Comienza el camino hacia la reforma migratoria en EE.UU.

Por Juan C. Gómez

Mano dura, pero un inicio promisorio, son las conclusiones de las primeras iniciativas presentadas por una comisión de senadores, con miras a una reforma migratoria. Los pilares de las propuestas son: El fortalecimiento de la seguridad fronteriza; la creación de un sistema de verificación efectiva que evite la contratación de indocumentados, y el desarrollo de mecanismos que les permitan a los indocumentados legalizar su situación./ Foto Cortesía de: Getty

Una comisión de senadores demócratas y republicanos anunció las propuestas iniciales sobre las que se desarrollará el plan nacional de reforma migratoria, en la que constituye una iniciativa bipartidista sin precedentes en el país, que los políticos calificaron como altamente optimista.

La propuesta tiene varios pilares fundamentales: El fortalecimiento de la seguridad fronteriza; la creación de un sistema de verificación efectiva, que evite la contratación de indocumentados y el robo de identidad, y el desarrollo de mecanismos que les permitan a las personas sin documentos legalizar su situación migratoria.

El senador demócrata Chuck Schumer, quien presidió la comisión, aseguró que esta era una propuesta sin precedentes, y que espera junto a sus colegas que se firmen las respectivas leyes en marzo, para llevarlas a debate al senado en la primavera.

“El presidente está complacido y apoya este esfuerzo. Estas propuestas reconocen que Estados Unidos se opone a la inmigración ilegal, pero apoya la inmigración legal”, dijo Schumer.

Una de las mayores novedades de esta reforma es su carácter coyuntural. Nunca antes el ambiente estuvo tan propicio como para adelantar estas negociaciones. En palabras de Schumer, “por primera vez hay un mayor riesgo en oponerse a la reforma, que en apoyarla”.

La importancia de esta reforma y su potencial aprobación radican en el hecho de que son una iniciativa bipartidista, que además cuenta con el apoyo del presidente Barack Obama.

“Tenemos una oportunidad única para actuar, pero sólo se logrará con éxito si el esfuerzo es bipartidista. Mis colegas republicanos hicieron una declaración importante sobre la necesidad de arreglar el sistema de inmigración. No podremos conseguir todo lo que queremos, pero con este marco resolveremos el estado de quienes viven sin documentos, aseguraremos nuestras fronteras y crearemos un sistema de aplicación de leyes de migración para evitar tener 11 millones de inmigrantes viviendo ilegalmente en Estados Unidos”, agregó.

Una de las medidas propuestas por la comisión es demostrarle al pueblo estadounidense que no se pondrá a dichos individuos camino a la ciudadanía hasta no haber asegurado las fronteras.

El senador republicano y excandidato a la presidencia John McCain dijo que este es el primer paso en lo que será un proceso difícil, pero lograble.

“El último intento fue hace seis años, pero esta vez vamos a proporcionar los recursos para asegurar la frontera, modernizar nuestro sistema de migraciones y crear un camino hacia la ciudadanía, difícil pero justo, para quienes están viviendo en este país sin documentos”, dijo McCain.

Según el senador republicano, primero se fortalecerá la situación de seguridad a lo largo de la frontera sur, especialmente en estados como Arizona, donde el cruce fronterizo ilegal trae consigo narcotraficantes y contrabandistas, aunque reconoció que ha habido una reducción importante en los últimos cinco años.

“Es un corredor para el tráfico de drogas, además debemos invertir en alta tecnología, radares, sistemas de vigilancia, que le darían a la patrulla la habilidad de capturar a quienes intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos. Esto se puede lograr en los próximos años si nos comprometemos a ello”, agregó.

Puntualizó que no se podría volver a cometer el error de 1986, cuando se le otorgó la amnistía a tres millones de indocumentados, y se prometió asegurar la frontera. “Ahora tenemos a once millones en este país, ilegalmente. Tiene que haber mayores multas para empleadores que contratan trabajadores indocumentados, un sistema de verificación de empleo que evite que se contrate a inmigrantes no autorizados, cerrar el imán que atrae inmigrantes ilegales, y poner en funcionamiento un sistema de trabajo que permita que trabajadores documentados vengan a Estados Unidos sin la ayuda de contrabandistas”.

McCain fue el primer en hacer referencia a los jóvenes que se acogieron a la acción diferida del DREAM Act. Dijo que se les daría un camino a la ciudadanía a los jóvenes que ya están en EE.UU.

El senador demócrata Richard Durbin, uno de los férreos defensores del DREAM Act, también se refirió al tema: “Han pasado 12 años desde que se ha oído de este debate. Ha habido momentos de desilusión, como cuando no pudimos promulgar el DREAM Act, pero esto se trata de no darse por vencido, y el DREAM Act va a ser una parte importante de la reforma completa de migración, porque les dará a los jóvenes la oportunidad que han estado soñando y que han estado pidiendo”.

Para McCain, el punto más álgido de la reforma, y el más controvertido, es el caso de los once millones de personas que viven ilegalmente. “Esto no es aceptable. Tienen una amnistía de facto, hemos estado demasiado tiempo dejando que estas personas hagan nuestra jardinería, limpien nuestras casas o cuiden a nuestros niños sin darles los beneficios que hacen que este sea un país grande. Esto es algo que no beneficia a nuestro país, que esta gente esté viviendo en sombras. Creemos un sistema para que puedan salir a la luz, pagar su deuda con la sociedad y llenar los requisitos para ser ciudadanos de este país. Esto es ser coherente con la ratificación de nuestro país de ser una nación de leyes y de inmigrantes”.

La reforma migratoria es reconocida por el senado como un tema prioritario, pero incluso su negociación e implementación dependen en buena medida del estado de la economía nacional. “Debemos asegurarnos de que el número de inmigrantes legales que se permitan ingresar se base en el estado de nuestra economía, y que los ciudadanos estadounidenses reciban las primeras opciones laborales”, agregó  Durbin.

Los senadores dejaron en claro que estos avances expuestos son fruto de una negociación que comenzó en diciembre, y que no habrá una nueva amnistía. Puntualizaron en varias oportunidades que sería una reforma dura, pero justa, basada en la legalidad y buscando reducir las brechas de la legislación migratoria vigente. Hay varios asuntos por discutir, que se irán develando a medida que las negociaciones en el senado y la cámara avancen.

“Yo siento, como persona que ha trabajado por años en esto, que hay mucho más optimismo que nunca, un espíritu y un compromiso mayor que en mucho tiempo. El pueblo de los Estados Unidos apoya la reforma, y si se quiere asegurar al país, hay que hacerlo sabiendo quién está aquí. Es decir, a la hora de hablar de seguridad nacional, la reforma es necesaria”, concluyó el senador demócrata Robert Menéndez.

 

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