Por Joseph Fitsanakis – Cortesía de intelNews.org
las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) afirmarón que el ataque fue lanzado por la Brigada 155 de la 4 ª División Blindada del Ejército sirio, que se sabe que es comandada por Maher al-Assad, hermano del presidente sirio, Bashar al-Assad. Informes de los medios alemanes sugieren que el origen de la reclamación era la unidad 8200, la división de intercepción electrónica de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF).
La Casa Blanca indicó esta semana que está preparada para lanzar ataques militares contra objetivos del gobierno sirio, tras los informes de que las armas químicas fueron esparcidas en un suburbio de Damasco.
Fuentes de inteligencia occidentales sugieren que las armas químicas de la semana pasada que mataron a “cientos” de personas e hirieron a “por lo menos un millar”, entre ellos muchos civiles, fueron aplicadas por el gobierno sirio.
Curiosamente, mientras que la administración del presidente Barack Obama de EE.UU. está recopilando las evidencias de la complicidad del gobierno sirio en los ataques, informes de inteligencia electrónica provenientes de Israel han identificado hasta la unidad del Ejército sirio que presuntamente disparó las rondas químicos.
La semana pasada, el Canal 2 de Israel afirmó que el ataque fue lanzado por la Brigada 155 de la 4 ª División Blindada del Ejército sirio, que se sabe que es comandada por Maher al-Assad, hermano del presidente sirio, Bashar al-Assad. Informes de los medios alemanes sugieren que el origen de la reclamación era la unidad 8200, la división de intercepción electrónica de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF).
Se cree que el ejército israelí tiene en su poder interceptado conversaciones entre altos mandos militares sirios supuestamente discutiendo el ataque químico de la semana pasada.
La mayoría de los analistas parecen seguros de que Israel iba a jugar ningún papel visible en un posible ataque militar liderada por Estados Unidos contra Siria.
Sin embargo, muchos ministros del gabinete israelí de alto rango están expresando su firme apoyo a la intervención militar occidental directa en la guerra civil siria.
El martes, Naftali Bennett, ministro de Comercio y economía de Israel, dijo que había llegado el momento de la intervención: “no puede ser que a menos de 100 kilómetros de Israel, los niños están siendo gaseados hasta la muerte y dejar que el mundo permanece en silencio e ignorarlo”, dijo a los periodistas. Bennett hizo estas declaraciones antes de una reunión-la segunda en dos días-del gabinete de seguridad de Israel, que fue llamado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para discutir las implicaciones para Israel de un ataque militar de EE.UU. contra Siria. Mientras tanto, varios miembros de alto rango de inteligencia de Israel y el establecimiento de seguridad se encuentran en Washington para reunirse con funcionarios de la administración Obama. Incluyen Nimrod Sheffer, jefe de la Dirección de Planificación de las FDI, el general Itai Brun, director de Investigación de la Inteligencia Militar de las FDI, Yaakov Amidror asesor de Seguridad Nacional, y el general Amos Gilad, del Ministerio de Defensa israelí.
El lunes, la Casa Blanca emitió un comunicado negando efectivamente que la delegación israelí se encuentra en Washington para discutir el caso de Siria. El comunicado dijo que la visita de los israelíes es “parte de una serie de debates regulares en el marco de las buenas relaciones entre los dos países”.
