Periodista EE.UU. enfrenta pena de cárcel por negarse a testificar en el juicio de un agente de la CIA

Por José R. Alfonso

Desde la investidura de Barack Obama, su administración ha emprendido cinco procesos contra presuntas fuentes apoyándose en la Espionage Act (ley de espionaje); nunca antes un gobierno federal había alcanzado ese número.

Desde la investidura de Barack Obama, su administración ha emprendido cinco procesos contra presuntas fuentes apoyándose en la Espionage Act (ley de espionaje); nunca antes un gobierno federal había alcanzado ese número.

Desde la investidura de Barack Obama, su administración ha emprendido cinco procesos contra presuntas fuentes apoyándose en la Espionage Act (ley de espionaje); nunca antes un gobierno federal había alcanzado ese número.

En la actualidad, ninguna “ley escudo” federal garantiza a los periodistas la protección de sus fuentes.Un periodista estadounidense líder se enfrenta a una posible pena de cárcel después de que la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a considerar su apelación en contra de testificar en el juicio de un ex oficial de la Agencia Central de Inteligencia.

Ahora, nuevamente, le vuelve a toca el turno al periodista de investigación James Risen quien escribió un artículo sobre Jeffrey Alexander Sterling, un ex Agente de la CIA, desde 1993 hasta 2002, quien fuera detenido a principios de 2011 en St. Louis, Missouri, acusado de filtrar información clasificada sobre la “Operación MERLIN”, una fallida operación encubierta de los Servicios Especiales dirigida al programa de armas nucleares de Irán. La operación fue revelada públicamente por primera vez en el New York Times.

Con anterioridad, en diciembre de 2005 Risen escribió un artículo también para para The New York Times en el que revelaba que la administración Bush desarrollaba un amplio programa de espionaje telefónico de ciudadanos estadounidenses fuera de todo marco legal. En enero de 2006 el periodista publicó un libro titulado: “State of War: The Secret History of the CIA and the Bush Administration” (Estado de Guerra: la historia secreta de la CIA y de la administración Bush), donde destinaba un capítulo a este programa de salvaje espionaje telefónico.

James Risen también reveló muchos otros aspectos de la “guerra contra el terrorismo” emprendida por el ex inquilino de la Casa Blanca. En ese entonces, la administración Bush pidió al Departamento de Justicia que abriera una investigación con el fin de descubrir las fuentes del artículo publicado en The New York Times sobre el espionaje telefónico. Como la investigación no progresó, James Risen escapó a las acciones legales.

En cambio, en 2008, la administración Bush citó al periodista en el marco de una segunda investigación concerniente a otro asunto contenido en su libro, relativo a una operación de inteligencia –fallida– de la CIA relacionada con un programa nuclear iraní. James Risen fue citado para declarar ante un gran tribunal, pero el periodista se negó, y el plazo de la citación expiró al inicio del mandato de Barack Obama.

En 2010 la administración Obama de nuevo intentó que se citara a James Risen ante un gran tribunal, a lo que el periodista volvió a negarse. La juez federal Leonie Brinkema invalidó la comparecencia.

En 2011 la administración federal pidió que se le citara de nuevo en el juicio de Sterling. La juez Brinkema rechazó una vez más la solicitud del gobierno federal, requiriendo que el periodista declarara sólo sobre algunos hechos. A inicios del mes de octubre la magistrada rechazó una moción de la administración Obama que buscaba que revocara su decisión sobre el juicio precedente. El gobierno federal apela actualmente ésta última decisión.

Estado 2006 en el libro de la Guerra: La historia secreta de la CIA y la Administración Bush.

En el capítulo 9 del libro de Risen se ofrecen detalles de una operación fallida por la Fuerza de de la CIA en Irán para pasar a los iraníes una serie de documentos de diseño de bombas nucleares defectuosos. Donde además se alega que la operación backlashed de la CIA en realidad pudo haber ayudado el programa iraní de armas nucleares, ya que los ingenieros nucleares iraníes habrían sido capaces de “extraer información valiosa de los planos sin tener en cuenta los defectos”. Por lo que Risen fue citado a testificar en el juicio de Sterling, pero se negó, argumentando que tener que identificar a la fuente de su alegación sobre la Operación MERLIN infringiría la libertad de prensa. En el otro lado del argumento, el gobierno de Estados Unidos afirmó que la libertad de prensa no permite que a los periodistas ” negarse a proporcionar pruebas directas de actos delictivos por fuentes confidenciales”.

James Risen presentó una demanda en un tribunal de Virginia, con el argumento de que no debe ser obligado a cumplir con la citación expedida a él para testificar en el juicio de Sterling.Después de que el tribunal confirmó la citación, el equipo legal del periodista interpuso un recurso ante el Tribunal Supremo.

Sin embargo, la Corte Suprema se ha negado a escuchar el caso, lo que significa que el periodista tendrá que testificar

Eric Holder, comentó que "mientras que a mí como fiscal general, ningún periodista que este haciendo su trabajo va a ir a la cárcel"

Eric Holder, comentó “mientras que en lo que a mí corresponde como fiscal general, ningún periodista que este haciendo su trabajo va a ir a la cárcel”

en el juicio de Sterling o enfrentar una posible pena de cárcel.

En tanto James Risen dijo aThe New York Times que iba a “seguir luchando”, mientras que su abogado dijo que espera “que el gobierno no va a tratar de que [el periodista] este en desacato por no hacer nada más que informar las noticias y mantener sus promesas” hacia sus fuentes confidenciales.

La semana pasada, el Fiscal General de EE.UU., Eric Holder, comentó que “mientras que a mí como fiscal general, ningún periodista que este haciendo su trabajo va a ir a la cárcel”, una declaración interpretada por The Times como un indicio de que el Departamento de Justicia no aplicar una sentencia de cárcel contra su periodista.Una fecha precisa para el juicio de Sterling aún no se ha establecido.El ex agente de la CIA, enfrenta hasta 120 años en prisión si es declarado culpable.

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