Por Joseph Fitsanakis – Cortesía de intelNews.org
El gobierno británico ha publicado una serie de documentos relacionados con la captura y eventual ejecución de la más legendario espía femenina de la historia moderna: Mata Hari.
Margaretha Zelle Geertruida, conocida por Mata Hari nació en el norte de Holanda en 1876. En 1895 se casó con Rudolf MacLeod, un capitán de ascendencia escocesa que servía en el ejército holandés a la administración colonial de ese país en lo que hoy se conoce por Indonesia. Con el tiempo se divorció el alcohólico y abusivo MacLeod, quien era 20 años mayor que ella, y se unió al circo en París.
Eventualmente, ella se hizo muy popular como una bailarina exótica, una posición que le coloca en estrecho contacto con varios hombres influyentes en Francia, incluyendo el industrial millonario Émile Guimet Étienne, que se convirtió en su amante de toda la vida. Aunque varios de sus devotos varones provenientes de varios países europeos le proveyeron de fondos militares.
La mayoría de los historiadores coinciden en que en 1916 Zelle trabajaba para la inteligencia francesa, en la recopilación de información que obtenía de una gran cantidad de sus amantes alemanes.
Sin embargo, en febrero del año siguiente fue detenida por agentes de contraespionaje francés en París y acusada de espionaje a favor del imperio alemán. Fiscales franceses acusaron Zelle de haber proporcionado Berlín inteligencia táctica que le costó a la Triple Entente las vidas de más de 50.000 soldados.
Un conjunto de documentos publicados este mes por el Servicio de Seguridad británico de contrainteligencia, conocido comúnmente como el MI5, revelan que agentes de inteligencia aliados de varios países europeos se perdían ante la bailarina exótica, antes de que fuera detenida en París.
Asimismo, alegan que, mientras que bajo la custodia francesa, la espía holandesa admitió que había llevado a cabo el espionaje en nombre del servicio secreto alemán y que su nombre en clave era H21. También estaba acusada de haber admitido que recibió pagos de aproximadamente 20.000 francos franceses por su servicios.
Los documentos también sugieren que Zelle admitió que varios frascos de tinta invisible para aficionados hallados en su suite del hotel se habían los habían dado a ella sus asesores alemanes. Sin embargo, los informes del MI5 afirman que la espía acusada «nunca hizo una confesión completa» y «nunca delató a nadie» como su cómplice, lo que lleva al autor británico del informe a la conclusión de que debía de haber estado «trabajando sola». Zelle tampoco pareció inmutarse por los intentos de sus interrogadores franceses de tratar de avergonzarla mediante la confrontación con una lista de nombres de sus amantes.
De acuerdo con los informes del MI5, ella respondió a las acusaciones de que ella tomó en «A amantes de todos los rangos y de todas las naciones», respondiendo que » amó a todos los oficiales y que preferiría tener como su amante un pobre oficial antes que a un rico banquero».
Los documentos desclasificados indican, además, que la espía holandesa se mostró confiada y fluida, pero sobre todo de mostro poca profundidad en el interrogatorio final.
Finalmente fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento el 15 de octubre de 1917 en un campo en las afueras de París. Los documentos conservados en los archivos del Gobierno francés relativos a la captura de Zelle, el interrogatorio y la eventual ejecución, permanecen aún clasificados.