- Una decisión entre la Paz y la continuación de la Guerra: La Paz: Arriba el líder Laborista de centroizquierda Issac Herzog y la ex primera ministra Tzipi Livni, líder del Partido Kadima. La Guerra: Benjamín Netanyahu, líder del Partido Likud, edbajo y a la decrecha.
“Israel no ha sido creado para desaparecer. Israel perdurará y florecerá. Es el hijo de la esperanza y el hogar de los valientes. No puede ser destruido por la adversidad ni desmoralizado por el éxito. Lleva el escudo de la democracia y honra la espada de la libertad…” John F. Kennedy
Nuestros cálculos preliminares indican que, afortunadamente para la paz y la esperanza, la clave de los comicios en el Estado de Israel, tal como sucederá en las elecciones del 2016 en los “EE.UU.” están en el Centro del diapasón político con el apoyo de la centro-izquierda.
Para los amantes de la estabilidad en la convulsa región del Medio Oriente, Benjamín Netanyahu, líder del Partido Likud en alianza con Hogar Judío, Shas, Judaísmo Unificado de la Torá e Israel Nuestra Casa, todos los primeros de derecha y el último de extrema derecha, representantes no solo el ala más radical del sionismo político sino la continuación del desequilibro geopolítico de la región, por lo que esperamos que estos resulten derrotados en estas elecciones por el líder Laborista de centroizquierda Issac Herzog y la ex primera ministra Tzipi Livni, líder del Partido Kadima, aliados ambos en la Unión Sionista, los que deben formar coalición con Kalanu, Yash Sionista, Meretz, y la Liga Conjunta (árabe-judía).
De suceder de esta manera solo así será posible la consigna elaborada por Herzog de “Dos estados para dos pueblo” lo que haría posible la creación del Estado Palestino —incluso ocurriría la detención de los nuevos asentamientos judíos (colonias) como el de Har Homa, en la Cisjordania ocupada, así como mejores relaciones con los segmentos liberales y de centroizquierda de los EE.UU. incluyendo el actual presidente Barack Obama.
Al parecer el pueblo de Israel busca alcanzar una mejor calidad de vida económica y de programa sociales que contribuyan a ello en vez de continuar con el falso fantasma Bushiano (de George W, Bush) —consistente en “vender” la falsa percepción de que sin Bibi el Estado de Israel sufriría actos terroristas y que estos solo él puede evitarse garantizando la Seguridad Nacional de volver a ser elegido Primer Ministro— cuando muy lejos está Netanyahu de ser la continuación de los padres fundacionales del Estado de Israel y mucho menos de parecerse a David Ben Gurion.
En Israel, para ser realista, uno debe creer en milagros… David Ben Gurion:
