Batalla Política por la presidencia de los EE.UU. 2016

Por Dr. José R. Alfonso  –  Cortesía de la Revista Replica}

Jeb Bush y Hillary Clinton.

Jeb Bush y Hillary Clinton.

En las batallas para la gerencia pública –a todos los niveles- nunca reina la paz y así ha ocurrido siempre, por lo que aún, sin cerrar las urnas de una campaña política –de reelección o candidatura- ya está en desarrollo la siguiente pues desafortunadamente los gerentes políticos, en lo principal, los de los últimos tiempos, han abandonado la práctica de gobernar para el pueblo –y convertirse en verdaderos estadistas- y sólo piensan, al igual que sus Partidos, en disfrutar de las mieles y privilegios del poder y en su próxima reelección.
Los EE.UU. no son la excepción.

En nuestro país la batalla política por la presidencia del 2016 ha comenzado, entre los candidatos del Asno (Partido Demócrata) y el Elefante (Partido Republicano) y sin importar el tiempo que resta para ello despuntan dos nombres –enmarcados políticamente dentro del espectro filosófico-ideológico centrista- aunque con diferentes ejes de dirección, uno hacia la derecha, la otra hacia la izquierda, y ambos aparecen como favoritos en las disímiles encuestas de opinión como candidatos a ser el Presidente(a) -número 45 de los Estados Unidos- ellos son: Hillary Clinton, Senadora Demócrata y ex Secretaria de Estado vs Jeb Bush, Republicano y ex Gobernador de la Florida.

Lcitgo-cha ventaja principal de ambos sobre otros candidatos es que están alejados de las maquinarias de la extrema izquierda neoliberal demócrata y de la ultra derecha conservadora republicana que como doctrina filosófica han sido adoptadas, apoyadas y financiadas dentro de sus respectivos partidos.
Ambos favoritos –Clinton vs Bush- aún sin definirse presidenciables, se encuentran dentro de un diapasón filosófico–ideológico de centro — en ciencia política el centro es un término utilizado generalmente en la práctica para definir posiciones políticas, además de ser un intermedio entre las personas que comparten ideologías de derecha o de izquierda pero que también se encuentran en el centro de ambas- aunque en política las motivaciones emocionales prevalecen por encima de la razón.

Por ejemplo:

— Hillary Clinton por los Demócratas, se encuentra dentro de una Plataforma Política, que entre muchos de sus puntos, defiende el Estado de Bienestar Social. Cabe señalar que históricamente ha sido la centroizquierda la que impulsado la creación del Estado de bienestar y por eso ella considera su compromiso de defender las políticas sociales a favor de la igualdad de oportunidades y del acceso de todos los ciudadanos a servicios sociales básicos.
Es de destacar que con vistas a recuperar el voto liberal de la izquierda del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de 2016, éste ha sacado a Elizabeth Warren, Senadora (D) por Massachussetts, una populista liberal, para que se desempeñe como la Asesora de Política Estratégica del Comité de Política y Comunicación Demócrata y la que a pesar del culto y amplio apoyo del que disfruta entre los liberales anti Hillary Clinton no ha manifestado interés en postularse para la presidencia.

— Jeb Bush, por el lado Republicano quien entre sus postulados -Plataforma Política- está a favor del comercio internacional “libre” dentro de acuerdos que protejan intereses nacionales y regionales así como también la racionalización y limitación de los programas sociales. Hay que señalar que Jeb Bush durante su desempeño como gobernador de la Florida no favoreció a la clase media ni “al hombre de a pie” pues sostuvo una fuerte lucha por reducir los gastos de los programas de beneficios públicos, mostró además, una fuerte pasión por privatizar la atención médica a los pobres, las cárceles, los servicios de protección infantil, eliminó la protección laboral para los funcionarios civiles, rebajó los impuestos a las grandes corporaciones y estableció–por primera vez- el sistema de vales escolares con fondos estatales para las escuelas privadas, desafió decisiones legales como la de suspender la reinserción de los tubos de alimentación a Terri Schiavo cuyo cerebro estaba dañado, conjuntamente con un apoyo consistente para establecer más restricciones a los abortos y menos para la propiedad de armas de fuego, entre otras medidas conservadoras.

Mitt Romney.

Mitt Romney.

Mitt Romney.Entre las razones para las que la política estadounidense interna y externa tenga que dirigirse nuevamente hacia el centro, con una inclinación bien hacia la derecha o la izquierda —y que se aleje de la extrema derecha y de la extrema izquierda de ambos partidos tradicionales así como del Movimiento Político ultra conservador conocido por el “Te Party” o Partido del Té, para el cual tanto demócratas como republicanos son el blanco de sus ataques—obedece a que dentro del pueblo norteamericano existe un cansancio o fatiga general sobre el proceso político —según una reciente encuesta de Gallup llevada a cabo en el pasado mes de mayo—en la que una mayoría de los encuestados expresó rechazar al Congreso y a sus miembros, los congresistas, opinando que no merecían ser reelectos en sus posiciones.

Por demás, una triste realidad se impone, y es que el pueblo estadounidense ha perdido la confianza en sus sistemas, instituciones, en los líderes que les gobiernan y están cansados de las constantes pugnas partidistas de poder entre Demócratas y Republicanos quienes en definitiva han mostrado un alto grado de incapacidad para llegar a pactos o acuerdos bipartidistas. Se siente frustrado, además, ante el falso conservadurismo en que se arropan algunos, sin duda, brillantes teóricos y oradores del Partido del Té (Té Party) —como los Senadores de padres cubanos Marcos Rubio y Ted Cruz— para que desde sus posiciones electas conspiren en la eliminación de las conquistas sociales (Medicare, Seguro Social y otras) acompañadas de resentimientos antisemitas, antihispanos y antinmigrantes.

Finalmente, debemos señalar a nuestros lectores que dentro del mundo capitalista el gerente político es también el representante –lobista o cabildero- de un supra poder (de naturaleza oculta) fundamentado en un trípode integrado por: las grandes corporaciones, los lobistas y los monopolios de los medios de comunicación. Todos ellos han convertido al proceso electoral democrático en una Plutocracia donde poderoso caballero Don Dinero marca la diferencia entre ganar y perder pues aunque, en tiempo real, en política continúan conjugándose seis factores claves: 1.- el candidato; 2.- la maquinaria; 3.- los voluntarios; 4.- los medios de comunicación; 5.- la plataforma política; y 6.- el dinero, este último continúa siendo determinante.

El verdadero papel de nuestros congresistas y senadores es legislar y aprobar las leyes, reglamentos y regulaciones sin embargo muchos de ellos se valen -en la mayoría de las ocasiones- para sacar provecho personal pues tienen conocimiento a priori de lo que “va a pasar” en los mercados, la industria y el comercio –incluyendo hacia dónde van dirigidos los fondos del Presupuesto Federal y sus asignaciones -especialmente cuando lo que “va a pasar” circula a través de ellos.

Aquí están los hechos, otorguen ustedes el derecho.

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