2023, por el despegue de las izquierdas en Cuba

En Cuba la dificultad es mayor aún, porque el Poder omnímodo del Gobierno/Partido/Estado se presenta a sí mismo, no como una opción de izquierda, sino como LA IZQUIERDA. En concordancia con ese mito, a todos sus oponentes los engloba en las filas de una supuesta derecha mercenaria y pro-imperialista, trátese lo mismo de la Fundación Cubano-Americana que de grupos centristas, trotskistas, o anarquistas.

escrito por Mario Valdés Navia

El año que comienza debería ser trascendental para Cuba. Exactamente cien años atrás, en 1923, iniciaron organizaciones y acciones que harían de la década del veinte del pasado siglo un período crítico de nuestra historia, especialmente por haber potenciado a la izquierda insular. La FEU (fundada en diciembre de 1922), la Protesta de los Trece, seguida de la Falange de Acción Cubana, el Grupo Minorista y la eclosión de otros movimientos y partidos de ahí en lo adelante (entre ellos el Comunista, en 1925), dieron lugar al llamado despertar de la conciencia nacional; aunque un somero vistazo a lo acontecido desde 1902 demuestre que, en realidad, la conciencia nacional nunca estuvo dormida.

Hablar de izquierdas y derechas es mucho más complejo en la actualidad, porque ambas posturas suelen hibridarse como parte del fin de las dicotomías binarias de que habla Bauman en su teoría de la modernidad líquida. En sus proyectos sociopolíticos, las derechas se vuelven más populistas y las izquierdas más moderadas.

Uno de los tropos extendidos para distinguirlas desde el punto de vista social, es el símil de la llave de paso: la izquierda afloja, la derecha aprieta. Mas, como no siempre es así, y en las dos concepciones políticas se ubican por todo el mundo regímenes autoritarios/dictatoriales (A) y libertarios/democráticos (L), se ha extendido el empleo de escalas para clasificar el ámbito político de los individuos en cuadrantes combinados: Izquierda Autoritaria, Izquierda Libertaria; Derecha Autoritaria, Derecha Libertaria.

En Cuba la dificultad es mayor aún, porque el Poder omnímodo del Gobierno/Partido/Estado se presenta a sí mismo, no como una opción de izquierda, sino como LA IZQUIERDA. En concordancia con ese mito, a todos sus oponentes los engloba en las filas de una supuesta derecha mercenaria y pro-imperialista, trátese lo mismo de la Fundación Cubano-Americana que de grupos centristas, trotskistas, o anarquistas.

¿Desde cuando existen izquierdas y derechas en Cuba? ¿Puede haber una sola voz de la izquierda si es la del grupo hegemónico en un partido comunista que detenta el poder absoluto? ¿Valdría la pena que aflorara una tendencia crítica en la sociedad cubana que sirviera de alternativa a hombres y mujeres de izquierda ante el monopolio del poder ejercido por los históricos?

Izquierda

¿Valdría la pena que aflorara una tendencia crítica en la sociedad cubana que sirviera de alternativa a hombres y mujeres de izquierda ante el monopolio del poder ejercido por los históricos? (Foto: Lobo Suelto!)

-I-

En el siglo XIX, el calificativo de izquierda no había prendido en los sectores radicales del movimiento revolucionario, aun cuando sus diferencias con la derecha nacionalista eran evidentes, sobre todo entre la emigración revolucionaria. Anarcosindicalistas, socialistas e independentistas radicales se enfrentaban a conservadores y patronos en los marcos de un movimiento de liberación nacional/social concebido por Martí como partero de una nueva república democrática, basada en el trabajo libre y la búsqueda de la mayor justicia social posible.  

El Delegado del PRC, en sus frecuentes intervenciones y artículos, modelaba ante aquellos patriotas los perfiles de la república a que se aspiraba. En particular, insistía en la exclusión del autoritarismo como forma de gobierno y en el respeto a las opiniones diversas sobre los problemas del país. Opuesto a la gestación de una sociedad autoritaria aseguraba:

¡Que los pueblos no son como las manchas de ganado, donde un buey lleva el cencerro: y los demás lo siguen!: más bello es el valle, rodeado de montañas, cuando lo pasea, en grupos pintorescos, encelándose y apaciguándose, el ganado airoso y libre. Si se desgrana un pueblo, cada grano ha de ser un hombre. La conversación importa; no sobre el reglamento interminable o las minimeces que suelen salirles a las asociaciones primerizas, sino sobre los elementos y peligros de Cuba, sobre la composición y tendencias de cada elemento, sobre el modo de componer los elementos, y de evitar los peligros.

En la propia Europa los comunistas eran poco dados a usar el término izquierdista, que con el estalinismo llegó a tacharse de pequeñoburgués. En cambio, cuando en 1923, en el seno del partido Bolchevique surgió una facción informal dirigida por Trotsky, no dudaron en llamarla Oposición de Izquierda. La misma sería liquidada en 1927, y sus miembros asesinados, encarcelados o deportados.

Por aquella etapa en Cuba la denominación de izquierda era grata a muchos grupos progresistas. Cuando surge el minorismo, en sus versiones habanera y matancera, sus integrantes no dudarían en proclamarse de izquierda, aunque luego varios de ellos renegaran. Asimismo, organizaciones filo-comunistas no integradas al PC adoptarían esta designación, como Ala Izquierda Estudiantil, creada en 1931 por Raúl Roa, Emilio Barceló, Pablo de la Torriente Brau y Carlos Prío.

Igualmente, al surgir una facción trotskista dentro del PC llamada Oposición Comunista de Cuba (1932), contraria a la política sectaria de clase contra clase y a los métodos burocráticos, de inmediato se adhirió a la Oposición de Izquierda Internacional. Uno de sus dirigentes más destacados fue Sandalio Junco, orador negro, amigo de Mella y Guiteras, asesinado en el ayuntamiento de Sancti Spiritus por un comando comunista aliado a la policía batistiana local.

En 1933, cuando los trotskistas cubanos denunciaron la traición de los comunistas a los obreros (denominada eufemísticamente: error de agosto) en la conducción de la huelga revolucionaria contra Machado, su célebre manifiesto «¡Al pueblo de Cuba! ¡A todos los estudiantes!» apareció firmado por la Alianza Estudiantil de Izquierda de La Habana.

Durante la República, numerosas agrupaciones, movimientos y personalidades del campo cultural también se reconocieron como de izquierda. Marcados todos por sus nexos directos con el pueblo y la creación de un arte y literatura ligados a los problemas del país y las posiciones de los sectores populares.  

Izquierda

Raúl Roa fue uno de los fundadores del Ala Izquierda Estudiantil en 1931. (Foto: Jack de Nijs / Anefo / commons.wikimedia.org)

-II-

Al triunfo de la Revolución, diferentes opciones de izquierda ocupaban espacios en la sociedad civil. Además de los movimientos revolucionarios M-26-7 y DR-13-3 y el PSP, otras tendencias como ortodoxos, jóvenes católicos, agraristas, anarquistas, guiteristas y trotskistas, unidos a una inmensa cantidad de gente sin partido pero de profunda raigambre cívica y patriótica, engrosaron las filas de los integrados al proceso de transformaciones liderado por Fidel.   

En los años sesenta el término izquierdista se utilizaba asiduamente en el discurso político. Así, el Congreso Cultural de La Habana (1968) reunió a más de quinientos intelectuales de izquierda e historiadores de setenta países, entre ellos prominentes científicos sociales (Ralph Miliband, EJ Hobsbawm), personalidades literarias caribeñas y latinoamericanas (Aimé Césaire, Julio Cortázar, Mario Benedetti), escritores europeos famosos (Michel Leiris, Jorge Semprún, Arnold Wesker), junto a políticos de esa tendencia provenientes de EE.UU., Europa, Asia y África.

Como el congreso se centró en el tema del antiimperialismo desde una perspectiva política, económica, y cultural, transcurrió en una atmósfera de tolerancia y diálogo donde todas las presentaciones y resoluciones propuestas fueron recogidas sin interferencias. Socialistas, guevaristas, maoístas, trotskistas, católicos revolucionarios e intelectuales de la denominada Nueva Izquierda europea, compartieron con una mínima representación de los países del llamado campo socialista y los anfitriones cubanos.

Fue el último acto de la etapa realmente izquierdista de la Revolución Cubana. Desde entonces, la Isla se sujetó ideológicamente a la URSS y fue tachado de antisovietismo y diversionismo ideológico todo lo que se diferenciara de esa postura. Según Fernando Martínez Heredia:

«(…) se hicieron fuertes en esa etapa la burocratización generalizada, la formalización y ritualización, el autoritarismo, el seguidismo, la formación de grupos privilegiados, la supresión de todo criterio diferente al considerado oficial, el reino de la autocensura, la simulación y otros males. Un “marxismo-leninismo” —trágico uso del nombre de uno de los más grandes luchadores por la libertad del siglo XX— dogmático, empobrecedor, dominante, autoritario, exclusivista, fue impuesto y difundido sistemáticamente, en el preciso momento en que crecía tan bruscamente el nivel de preparación de los niños y jóvenes cubanos, que es difícil encontrar en el mundo un ejemplo igual obtenido en el plazo de una generación. Las maneras soberbias y la aparente ocupación absoluta del lugar de la ideología por aquel tipo de marxismo fueron engañosas; en esos años se echaron las bases de la futura indiferencia o aversión que tenía que provocar esta situación».

En consecuencia, la fusión de la dictadura militar original con las formas de gobernanza propias del modelo estatista y burocrático del llamado socialismo real,  ignoraron cualquier otra posición de izquierda que no fuera la defendida por el Gobierno/Partido/Estado, única posible.

Los frutos de la decadencia y crisis ideopolítica y moral que trajera consigo tal situación, saltan a la vista en nuestros días. En las actuales condiciones de agudización de la crisis del modelo estatizado y burocrático de socialismo, y crecimiento del pauperismo y la desesperación de los sectores populares, no queda otra opción a los que sigan profesando honestamente un pensamiento de izquierda, patriótico, solidario y antimperialista, que aplicar sus energías a la reforma radical del sistema y la creación de una sociedad verdaderamente libre y democrática.

Las diferencias y celos que amenazan a los frentes de izquierda a lo largo de la historia cubana y mundial, han de ser superados en pos de una verdadera confederación nacional de agrupaciones de izquierda. El pueblo de Cuba debe saber que los hombres y mujeres de estas tendencias están a su lado en la lucha por superar la crisis crónica en que nos encontramos y reorientar los destinos nacionales con el concurso y participación de todas las cubanas y cubanos dignos.   

Como decía Martí: «La Patria es ara, y no pedestal» de nadie. Por tanto, es inaceptable que determinadas familias e individuos que se arroguen ser de izquierda, anden disfrutando desde el poder del usufructo privado de los frutos de la obra colectiva de tantas generaciones, mientras las mayorías gimen en la inopia y la desesperanza.  

La Patria es de todos los hijos que la quieran bien, no importa si ideológicamente son de derecha, izquierda, o centro. Luchemos porque en este 2023 nada ni nadie pueda secuestrar los destinos de la nación en pos de supuestos objetivos y consignas ideológicas anacrónicas, que ya de izquierda guardan muy poco, carecen de contenidos reales y se concentran en ridículos reclamos mítico-religiosos al apelar a la fe y la esperanza como única solución.

——–

AUTOR

*Mario Valdés Navia. Profesor Titular de Historia, Metodología de la Investigación y Pensamiento Cultural Latinoamericano. Investigador social, especializado en los estudios sobre la vida y obra del Apóstol cubano José Martí y la Historia de Sancti Spiritus, Cuba. Doctorado en Ciencias Pedagógicas y Diplomado en Administración Pública. Profesor y Jefe de Departamento en las Universidades cubanas de Sancti Spiritus y la de Ciencias Informáticas (UCI) en el Centro de Estudios Martianos de La Habana. Investigador Auxiliar. Profesor Invitado a Universidades de Brasil, Haití y El Salvador. Coautor de varios libros sobre temas de Didáctica de la Historia y Pensamiento de José Martí e Historia de Sancti Spiritus. Escritos ensayos sobre temas de Historia Cultural de Matanzas, Cuba y problemas actuales de la economía y la sociedad cubanas.

Para contactar al autor: [email protected] 

Share this post:

Related Posts