Del unipolarismo al multipolarismo y multicentrismo

Por Franklin González*

"Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria en el planeta" (Plan de la Patria).

“Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria en el planeta” (Plan de la Patria).

Después de los sucesos del 11/09/2001 el consenso nos dijo que imperó el unilateralismo como “regla de juego” de las Relaciones Internacionales. EE.UU contó con la simpatía y el consenso solidario del mundo y no se aceptaba disidencia alguna; sin embargo, esa “luna de miel” duró poco, entre otras razones, porque las acciones de ese país no hacen otra cosa que incrementar el sentimiento antiestadounidense.

Para muestra un botón: sus recientes posturas en los debates en la OEA ante la arremetida de los “fondo buitres” contra la soberanía argentina y en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la masacre del Estado de Israel contra el pueblo palestino de Gaza, donde en ambos, quedó del lado de los agresores.

El 6 de febrero de 1997 la Comisión de las Fuerzas Armadas del senado escuchó la declaración del general Patrick Hugues, director de la Agencia de Información de la defensa (DIA) en los siguientes términos sobre China. “En resumen, China es una de las escasas potencias que dispone del potencial necesario-político, económico y militar- que le permitiría convertirse de aquí a diez o veinte años en una amenaza regional significativa para los intereses norteamericanos”.

Hoy, a la luz de lo que viene ocurriendo, este general se quedó corto, primero, no hubo que esperar tanto tiempo para que China se convirtiera en una “amenaza” significativa para los intereses de Estados Unidos y segundo, esa “amenaza” ya no es sólo regional, ahora es mundial. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), China tiene un peso económico oficial de 17,61 billones de dólares contra 17,4 de los Estados Unidos.

Ahora estamos, según el periodista italiano Claudio Gallo, ante dos posturas globales muy diferentes: la visión imperial de EE.UU., compartida por el moderno pueblo en la ciudad sobre la colina, que no puede concebir su negocio global sin dominación, y el punto de vista chino, cuyo único interés es aparentemente el comercio puro. Este periodista señala: “Pekín es probablemente consciente de que su sistema político no es adorado en todo el mundo”, pero, a diferencia de EE.UU., fuera de sus fronteras el gigante asiático no trata de imponer su sistema, por tanto: “la concepción estadounidense conduce inevitablemente a conflictos, mientras que la china es más abierta a establecer relaciones constructivas”.

Hay evidencias de que nos encontramos en un tránsito hacia un mundo multipolar y multicéntrico.
Veamos algunas

1. En mayo/2014 China-Rusia acordaron aumentar el volumen de pagos directos en divisas nacionales en todas las esferas y estimular las inversiones mutuas, sobre todo en las infraestructuras de transporte, la exploración de recursos naturales y la construcción de viviendas de clase económica.

2. Se ha informado de la creación de una nueva “Ruta de Seda” con Asia Central, y la creación del banco de inversiones asiático como alternativa al Banco Mundial, y del foro intergubernamental que representa la Conferencia de Interacción y las Medidas de Confianza en Asia (CICA), en el que participan China, Rusia y 24 estados más de Asia y Oriente Medio.

El periodista Pepe Escobar, en un artículo publicado en el portal Rebelión, dice:

“Mientras que Asia está viviendo una época de esperanza, sobre todo porque sus países todavía están construyendo sus clases medias, Occidente se ha quedado atascado en la desesperación” y “Pekín está construyendo no solo una sino dos nuevas rutas de la seda a través del sudeste asiático y de Asia Central, incluyendo conductos energéticos, ferrocarriles y redes de fibra óptica, y llegan hasta Estambul, la puerta a Europa”.

Mientras Asia no pierde el tiempo y trata de consolidar y mejorar sus negocios, “la política europea permanece anclada a su lealtad a los Estados Unidos y “se encamina hacia una especie de guerra fría (o “realismo defensivo”) marcada por actitudes autodestructivas antirrusas y proestadounidenses”, lo cual parecieran estar dándole la razón al conservador ideólogo estadounidense Irving Kristol, quien el 18 de agosto de 1997 en “The Emerging American Imperiumen” (citado por Herber I. Schiller en Base para un nuevo siglo de dominio norteamericano) afirmara: “Las naciones europeas son naciones dependientes, aunque gocen de una considerable autonomía local”.

A finales de marzo de 2014, el presidente de China, Xi Jinping, se encontraba en Duisburgo (Alemania), el mayor puerto fluvial del mundo y un lugar clave para el comercio y la producción de acero, para presenciar la llegada del tren de carga regular que une Chongqing, en el suroeste de China, y la ciudad alemana. Ese tren, que recorre China, Kazajstán, Rusia, Bielorrusia, Polonia y Alemania, cubre en total unos 11.180 kilómetros. Comenzó a operar en 2011 y presenta numerosas ventajas: cuesta aproximadamente una quinta parte de lo que vale la carga aérea y tarda 20 días menos que los barcos que salen de puertos del este de China.

En esa visita a Alemania, el mandatario chino instó a Pekín y Berlín a trabajar juntos para construir el cinturón económico de la Ruta de la Seda.

3. Rusia y China firmaron un acuerdo de suministro de gas, por el cual este último país pagará US$ 400.000 millones por el combustible ruso en los próximos 30 años. El acuerdo entre Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC, por sus siglas en inglés) es por 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año para alimentar la creciente economía de China a partir de 2018. Eso es el equivalente a una cuarta parte de las masivas exportaciones de gas de Rusia a toda Europa. La demanda de gas diaria actual de China es de alrededor de 4.800 millones de metros cúbicos al día, y las importaciones representan el 31,6% del consumo total.

El presidente de la Academia Rusa de Asuntos Geopolíticos, Konstantín Sivkov, ha dicho: “Países anteriormente atrasados como China y la India no solamente se han convertido en poderosos centros geopolíticos (China está pisando los talones de EE.UU. en cuanto a volumen de PIB), sino que también han pasado a ser los principales rivales de EE.UU., tanto económica como militarmente”.

4. Críticos de la hegemonía de Estados Unidos y Europa, los líderes emergentes de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), reunidos el 15/07/2014 en Fortaleza, Brasil, acordaron constituir un Banco de Desarrollo, destinado a financiar grandes obras de infraestructura, con un capital inicial por 50.000 millones de dólares, el cual será seguido por 100.000 millones de capital autorizado, repartido equitativamente entre Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica.
La sede de este nuevo banco será Shanghai (China), su primer presidente será indio y el primer presidente del consejo de administración brasileño.

Los mandatarios de Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica firmaron también un acuerdo contingente de reservas por 100.000 millones de dólares, el cual, dijeron, servirá para “evitar presiones de liquidez a corto plazo, promover una mayor cooperación entre BRICS, fortalecer la red de protección financiera mundial y complementar los acuerdos internacionales existentes”. China compromete 41.000 millones de dólares, India, Rusia y Brasil 18.000 millones cada uno y Sudáfrica 5.000 millones.

Al respecto, la presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo que el acuerdo de ayuda recíproca en caso de crisis muestra “la madurez” en la relación entre los miembros del grupo, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin dijo que las instituciones creadas por el BRICS “serán un medio muy poderoso para prevenir nuevas dificultades económicas”. Por su parte, el presidente chino Xi Jinping señaló: “Precisamos trabajar en la mejora de la gobernanza económica a nivel global. Aumentar la representatividad y la voz de los países en desarrollo”.

Los mandatarios criticaron el orden financiero internacional actual y en particular la “lentitud irracional” de la reforma de cuotas en el FMI.

Por tanto, el Banco de Desarrollo como el Fondo de Contingencia, ejercerán un papel paralelo al del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

El analista estadounidense Allen Roland sostiene que “Los países BRICS se están convirtiendo en una amenaza real para los Estados Unidos”.

Muchas de las predicciones generales y a medio plazo que se hacían en el Global Trends 2025 ya han sucedido. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica ya están presionando para conseguir un rol más activo en las cuestiones económicas global.

5. Todos estos acuerdos más la presencia de los No Alineados, el G77 + China, el bloque latinoamericano que emerge con el Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América), el Mercosur (Mercado Común del Sur), la Celac y otros centros de poder, son evidencias de que el unilateralismo está herido de muerte y el multipolarismo y multicentrismo empieza a tener voz en el escenario internacional.

En ese sentido, Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, en una conferencia sobre el multilateralismo para el siglo XXI, el 3 de febrero de 2014 en Londres, dirá: “El mundo es ahora un zumbido de voces interconectadas y una colmena de vidas entrelazadas”.

Y agregará que “una de las grandes megatendencias de nuestra era es el desplazamiento del poder mundial de oeste a este y de norte a sur, de unos pocos a muchos, a millares” y “hace 50 años, los mercados emergentes y las economías en desarrollo representaban alrededor de una cuarta parte del PIB mundial. Ahora representan la mitad, y la proporción está aumentando rápidamente, y es probable que llegue a dos terceras partes en la próxima década”.

Por supuesto: “Estados Unidos, independientemente de sus problemas, no va a desaparecer. Los pronósticos de colapso por parte de la izquierda y la derecha generalmente imaginan la decadencia del imperio como un proceso más fijo y predeterminado que este. La debilidad económica en Estados Unidos, incluso el desplazamiento del dólar de la escena mundial, no significará que EEUU pasará a la irrelevancia de manera rápida y dramática. Estados Unidos sigue siendo con mucho la mayor economía del mundo y su poderío militar empequeñecerá en el futuro previsible a los rivales en ascenso. Incluso en un entorno multipolar, Estados Unidos pudiera mantener su status como el “primero entre iguales” durante varias décadas” (Mark Engler en “¿El fin del imperio norteamericano? Reconsideración del poder de EEUU en tiempos de crisis económica”).

Aunque “la mayoría de los observadores políticos creen que su poderío disminuirá en los años venideros, al menos en relación con el de otros países. La ‘multipolaridad’ se ha convertido en la consigna del momento. En un orden multipolar ya no habrá una sola súper potencia, Estados Unidos, que diga la última palabra. En su lugar, Estados Unidos tendrá que funcionar dentro de una constelación de potencias políticas y económicas regionales”. (Idem).

En todo caso podríamos afirmar que nos encontramos en lo que Eduardo da Motta e Albuquerque, (2013, en Notas sobre a crise de 2008: transição para uma nova fase do capitalismo) llamaría una “transición sistémica”, esto es, un proceso complejo y sin tiempo definitorio.

*Sociólogo, Doctor en Ciencias Sociales, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV y fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia

 

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