos años 80 en Gran Bretaña y la sacudida que causó a la monarquía la muerte de la Princesa Diana de Gales.
Durante su reinado vio pasar a 15 primeros ministros, empezando por Winston Churchill, y 14 Presidentes de Estados Unidos, desde Harry S. Truman.
Se prevé que los funerales de Estado de la Reina se extiendan por 10 días.
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